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Se define como: «El conjunto de elementos y mensajes publicitarios que se realizan básicamente a través de los medios de comunicación», sin embargo, una campaña no sólo es un conjunto de spots, carteles, material POP y demás promoinstrumentos que cotidianamente vemos por diferentes medios de comunicación. Detrás de cada anuncio existe un trabajo coordinado que permite convertir la labor creativa en una estrategia de comunicación. El camino comienza lógicamente por el anunciante, que es quien demanda el desarrollo de una campaña, para lanzar al mercado un nuevo producto, para reforzar la confianza de los consumidores en uno ya existente u otro objetivo.

 

Generalmente en las grandes firmas es el departamento de marketing quien se pone en contacto con una agencia publicitaria en busca de una idea que satisfaga la filosofía y objetivos de la empresa, pero en las pequeñas empresas seguramente el brieff se realizará con los dueños o directivos. La agencia pondrá en acción a sus creativos para que estos, teniendo en cuenta las directrices que marca la firma y los usos comunicativos de la audiencia, forjen lo que se convertirá en la idea central: el concepto creativo del spot.

 

El concepto creativo debe ser revisado a través de la historia que cuenta (Storyboard), y la forma en que funciona en cada promoinstrumento que es presentado -en forma de dummie- al anunciante para que de su aprobación. Si esto ocurre, la agencia creará el proyecto de campaña con los promoinstrumentos más adecuados y se pondrá en contacto con una productora o los freelancers requeridos.

 

Las productoras tienen como acometido la realización de los promoinstrumentos, por ejemplo un spot, un cartel, un tríptico y demás. Cuando se ha dado la edición final del promoinstrumento, éste ya está listo para ser transferido a cualquier formato audiovisual (Radio, TV, salas cinematográficas) o formatos impresos y multimedia, en el que pueda ser difundido.

 

Capítulo 2: Guía del proceso creativo

Un ordenamiento de las tareas para facilitar la labor creativa con la información requerida, se presenta en la siguiente guía de consulta que nos ha dado buenos resultados para elaborar publicidad entre los estudiantes de ciencias empresariales:

3. EL BRIEFF DE UNA CAMPAÑA PUBLICITARIA

El brieff es un concepto que hace referencia a la reunión entre el publicista y el anunciante, en donde se toman acuerdos, preparativos, medidas, conocimiento de lo realizado y los diferentes problemas que se puedan derivar de la creación, planificación, desarrollo y ejecución de una campaña de publicidad.

Aunque no existen maneras únicas de planear campañas publicitarias, es pertinente tener siempre en cuenta que durante el brieff se deben resolver la mayor parte de los requerimientos de información, iniciando con el conocimiento del producto o servicio que se publicitara.

Tampoco esta por demás que se pueda manejar otra información tal como:

Datos de producción y difusión de la campaña: Anunciante
Agencia publicitaria
Producto
Nombre de la campaña o del anuncio
Proinstrumentos que se solicitan
Proveeduría y producción
Postproducción
Medios de comunicación

En este ultimo punto, se describe en detalle el plan con los medios de comunicación seleccionados, así como sus costos: Radio y TV, Prensa, Salas Cinematográficas, Internet o en definitiva, cualquier medio audiovisual que se convierta en vehículo para llegar hasta el target.

4. LA CREACIÓN DE UNA CAMPAÑA

En el siguiente ejemplo de creación de la publicidad para la firma «Inmobiliaria BRISA», se ha establecido como el objetivo prioritario promocionar las ventajas de los conjuntos habitacionales con un mensaje que a futuro estimule la convicción y motive el acercamiento de los clientes. Para lograrlo el anunciante tiene previsto asignar un presupuesto de $ 5,325,000.00 que cubrirán los gastos de desarrollo, producción y difusión de la campaña, durante tres meses en mass media, de rating efectivo, tiraje y/o circulación verificada.

La ilustración de una ficha del brieff resume los principales acuerdos tomados en la reunión con el anunciante.

En esta ejemplificación crearemos un concepto creativo para comunicarnos con el target a través de medios impresos y específicamente, mediante la inserción de cromos en revistas populares.

 

5. LA INFORMACIÓN PARA LA CAMPAÑA

El desarrollo del mensaje y específicamente su concepto creativo, requieren obtener, organizar y analizar la información que pueda servirnos, que en el caso de este ejemplo, lo aportado por el anunciante se organizó en tres niveles:

a) Nivel de información del anunciante

Ejemplo:

BRISA es una empresa creadora de espacios que brindan una casa funcional y accesible, la experiencia adquirida por el trabajo continuo en desarrollos inmobiliarios, nos permiten ofrecer soluciones correctas a los problemas de vivienda.

BRISA ha desarrollado y comercializado más de 300 mil viviendas, por lo que más de 1 Millón de personas conocen y están satisfechas con la funcionalidad de nuestro tipo de vivienda. Esto nos coloca como lideres del mercado y una de las inmobiliarias de más prestigio. Además, tenemos en las 33 ciudades más dinámicas del país, donde se concentra el 63% de la población y se otorga el 75% de los créditos hipotecarios.

La construcción de la vivienda ofertada, requiere de atención en todos los aspectos de Diseño, Desarrollo, Construcción, Mercadotecnia, Comercialización y Entrega con lo cual generamos 4,120 empleos en nómina y 18 Mil empleos eventuales de obra.

Inmobiliaria BRISA ha sido distinguida con numerosos premios y reconocimientos como el de «Vivienda Popular de Calidad» que entrega la prestigiada «Asociación de Arquitectos y Diseñadores de Vivienda Urbana».

b) Nivel de información de los conjuntos habitacionales

Ejemplo:

Inmobiliaria BRISA promueve los desarrollos inmobiliarios con el concepto de conjuntos habitacionales de espacios integrales, que además de módulos de viviendas, garantizan una oferta muy completa de servicios públicos, tales como: alcantarillado, agua potable, electrificación, alumbrado, áreas verdes y pavimentación.

Los conjuntos habitacionales adicionalmente ofrecen un valor agregado como su diseño urbanístico, con servicios adicionales de interés colectivo, tales como: unidades deportivas, colegios, centros comerciales y vigilancia las 24 horas.

c) Nivel de información de la vivienda BRISA

BRISA es también un concepto de vivienda que no sólo provee de un espacio funcional y una fachada atractiva, es un concepto de distinción.

 

En su diseño se involucra la armonía arquitectónica para hacer una vivienda agradable y fresca, con un espacio bien distribuido para entregar privacidad a cada miembro de la familia, generando con ello un valor afectivo inigualable.

Por eso BRISA es más que una vivienda distinta. Es como el cimiento de un hogar.

 

6. EJE PSICOLÓGICO DEL TARGET

Respecto a la definición del target, se analizó la información disponible de los créditos hipotecarios calificados por la Compañía Operadora de Créditos Financieros en los últimos dos años, obteniendo datos claves sobre el perfil del consumidor, hasta inferir un patrón típico de comportamiento que resumimos en la siguiente descripción:

 

Los demandantes son principalmente parejas de recién casados y familias jóvenes, entre 25 y 35 años, de hasta cuatro miembros.

De acuerdo al análisis de esta información es posible trazar el siguiente eje psicológico: «Los demandantes son jóvenes ambiciosos, llenos de esperanzas y de proyectos. Tipificamos a la esposa como un ama de casa dedicada, cariñosa y muy entusiasta, el esposo es una persona estable, disciplinada y trabajadora. Ambos se preocupan del bienestar de sus hijos y planean su futuro, aspirando a formar un hogar en un espacio fijo…

Es común que estos demandantes vivan con sus padres y ocasionalmente renten hasta encontrar una oportunidad para hacerse de una casa propia, por ello mantienen una comunicación y acuerdan sus decisiones.

7. OBJETIVOS Y RESPUESTA ESPERADA

El mensaje que se construirá se propone emplear la información disponible para conectar las ventajas de una Vivienda Brisa con el insight del target, sin la necesidad de un claim. Para codificar dramatizaremos una probable experiencia que nos facilite crear argumentos e identificar la información que debemos transmitir para lograr dos objetivos:

ü  Un objetivo de persuasión enfocado a caracterizar a la Vivienda BRISA como un hogar feliz, representado por una pareja decidida, que vive en un espacio familiar propio, confortable y seguro, en contraste con la imagen de una pareja desintegrada.

 

ü  Un objetivo de información enfocado a describir los conjuntos habitacionales como el concepto de calidad de vida de numerosos hogares felices.

Por el perfil y comportamiento del target, se espera que el concepto creativo provoque una respuesta compleja, que se expresara en la decisión de la pareja para adquirir una Vivienda BRISA.

En primer lugar presuponemos que en la respuesta esperada se manifestarán actitudes de la pareja involucrada, que surgen de dos tipos de influencias: la usuaria y la económica. La influencia usuaria deberá ser estimulada para valorar la conveniencia de una Vivienda BRISA, involucrando directamente la participación de la influencia económica, que a su vez será estimulada para decidir la compra.

En segundo lugar, la influencia usuaria se manejará dentro del concepto creativo con un conjunto de factores de estimulo negativos y apelaciones emocionales, que respondan al eje psicológico del target, en tanto que, la influencia económica será manejada, en contrapunto, con un conjunto de factores de estimulo positivos; a la desesperanza se le contrapondrá la libertad, a la infelicidad la firmeza de carácter.

 

8. EL CONCEPTO CREATIVO

El concepto creativo del mensaje será un escena representativa que contenga los estímulos que se emplean en el siguiente storyboard, escrito como un pasaje dramático en la vida de una pareja, para evidenciar claramente el uso de las factores de estimulo.

Los personajes:

Mujer: Muy sensible y de buenas intenciones, pero de carácter débil que impidió que sus sueños se hicieran realidad. El pesar y la pena le han causado una tristeza permanente, que se nota en su rostro, envejecido por los años.

Hombre: Pareja de ella, tipo joven, meditabundo y sensato, el ultimo día no pudo dormir, su rostro reflejaba el desanimo y la frustración, cerrando sus ojos evitaba que lo traicionaran las lagrimas. A pesar del dolor decidió hacer aquello que por algún tiempo había pensado… renunciar a su pareja para ir en buscar su la felicidad.

 

Además se considera que en la escena, los Padres de la mujer representan un papel importante porque son: Personas dominantes e impositivas, acostumbrados a que las cosas se hacen como ellos mandan, sin admitir discusión alguna.

El concepto creativo surgirá una vez que la mujer testimonia su desventura, recordando y lamentándose lo que no pudo ser.

 

9. EL STORYBOARD

Recree mentalmente la acción de los personajes en el storyboard:

« Creí conocer tus inquietudes y cuando te ibas lejos para después volver, supuse que necesitabas instantes de privacidad. Yo te dejaba hacer lo que quisieras. Creí que no había razón para quejarte, y pensaba que éramos felices, que nunca habría inconformidad. Hacíamos viajes, íbamos al cine, dábamos paseos y nos hacíamos regalos. Más de lo que siempre hace una pareja. Pero tú querías algo más y no me lo decías«.

« Tenías momentos en los que te acercabas a mí, me abrazabas y me decías cuanto me querías, que nunca habías sido tan feliz y no lo serías más que en ese momento ¿Qué más podía pedirle a la vida? Convivir con mis padres, mis hermanos y alguien como tú, en aquellos días me hacía sentir orgullo de mí misma, de ti, y de pasar juntos el resto de nuestras vidas«.

« Pero tú querías algo más y no me lo decías. El último día me desperté con enorme sorpresa, el alboroto de una discusión rompió la frágil privacidad de la habitación. Supe que discutías con mis padres y había cosas que ya estaban empaquetadas. Parecía que ya no viviríamos allí. Me mirabas con el rostro desencajado y decías que no colaboraba, que no respetaba tus planes, que así nunca tendrías una familia. Yo me esforzaba por calmarte, por cederte mi sitio en aquel hogar, pero ya todo estaba escrito, las cosas eran tuyas, nada era mío. Me tomaste entre tus brazos y besaste mi frente, no quisiste verme a la cara y me dijiste que te irías porque aquí no habría más lugar que el que nos permitían. Aún sin comprender vi cerrarse la puerta tras de ti. Abatida estalle en un mar de llanto, con lágrimas que no brotaban de mis ojos, sino de mi alma«.

« Han pasado los meses, los años y demasiado tarde comprendí lo que tú querías: Una familia tuya y mía. Hoy vivo en la soledad, con el recuerdo de tu sombra. Padezco de una vana esperanza, esa que no desaparece aunque uno cierre la puerta, creyendo cada día, que del otro lado, al abrir reaparecerás, sólo tú, para encender mi vida, una vez más«.

 

10. EL ARGUMENTO DEL MENSAJE

Un argumento construido para sintetizar el dramatismo del storyboard es: «LÁGRIMAS Y EUFORIA», que recrea una emotividad comunicando a partir de los factores de estimulo contrapuestos que existen en el storyboard.

1). LÁGRIMAS representa pesadumbre, adversidad, dolor, la necesidad de encontrar atención, consuelo o esperanza y el sacrificio que se tiene en la búsqueda de algo.

2). EUFORIA representa un estado de ánimo propenso al optimismo, la sensación de bienestar o de la satisfacción por el logro de algo.

3). LÁGRIMAS Y EUFORIA se emplea como un copy que comunica una posición incomoda: la situación que enfrenta la persona al encontrarse entre la espada y la pared, entre la pesadumbre y el optimismo, entre lo deseable e indeseable, entre el desanimo y la dicha.

Analicemos enseguida la propuesta de codificación.

 

11. DESARROLLO DEL CONCEPTO CREATIVO

Examine detenidamente los aspectos relevantes de la argumentación creada.

 

1). Influencia usuaria: La influencia usuaria deberá ser estimulada representando en el concepto creativo a una mujer entre la espada y la pared, que puede sufrir la desesperanza y la pesadumbre al tomar una decisión equivocada. Para que el interlocutor transmita un rol proactivo en la valoración y conveniencia de una Vivienda BRISA, el concepto debe orientar la decisión de la influencia usuaria.

2). Influencia económica: Deberá ser representada en el concepto creativo como un tipo sensato pero de decisión firme, capaz de superar la adversidad para cumplir sus ideales, su actitud es el origen de la pesadumbre de la influencia usuaria, lo que motivaría el rol proactivo. Su influencia es determinante en la adquisición de una casa, sin embargo, para transmitir la importancia de su decisión, el interlocutor deberá aparecer dentro del concepto creativo decidido a buscar estabilidad, por supuesto, en camino a ser feliz..

La propuesta del concepto creativo debe enfatizar en una Vivienda BRISA como una oportunidad, sin representar la edificación y el espacio físico habitable sino la expectativa de un hogar, donde las personas encuentran armonía y paz, además la Vivienda BRISA se proyectará como una realidad objetiva que ofrece calidad de vida.

 

12. CODIFICACIÓN DEL CONCEPTO CREATIVO

Boceteando el Storyboard: «El Ultimo Día».

 

 

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13. CONTINUACIÓN DE LA CODIFICACIÓN

La codificación de «Lágrimas y Euforia» evidentemente funcionará mejor empleando un código visual apuntalado por un código kinésico. Sin embargo, la problemática radica en cómo codificar aquello que se comunicará y que respuesta se espera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

14. EL DUMMIE DE UN IMPRESO

Finalmente, la codificación del concepto creativo se plasma un dummie, que es una representación previa del promoinstrumento diseñado, a fin de que se valore el funcionamiento de la comunicación. En esta ejemplificación se elaboraron un par de carteles complementarios, a los cuales habrá que agregarles información estratégica como datos de ubicación, números de contacto, etc.

LÁGRIMAS Y EUFORIA: En camino de un hogar feliz

 

DE UNAS LÁGRIMAS A LA EUFORIA: Un hogar feliz para siempre

 

Capítulo 15: Conclusiones

Las agencias publicitarias generalmente «juegan» en el mercado de las «grandes ligas», es decir, tienen equipos admirables de talento creativo para elaborar las estrategias de comunicación que las firmas poderosas requieren, con grandes presupuestos, por ello resulta caro para las pequeñas y medianas empresas hacer una publicidad de relumbrón, sin embargo, esto no quiere decir que estén impedidas de comunicarse con sus clientes, especialmente si se comprende que en esencia la publicidad es creatividad y los promointrumentos son únicamente formas, que pueden ser compensadas. ¡Si no puede pagar la publicidad en radio, atrévase a grabar un mensaje con gran imaginación y difundirlo con un altavoz!

Bibliografía:

1.    Cohen, Dorothy. Publicidad comercial. Editorial Diana, México D.F. 1990.

2.    Ferrer Eulalio. Del diario de un publicista. Editorial Diana S.A., México D.F. 1993.

3.    Ferrer Eulalio. De la lucha de clases a la lucha de frases. Editorial Aguilar, 1992

4.    Regouby Christian. La comunicación global. Addison Wesley Iberoamericana. México, 1992.

5.    Ricci Bitti, Pio E. y Bruna Zani. La comunicación como proceso social. CNCA-Grijalbo, México, D.F. 1990.

6.    Wells, W. y J. Burnett. Publicidad. Prentice Hall Hispanoamericana. México D.F.1994.

www.mailxmail.com/curso/empresa/publicidad

 

 

http://www.mailxmail.com/curso/empresa/campanapuclicitaria/capitulo2.htm

 

Según Expertos en la Materia:

O´Guinn, Allen y Semenik, autores del libro «Publicidad», consideran que algunos de los tipos básicos de publicidad se basan en metas funcionales, es decir, en lo que el anunciante trata de lograr. Las metas funcionales incluyen [1]:

  • Estimulación de la demanda primaria: Consiste en que el anunciante trata de crear demanda para una categoría de producto en general. En su forma pura, el propósito de este tipo de publicidad es educar a los compradores potenciales en cuanto a los valores fundamentales del tipo de producto, en lugar de destacar una marca específica dentro de la categoría del producto [1].
  • Estimulación de la demanda selectiva: Su propósito es señalar los beneficios particulares de una marca en comparación con las de la competencia [1].
  • Publicidad de respuesta directa: Es un tipo de publicidad que solicita al receptor del mensaje actuar de inmediato [1]. Por ejemplo, los anuncios en televisión que tratan de estimular a los receptores a que compren un determinado producto a un precio especial o con un buen descuento que solo durará hasta la medianoche.
  • Publicidad de respuesta retardada: En lugar de buscar el estímulo de la acción inmediata del público, la publicidad de respuesta retardada busca crear el reconocimiento y la aprobación de una marca a lo largo del tiempo. Por lo general, la publicidad de respuesta retardada trata de generar el conocimiento de la marca, refuerza los beneficios de su uso y establece un gusto general por la marca [1].
  • Publicidad empresarial: No se diseña para promover una marca específica, sino que funciona para establecer una actitud favorable hacia una compañía como un todo, por ejemplo, Xerox e IBM [1].

Laura Fischer y Jorge Espejo, autores del libro «Mercadotecnia», proponen una lista que incluye diez tipos de publicidad [2]:

  1. Propaganda: Tipo de publicidad que se realiza en medios masivos de comunicación para difundir ideas políticas y religiosas [2].
  2. Publicidad de acuerdo a quién lo patrocina: Se divide en [2]:
      • Publicidad por fabricantes
      • Publicidad por intermediarios
      • Publicidad hecha por una organización no lucrativa
      • Publicidad por organizaciones no comerciales / no lucrativas, como hospitales.
      • Publicidad en cooperativa

 

  1. Publicidad de acuerdo con la forma de pago: Por ejemplo, publicidad inidvidual, patrocinada por un individuo o una organización que actúa en lo individual [2].
  2. Publicidad en cooperativa: Se divide en [2]:
      • Publicidad en cooperativa horizontal: El costo es compartido por los empresarios a diferentes niveles dentro del canal de distribución.
      • Publicidad en cooperativa vertical: Un grupo de empresarios comparte el gasto al mismo nivel dentro del canal de distribución. Por lo tanto, los fabricantes y mayoristas comparten los costos de la publicidad hecha para minoristas o fabricantes, y los minoristas comparten los costos de la publicidad para los consumidores.
  1. Publicidad de acuerdo con el tipo y propósito del mensaje: Se divide en [2]:
      • Publicidad para estimular la demanda primaria: Se promueve la demanda para una clase general de productos y se estimula la aceptación de una idea o un concepto revolucionario acerca de un producto. Este tipo de publicidad se utiliza principalmente en la introducción de productos nuevos para el mercado.
      • Publicidad para estimular la demanda selectiva: Se promueve la demanda de una marca específica.
  2. Publicidad según el propósito del mensaje: Se divide en [2]:
      • Publicidad de acción directa: Tiene el propósito de generar una conducta inmediata o una acción en el mercado, por ejemplo, la publicidad que se hace los jueves en los periódicos para estimular las ventas del fin de semana.
      • Publicidad de acción indirecta: Está encaminada a obtener el reconocimiento de un producto, a desarrollar actitudes favorables como prerrequisito para la acción de compra.
  3. Publicidad según el enfoque del mensaje: Se divide en [2]:
      • Publicidad en el producto: Su proposito es informar acerca del producto.
      • Publicidad institucional: Crea una imagen favorable del anunciante.
      • Publicidad de patronazgo: El vendedor trata de atraer clientes apelando a motivos de compra de tipo patronal más que a motivos de compra de un producto.
      • Publicidad de relaciones públicas: Se usa para crear una imagen favorable de la empresa ante empleados, accionistas o público en general.
      • Publicidad de servicio público: Su objetivo es cambiar actitudes o conductas para el bien de la comunidad o el público en general.
  4. Publicidad de acuerdo al receptor: Se divide en [2]:
      • Publicidad a consumidores: Por ejemplo, publicidad nacional respaldada por fabricantes o publicidad local patrocinada por los minoristas y dirigida a los consumidores.
      • Publicidad a fabricantes: Se divide en: 1) Publicidad a organizaciones comerciales, 2) publicidad profesional y 3) publicidad boca a boca.
  5. Publicidad social: Tiene como objetivo primordial el tratar de contrarrestar los efectos de la publicidad comercial. Orienta al consumidor para que no haga gastos superfluos y compre solo lo indispensable [2].
  6. Publicidad subliminal: Son mensajes que se captan pero no se descubren. Su alcance es insospechado, es invisible a todos los sentidos y su gran recurso está en el uso del sexo. El objetivo de este tipo de publicidad es vender mediante la atracción subliminal de la atención a necesidades reprimidas existentes a nivel subconsciente o inconsciente de la mente del individuo que percibe dicho mensaje [2].

Stanton, Etzel y Walker, autores del libro «Fundamentos de Marketing», proporcionan una clasificación, que a criterio de los autores, es muy útil para comprender el alcance y los tipos de publicidad, y que se divide según [3]:

  1. La audiencia meta: Consumidores o empresas: Un anuncio se dirige tanto a consumidores o a empresas; así, es publicidad de consumo o bien publicidad de negocio a negocio [3].
  2. El tipo de demanda: Primaria o selectiva: La publicidad de demanda primaria está diseñada para estimular la demanda de una categoría genérica de un producto como café, electricidad o ropa de algodón. En cambio, la publicidad de demanda selectiva tiene por objeto estimular la demanda de marcas específicas [3].
  3. El mensaje: De productos o institucional: Toda la publicidad selectiva se clasifica como de productos o instituciones. La publicidad de productos se centra en un producto o marca. Se subdivide en [3]:
      • Publicidad de acción directa: Es la que busca una respuesta rápida, por ejemplo, un anuncio en una revista que lleva un cupón que exhorta al lector a enviarla para solicitar una muestra gratuita.
      • Publicidad de acción indirecta: Está destinada a estimular la demanda en un periodo extenso. Su finalidad es informar o recordar a los consumidores de la existencia del producto y señalar sus beneficios.
  4. La fuente: Comercial o social: Aunque se centra aquí la atención en los mensajes comerciales, la forma más valiosa de este apoyo es la no comercial, en que un amigo o pariente fiables recomiendan un producto [3].

Fuentes Consultadas:

[1]: Del libro: Publicidad, de O´Guinn Tomas, Allen Chris y Semenik Richard, International Thomson Editores, 1999, Págs. 19 al 22.
[2]: Del libro: Mercadotecnia, Tercera Edición, de L. Fischer y J. Espejo, Mc Graw Hill, Pág. 348.
[3]: Del libro: Fundamentos de Marketing, 13va. Edición, de Stanton, Etzel y Walker, Mc Graw Hill, Págs. 622 y 623.

http://www.promonegocios.net/mercadotecnia/publicidad-tipos.html

 

http://www.alazraki.com.mx/web/intro.html

Marco metodológico

La Agenda Televisiva

Diversidad Cultural o Propuesta Global?

 

Por: Delia Crovi Druetta,

Maestra e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

 

 

Pensar hoy en día en una civilización global como unidad de la diversisad, nos conduce directamente a reflexionar acerca de la centralidad que los medios masivos de comunicación tienen dentro de ese proceso. No son actores únicos, pero si insoslayables, en especial los electrónicos y dentro de ellos la televisión por ser el de mayor cobertura y penetración.

 

«(…) tendremos que añadir otra función a las ya conocidas de los medios: la función de articulación. Los medios suministran a la gente las palabras y las frases que pueden utilizar para defender un punto de vista. Si la gente no encuentra expresiones habituales, repetidas con frecuencia, en favor de su punto de vista, cae en el silencio; se vuelve muda», dice Elisabeth Noëlle-Neumann

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «(1)#(1)»

.

Sin duda cuando hablamos de procesos de globalización, es la televisión la que ejercer un lugar de privilegio en esa función de articulación. Hay quienes piensan que Internet o las promisorias carreteras de la información, están desplazando a la televisión. En cierta forma esto es cierto, ya que según algunas fuentes la televisión invirtió 50 años en conseguir la penetración influencia que hoy día tiene, mientras que Internet lo logró en tan sólo 14

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «(2)#(2)»

 

. Sin embargo, a mi juicio el contenido televisivo es el que mejor se ajusta a esa ilusión globalizadora de lo cultural, y es por ello que será el sujeto principal de estas reflexiones.

Creo que es en la pantalla casera donde se da, de manera más nítida, esa tensión permanente entre lo global y lo local, entre unidad y diversidad. Su análisis es complejo, ofrece diversos puntos de aproximación, algunos muy contradictorios. Intentaré abordar sólo algunos de estos puntos.

 

En los últimos años, la televisión (tanto la mexicana como la del resto del mundo, cada una con sus particularidades), ha experimentado un profundo proceso de cambio en el que establezco tres ejes sustantivos, interrelacionados entre si:

 

1. Desplazamiento del modelo de televisión pública por el de TV privada.

2. Alianzas de capitales multinacionales que fortalecen los monopolios y oligopolios mediáticos.

3. Cambios sustantivos en la integración de la programación televisiva, como producto de la lucha que desarrollan los dueños de las empresas mediáticas por ganar audiencia.

 

Veamos cada uno de ello, no sin antes mencionar que de estos ejes, quizá el que más ha sido estudiado es el segundo, o sea, las alianzas de capitales trasnacionales.

 

 

1. La Televisión Privada Desplaza a la Pública.

 

El desplazamiento del modelo de TV pública por el de televisión privada, es un fenómeno que se ha dado en todo el mundo, aunque bajo formas diversas. Este proceso va mucho más allá de la simple privatización de los canales que pertenecían al Estado. Involucra también un modo de hacer televisión y de concebirla, ya que mientras para la TV pública este medio debe brindar un servicio comunicativo a su comunidad, para la privada su razón de ser está en la ganancia.

En México, como sabemos, las pésimas condiciones financieras del Instituto Mexicano de Televisión, IMEVISION, fue uno de los argumentos que dieran origen al proceso privatizador. Sin duda en su corta vida IMEVISION había sido modelo de dispendio y mala administración, por lo que ese fue un argumento muy válido, aunque insuficiente.

 

Y fue insuficiente porque la privatización de los canales en manos del Estado no se explica sólo por razones de orden económico. La venta de las televisoras fue acompañada por otros aspectos, como flexibilizar en muchos sentidos la lectura de la legislación vigente en materia de medios masivos de comunicación, aumentar la compra de programas producidos en el exterior y cambiar la tónica general de los contenidos televisivos, tema sobre el que volveré más adelante.

 

No voy a referirme a las peripecias del proceso privatizador llevado a cabo en México, acerca del cual existe mucha información. Sólo recordaré que como producto de ello las cadenas 7 y 13 del Estado se vendieron a la empresa Televisión Azteca, canal 22 pasó a ser un canal cultural, mientras el 11 conservaba su mismo sistema de propiedad y Televisa seguía con sus cuatro canales, aunque con la ventaja de haber recibido de manos de la Secretaría de Comunicación y Transportes, la autorización para operar 62 repetidoras, que hicieron del 9 una red nacional.

 

Sin embargo, hubo dos tipos de privatizaciones: la abierta, anunciada mediante licitación pública del 7 y el 13; y otra, evidente pero más disimulada, según la cual tanto el 11 como el 22 comenzaron a incluir publicidad bajo el ambigüo sistema de patrocinio. Esto nos da como resultado un cambio total porque en estos momentos todos los canales abiertos que se transmiten desde el Distrito Federal están, de algún modo, sujetos a la tiranía publicitaria.

 

El proceso privatizador implicó asimismo, quitar fuerza a las televisoras regionales que venían en un camino ascendente, reduciéndolas en muchos casos a voceros de los gobiernos estatales. En este sentido, es la propia por Secretaría de Comunicaciones y Transportes quien proporciona datos muy esclarecedores: entre 1988 y 1994 las estaciones de TV concesionadas a particulares (con fines de lucro) pasaron de 129 a 301, mientras que las permisionadas (sin fines de lucro) se redujeron de 276 a 110

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «(3)#(3)»

 

Teóricamente, al redefinirse el papel del Estado en materia de televisión, no sólo se reduciría el gasto público en este rubro, sino que se estaría regresando al conjunto de la sociedad su acceso a la producción televisiva. Dicho en otros términos, la libre competencia del mercado en el ámbito televisivo, se reflejaría en una mayor pluralidad de expresiones dentro de las programaciones, gracias a propuestas que provendrían de diversos sectores sociales. Sabemos que en la práctica esto no se ha dado. Las razones son varias.

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «f1#f1»

 

En primer lugar, las producciones televisivas independientes o representativas de grupos sociales plurales no han logrado un mayor acceso a la televisión existente que, por otra parte, ha experimentado modificaciones que no van en el sentido esperado. En efecto, la televisión abierta no aumentó su oferta. El único cambio notorio se produjo en 1995, con la aparición del canal 40, de cobertura limitada por transmitir en la banda de UHF. Como contrapartida, la televisión de paga ha aumentado sustantivamente su oferta al pasar de 9 canales en 1989 a 51 en 1996. Sin embargo, cabe señalar que en 1995 en la ciudad de México y su área conurbada, apenas el 8.2% de la población recibía los servicios de la TV de paga vía cable o señal restringida, quedando el resto a merced de los anuncios que sostienen a los canales abiertos

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «(4)#(4)»

.

Tenemos entonces que el nuevo modelo, a través de la televisión aérea o abierta, estandariza su agenda de contenidos, buscando una suerte de civilización global, una especie de hilo conductor común a todos los telespectadores, cualquiera sea su condición social, o sea, la ya mencionada función de articulación. Sin embargo, al mismo tiempo, a partir de la televisión de paga cuyo acceso está restringido a pequeños grupos de la sociedad mexicana, diversifica su oferta temática no sólo aumentando el número de canales, sino en sus formatos y procedencia de los programas.

 

2. Las Alianzas Trasnacionales

 

Este segundo eje de análisis está profundamente vinculado con el primero. En todo el mundo las tendencias privatizadoras se caracterizan por fortalecer a los oligopolios nacionales y trasnacionales, facilitando sólidas alianzas económicas.

 

Históricamente, los sistemas de propiedad de los medios, sus dueños y los grupos que los detentan han sido los más estudiados. Por esa razón no insistiremos una vez más sobre su importancia. Basta recordar, a modo de ejemplo, algunos de los acuerdos suscritos con grandes empresas trasnacionales por las televisoras abiertas privadas de México: Televisión Azteca con Telemundo y sus intentos de alianza con NBC; Televisa con O Globo, News Corporation y TCI además de su vinculación anterior con Univisión, Argentina ATC, Galavisión, entre otras; o Canal 40, emisora que de inicio integra capitales trasnacionales (mexicanos del Grupo Promotora de Empresas, Antena 3 de España, Artear de Argentina y de la agencia Reuter).

 

En el ámbito de la TV de paga, a pesar de su escasa penetración, las alianzas no han sido menos sólidas, en especial a últimas fechas para la explotación del servicio de Televisión Directa al Hogar, donde varias empresas han iniciado una ardua lucha con el fin de ganar audiencia para sus proyectos. Entre ellas destacan:

 

a.    Direct TV Latinoamérica, formada por Multivisión de México, Hughes Communication de Estados Unidos, TV Abril de Brasil y la Organización Cisneros de Venezuela;

 

b.    Sky, de Televisa con las ya mencionadas O Globo de Brasil, News Corporation y TCI, ambas de Estados Unidos;

 

c. Telered, perteneciente a Medcom, empresa mexicana que hasta hace pocos meses manejara al grupo Radio Red, la cual según se afirma se ha aliado a Carlos Slim, dueño de Teléfonos de México y accionista de Cablevisión, y

d. Direct TVI, empresa perteneciente al grupo de radiodifusoras ACIR de México

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La técnica general de estas alianzas es ganar audiencias, pero este propósito tiene muchas aristas.

 

«(…) la concentración de medios de comunicación está relacionada con cuestiones económicas, tecnológicas y políticas. La comprensión de dichas cuestiones debería ser el punto de partida de cualquier investigación que pretenda sugerir políticas de comunicación acertadas. Ciertamente, algunos de los razonamientos sobre el pluralismo de los medios de comunicación son resultado de las perspectivas que reducen los medios de comunicación a negocios convencionales o a sistemas técnicos para la transmisión o a simples instrumentos políticos y culturales»

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En efecto, estamos ante un proceso complejo en el que las razones de índole económica resultan las más obvias, aunque no las únicas. Tenemos por ejemplo que en materia de contenidos las grandes empresas mediáticas con sus fusiones económicas priorizan la distribución relegando la producción, con el consiguiente perjuicio para la diversidad cultural que imponen las producciones televisivas locales. Desde esta perspectiva, es claro que las alianzas de capitales no han hecho más que ir cerrando las puertas a los discursos diversificados que reflejan rasgos culturales regionales.

 

Como contrapartida, la repetición internacional de canales va tejiendo un hilo unificador a nivel global que simultáneamente permite seguir una telenovela, una serie televisiva o los últimos acontecimientos noticiosos, en las pantallas caseras de Santiago de Chile, Buenos Aires, Tegucigalpa o Panamá. Así, las fuertes alianzas económicas constituyen hoy en día el sólido andamiaje de distribución creado por las multinacionales del audiovisual, que se reconoce como proceso de globalización.

 

3. ¿Más Unidad que Diversidad?

 

Desde la perspectiva cultural es el tercer eje de nuestras reflexiones, referido a la programación, el que ofrece mayor riqueza de análisis. Suele ser también el menos explorado debido a las dificultades que representa su estudio.

 

A mi juicio la programación es el punto de encuentro entre las estructuras económicas y de poder que controlan a las televisoras y su público. Son dos extremos que a pesar de su contacto permanente, curiosamente, se conocen poco. Los receptores saben nada o casi nada sobre los dueños de esos canales a los que cada día entregan horas de sus vidas, al grado que estudios de campo realizados en México muestran que el público ignora cuales son los canales del Estado y cuales los de Televisa o TV Azteca. Esto, entre paréntesis, dice mucho sobre la escasa diferenciación que existe entre ellos. Pero tampoco los dueños conocen bien a bien a sus audiencias, como no sean sus potencialidades como consumidores.

 

Sin embargo, cada día ambos extremos se juntan, confluyen en la programación, hilo conductor de innumerables

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individualidades que se encuentran en comentarios, información sobre hechos de actualidad o reflexiones que suelen ser simples pretextos para la interacción. La función de articulación ya mencionada o tal vez una suerte de comunicación fática que permite verificar si el otro está allí, compartiendo el mismo mundo, la misma globalidad. Decíamos antes que el éxito de las alianzas económicas se puede medir por el crecimiento de la audiencia, que permite generar más ganancias originadas en la publicidad. Sin embargo, a mi juicio el actual proceso globalizador ha acentuado la función de distribución de los medios, o dicho en otros términos, las fusiones buscan por lo general ganar cobertura y se interesan menos por aumentar la producción televisiva.

 

Es indudable que el desarrollo tecnológico fue un gran aliado para este cambio de perspectiva. Hoy en día, gracias a la capacidad redistributiva de los satélites, es posible inundar el globo terráqueo con las mismas señales. Pero esto tiene sus costos: no se puede abarcar a un público tan globalizado, sin tener que resignar, en buena medida, lo regional y lo local.

 

Dentro de las agendas que establecen las televisoras, tanto de noticias como de entretenimiento, se opta entonces por aquellos temas que pueden competir exitosamente en la búsqueda de audiencia. Eco, por ejemplo, elude informar sobre muchos hechos de la realidad mexicana no sólo por razones de índole política, también lo hace para dejar espacio a otros más internacionales.

 

Las series, las telenovelas, los programas de entretenimiento, los nuevos formatos televisivos (como el talk show o el reality show), tienden a la uniformidad más que a la diversidad. Los matices se dan, en algunos casos, en los usos locales del lenguaje, en los controles sociales establecidos por las normas vigentes (por ejemplo, para la TV mexicana no está permitido el uso de malas palabras o groserías, algo bastante común en la otras televisiones).

 

Todo parece indicar que es la publicidad donde se gana más espacio para la diversidad. Vemos que, salvo cuando se trata de marcas consumidas internacionalmente de manera masiva (refrescos o algunas bebidas alcohólicas), la publicidad pone mucha atención en ganar su nicho de mercado, es decir, ese segmento preciso de receptores capaces de consumir el producto anunciado. Esto obliga a los productores de promocionales a trabajar con factores de identificación con la cultura local mucho más precisos.

 

Tras la Revancha

 

Sin duda la lectura que acabamos de hacer de la tendencia globalizadora marcada por la televisión no deja de ser una realidad. No obstante, creer en su eficacia total sería tanto como regresar a la superada hipótesis de la omnipotencia de los medios. Hoy en día estamos asistiendo a una suerte de revancha por parte de los telespectadores, que no es más que su capacidad de respuesta frente a la propuesta de cultura global que cultiva la televisión.

 

¿Ambiguo? En efecto lo es, porque el juego entre globalidad y diversidad cultural está presente en la televisión y no siempre se realiza sin conflictos y contradicciones.

 

En principio, el desafío que presenta la contradicción globalidad-diversidad cultural es estudiar la agenda televisiva desde otra óptica, que nos permita reflexionar y profundizar más allá de los objetivos de lucro que persiguen sus controladores.

 

Buscando establecer estos nuevos parámetros, durante una semana del mes de marzo de 1995, investigadores canadienses y mexicanos realizamos un análisis simultáneo de programación televisiva en la zona de Quebec y en las ciudades de Monterrey, Guadalajara y México. Los resultados obtenidos fueron sorprendentes

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En ambos países el porcentaje dedicado a programas televisivos extranjeros fue cercano al 42% del total de horas emitidas. Sin embargo, en Canadá pudo verse que desde 1982 a 1994 hubo una mejora en la presencia de contenidos de origen local en la pantalla casera, comprobándose un auge de un 20% en favor de los programas canadienses. En México en cambio habíamos perdido alrededor de un 5% de programación local en favor de la extranjera.

 

Estas cifras sin duda echaban por tierra las hipótesis del crecimiento sustantivo de la programación extranjera y amenazaban incluso las pretensiones globalizadoras de las empresas mediáticas.

 

La pregunta es ¿qué está pasando entonces con esa pretendida globalización de la cultura vía las agendas televisivas? Quienes participamos en ese proyecto de investigación, percibimos que no sólo podíamos cuestionar los viejos métodos para analizar la programación, sino que simultáneamente se estaba dando una respuesta-revancha por parte de los telespectadores.

 

Procedimos entonces a hacer lecturas de carácter cualitativo, en las que corroboramos que los receptores optan por las producciones locales. Por ejemplo, en el caso de la ciudad de México los cinco primeros lugares de rating fueron ocupados por producciones locales, dicho sea de paso, todas de Televisa. Este fenómeno se reproduce en otras localidades: los regiomontanos prefieren ver producciones de Monterrey y en Jalisco los programas hechos en Guadalajara. En 1993 algo similar había arrojado un estudio que realizamos en la televisión de frontera: tanto en Ciudad Juárez como en Tijuana, los receptores afirmaban preferir programas locales (algunos de ellos francamente malos) en lugar de los que se reciben del otro lado, más glamorosos y con recursos productivos mucho más generosos

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Por otra parte, trabajos cualitativos en los que se aplicó la metodología de grupos focales tanto en adultos como en jóvenes, arrojan resultados similares: los receptores prefieren ver producciones locales. Esto no significa, claro está, que la gente no vea El Renegado, Los Simpson o El juego de la Oca, que fueron los programas extranjeros más mencionados en los momentos de efectuar esos estudios, sino que estos no desplazaban a algunas telenovelas mexicanas o a Siempre en domingo.

 

Vale la pena mencionar también algunos datos que aparecen, de forma paralela en estos estudios, que cuestionan aún más las hipótesis de la TV como instrumento globalizador por execelencia. Uno de ellos es el auge de la radio como fuente informativa y el lugar privilegiado que ocupan los conductores de programas matutinos de noticias en la credibilidad y orientación de los receptores, en detrimento de programas noticiosos de la televisión.

 

Otro dato interesante es el aumento de programas con participación del público (concursos, reality show, talk show, entre otros), donde los asistentes a riesgo de ser ridiculizados, desafían al medio permitiéndose el peligroso juego de exhibir públicamente sus problemas. Esta exhibición pública, que puede tener un final feliz o reprobatorio, lleva al espectador común a lo público, transformándolo en parte de esa urdimbre conductora de lo anónimo, lo global, pero también los muestra ante lo cercano, el vecino, el amigo, el familiar que ve y oye su participación en TV.

 

En materia de recepción televisiva, estamos así ante un campo de trabajo ávido de respuestas, que debe ser explorado sistemáticamente y sobre todo, con criterios teóricos y metodologías renovados.

 

Reflexiones Finales

 

Quiero concluir estas reflexiones sugiriendo algunos aspectos que a mi juicio el diseño de una política nacional de comunicación no puede pasar por alto:

 

1. Los cambios operados por los sistemas televisivos han puesto sobre el tapete una asignatura pendiente en materia de medios masivos de comunicación: la legislación. En el caso mexicano, aún cuando se sigue evitando el tema, es evidente que la presión ejercida desde la academia, los profesionales de los medios, los partidos políticos y diversos grupos sociales, está orillando a un cambio inevitable. En este sentido cabe destacar que una política nacional de comunicación debe partir de los necesarios cambios en la legislación, aunque no se agotarse sólo en este aspecto.

 

2. La nueva estructura que posee la televisión, esencialmente comercial y multiplicadora de señales, propone contenidos que constituyen el hilo conductor de una cultura globalizadora. O dicho de otro modo, los contenidos televisivos ejercen una función de articulación a nivel global, en ocasiones para defender una idea o una opinión de carácter público. Sin embargo, esta oferta unificadora debe ser interpretada en interacción permanente con las fuerzas locales, que ejercen una indudable acción diversificadora. En este sentido, el Estado debería retomar la defensa de las producciones locales y regionales, garantizando su independencia de las grandes cadenas televisivas trasnacionales.

 

3. La uniformidad de contenidos alcanzada con las alianzas trasnacionales de capitales, está trayendo como consecuencia pugnas entre los grandes grupos mediáticos. En efecto, a partir de producciones locales son ahora estos mismos grupos los que buscan diferenciarse, enfrentándose de manera abierta a sus competidores para ganar audiencias (ej. telenovelas de TV Azteca, la llamada guerra de la televisoras, Cablevisión versus Multivisión, etc.)

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Para impedir que este tipo de competencia se desarrolle en un nivel de agresión, violencia y amarillismo que involucra a toda la ciudadanía, es urgente que el Estado regule y de seguimiento a este tipo de enfrentamientos a través de un órgano de comunicación con amplia participación social.

 

4. La competencia por los mercados ha llevado también a que el público obtenga algunas ganancias en materia televisiva. En efecto, ante la creciente competencia estamos viendo con asombro que algunas televisoras regresan a la TV cultural o a géneros que fomentan la reflexión y la polémica, ya sea por medio de canales comercializados o dentro de la oferta de la televisión de paga (recordemos los casos de Horizontes, Discovery Channel, CNN, un canal de Noticias sobre América Latina que se está integrando o el propio canal 40, entre otros). Tanto la legislación como el órgano de amplia participación social que mencionábamos en el punto anterior, deben fortalecer esta tendencia.

 

5. Recuperación de lo público, como un espacio que hasta hace poco estaba vedado para las masas, vedado a esos seres anónimos que se amalgaman en lo que los publicistas llaman segmentos del mercado. Me refiero con esto, a políticas de comunicación que incluyan la recuperación de formas de interacción propias de la comunicación de doble vía: la conversación, los grupos pequeños (llamamos alternativos en los sesenta, hoy ejemplificados con las ONG), o la apertura de espacios para la acción como respuesta a la pasividad que fomenta la televisión privada.

 

6. Finalmente, esa tendencia de la TV de igualar, mimetizar, para ganar audiencias más amplias ha contribuido a producir una suerte de saturación, que ha llevado a los receptores a buscar en otros medios (Internet, por ejemplo), lo que la televisión ya no les da. Sin duda la apropiación de las nuevas tecnologías permiten una mayor independencia del usuario frente al contenido. Sabemos que estos nuevos medios siguen fortaleciendo el consumo individual, pero han renovado de manera significativa los procesos de recepción lo que sin duda nos plantea nuevos puntos de reflexión. Toda política de comunicación sería hoy deficiente si no incluyera no sólo normatividad sino lineamientos para el uso y la apropiación de los nuevos medios.

 

El estudio sistemático de la comunicación tiene apenas poco más de 50 años. Un tiempo muy breve si lo comparamos con los cambios operados por las ciencias sociales, el sorprendente desarrollo tecnológico que afecta directamente a la comunicación o la centralidad que han alcanzado los medios en las sociedades modernas cualquiera sea su grado de desarrollo económico. En estos 50 años se han respondido algunas de las preguntas que nos plantean tanto los medios como su influencia social. Sin embargo, son más las que aún no alcanzamos a responder.

 

¿Qué efectos tiene la televisión a largo plazo? ¿Qué papel está jugando en la formación de una cultura política? ¿Cómo ejerce esa función de articulación social que le atribuímos? ¿Qué sucede durante el proceso de recepción televisiva? ¿Qué papel juega la TV dentro de la globalización? y lo que es aún más importante ¿Cuáles son los aspectos que debe comprender una política nacional de comunicación para que asegure por un lado el libre ejercicio de la expresión y por otro, protega a los receptores frente a los abusos en los que suelen incurrir los medios? son algunos de los muchos interrogantes que debemos responder. A mi juicio, sólo una perspectiva interdisciplinaria seria en la que participen representantes de diversos sectores sociales, puede permitirnos captar la riqueza y complejidad de los proceso sociales de comunicación reflejándolos en una política de comunicación amplia y adecuada a los tiempos en que vivimos.

 

Notas al pie

(1) Noëlle-Neumann, Elisabeth, La espiral del silencio, Paidós Comunicación, España, 1995, p. 226.

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Regreso.

(2) Reforma, 28 de mayo de 1996, p. 14.

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Regreso.

(3) Crovi Druetta, Delia, Televisión y neoliberalismo. Su articulación en el caso mexicano, Tesis de doctorado. FCPyS, UNAM, México, 1996.

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Regreso.

(4) Crovi Druetta, Delia, op. cit.

HYPERLINK «http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n8/crovi4.htm» \l «r4#r4»

Regreso.

(5) Crovi Druetta, Delia, Medios de comunicación y gobernabilidad, ponencia presentada en el I Congreso Europeo de Latinoamericanistas «América Latina: Realidades y Perspectivas», Salamanca, España, junio de 1996.

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Regreso.

(6) Sánchez-Tabernero, Alfonso. «Concentración de la comunicación en Europa», Centre D’Investigació de la Comunicació de la Generalitat de Catalunya y The European Institute for the media, España, 1993, p. 32.

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Regreso.

(7) Me refiero al proyecto de investigación entre la Universidad de Quebec en Montreal y la UNAM, UAM-X, Universidad de Guadalajara, Iberoamericana e Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey que bajo el título Proyecto Monarca, Desarrollo de las industrias audiovisuales de México y Canadá frente al Tratado de Libre Comercio, estamos llevando a cabo desde 1993. Los datos citados fueron tomados del libro Desarrollo de las industrias Audiovisuales de México y Canadá. Proyecto Monarca, Delia Crovi (coord.), FCPyS, UNAM, 1996.

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Regreso.

(8) Investigación coordinada en 1993 por Soledad Robina, que contara con financiamiento del Fideicomiso México-Estados Unidos, acerca de la televisión de frontera en Ciudad Juárez-El Paso y Tijuana-San Diego, cuyos resultados son inéditos.

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Regreso.

(9) Cabe recordar que este proceso a la postre trajo como consecuencia en julio de 1996, la conocida guerra de las televisoras, donde tanto Televisa como Televisión Azteca y Multivisión, asolearon algunos trapitos que permanecían ocultos a la opinión pública desde el inicio de las privatizaciones. Estos trapos sucios, no obstante, habían sido denunciados reiteradamente por los investigadores de la comunicación. Una vez más vale la pena recordar aquí a Hinkelammert que sostiene: los medios son como cámaras fotográficas, pueden fotografiar a todo el mundo menos a si mismos.

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Regreso.

Créditos Fotografías:

El Popocatépetl desde el Sacromonte en Amecameca. Estado de México. Hugo Brehme.

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Regreso

El Popocatépetl en erupción desde Tlamacas. Estado de México. Hugo Brehme.

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La cultura global occidental vs lo local oriental

Los Simpson en Arabia seguirán siendo los originales?

 

Por: Paola Gabriela López Arnaut

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ITESM Campus Monterrey

 

Palabras Clave: Identidad, Cultura, Globalización, Televisión, Adaptación, Productos Culturales, Imperialismo Cultural.

 

Objetivo

La finalidad de este trabajo es abordar el fenómeno de la globalización de los productos culturales occidentales que se insertan en una cultura local oriental, en específico el caso de la transmisión de la serie animada Los Simpson en Arabia Saudita y de este modo explicar que a partir de estos intercambios interculturales que llevan significados de lo global a lo local se da la glocalización, fenómeno que ocasiona que las series televisivas sean adaptadas para incrustarse en la cultura receptora de productos culturales extranjeros.

 

Introducción

 

Los Simpson, son una serie animada de televisión que retrata a una familia estadounidense disfuncional y que también representa una sucesión sutil de reflexiones sobre la vida cotidiana y la cultura norteamericana. De ahí que para poder ser transmitida en los Emiratos Árabes tuvo que sufrir ciertas transformaciones, por ejemplo Homero se llama Omar Shamshoon , no come donas sino galletas tradicionales árabes llamadas khak, no bebe cerveza sino refresco y tampoco come tocino ni salchichas sino carne asada a la egipcia.

 

Dichas adaptaciones se llevaron a cabo por causas religiosas pues no hay que olvidar que en Arabia la mayor parte de la población practica el Islam.

 

Lo poco que sabemos de esta cultura nos llega a través de los medios de información y nos hace pensar que son una sociedad aislada, cerrada y atrasada pero no es así pues el televisor a color en los hogares, inunda con sonidos, imágenes e innumerables mensajes la sala-habitación de las casas. De esta manera cada familia está interconectada ya sea a Los Ángeles, París o Inglaterra y pueden consumir Los Simpson (ahora Al Shamshoon ) , American Idol (Star Academy en Líbano) o Survivor.

 

Aunque este no es un trabajo que aborde el impacto de la televisión en la vida local de la sociedad árabe, sí está enfocado en la televisión como medio de influencia cultural pues recordemos que el centro de la vida de los Simpson es el televisor frente al cual se sientan cada uno de los miembros de la familia de piel amarilla, a ver la parodia de Tom y Jerry (Itchy & Scratchy en inglés o Tomy y Daly en la versión al español).

 

Por un lado, Los Simpsons, en su versión árabe, debutaron durante el Ramadan, una época de alto encendido de la televisión de esa región que, por ser un mes sagrado de purificación, las familias están la mayor parte del día dentro del hogar. Por supuesto que la animación original ha sido respetada, pero las voces se doblan al árabe y los guiones de cada capítulo se han adaptado para hacer la transmisión más accesible y aceptable a estas audiencias.

 

Por otro lado la red de televisión árabe MBC ha hecho otras modificaciones a la serie, por ejemplo el travieso Bart ahora se llama Badr, y el bar de Moe ha sido totalmente reescrito. Otros personajes que han salido del programa son el judío Krusty el payaso y el Reverendo Lovejoy, aparentemente para evitar que “corrompan” al público, además de que la cadena MBC contrató actores árabes para darles voz a los personajes.

 

Si bien sabemos que la comercialización de estos productos culturales occidentales tienen un fin meramente económico también es importante analizar cómo y cuáles son las transformaciones que sufren los programas de entretenimiento televisivo para acceder a una cultura que es completamente distinta en cuanto lenguaje, tradiciones y religión como es el caso de los Emiratos Árabes. Así aunque el mundo no llegue a convertirse en la “aldea global” que imaginó McLuhan, cada lugar del planeta ya sea rural o urbano se está globalizando a través de los medios electrónicos, en especial por la televisión, la cual muestra una sintetizada visión del mundo e imágenes de numerosas culturas que llegan cada vez con más frecuencia y velocidad a cada poblado, barrio o aldea para ser adaptadas, mezcladas, apropiadas o rechazadas por la cultura que las recibe.

 

El mercado para animaciones dobladas al árabe es enorme si se considera que cerca de 60% de la población del mundo árabe tiene menos de 20 años y dentro de éstos el 40% menos de 15 años. “La traducción al árabe tendrá un auge inmenso en los próximos años”, comentó El-Hakim, jefa de contenido árabe de MBC. “Somos tan impresionables y aspiramos tanto a ser como Occidente, que tomamos cualquier cosa que creamos es un símbolo o una manifestación de la cultura occidental. Primero fueron las series animadas japonesas como Pokemon y Digimon, pero ahora los estadounidenses han tomado el control”, afirmó.

 

Al Shamshoon (Los Simpson) se transmiten a diario al principio del horario triple A y han comenzado con la primera temporada del programa. Si tiene éxito, MBC prevé traducir al árabe las otras 16 temporadas. No hay que olvidar que el triunfo de Los Simpsons en Arabia, no sólo depende de cuanta gente los vea o de qué tantos productos de la familia disfuncional estadounidense se compren, sino de la capacidad que tenga la audiencia de apreciar la intertextualidad (la alusión explícita de un texto o programa dentro de otro) de una serie animada que para muchos musulmanes es ajena.

 

Abriéndole la puerta a la televisión

 

Si bien es cierto que el mundo se ha convertido, a partir de la industrialización y el desarrollo de la tecnología, en una red de relaciones sociales en donde no solo hay un flujo de mercancías sino también de personas y de significados, es evidente que dichos significados que llegan a diversas regiones a través de la televisión confluyan, se mezclen, se rechacen o se reproduzcan en distintas culturas.

 

Ahora bien, partiendo del supuesto de que el consumo de televisión tiene un bajo costo económico y que para la mayoría de los televidentes está a su amplia y cómoda disposición dentro de su hogar, el de sus familiares o amigos que visitan, el ver televisión resulta atractivo pues sólo requiere un grado mínimo de esfuerzo y cada vez hay más canales y programas disponibles durante las veinticuatro horas del día. Un aspecto interesante es el acortamiento de distancias pues si antes la información se transmitía desde centros nacionales, ahora la tecnología, los satélites, el Internet hace posible la recepción de programas en todo el mundo y que las imágenes y los mensajes fluyan de manera más rápida hacia todos los rincones del planeta sin olvidar que la programación disponible para los televidentes proviene de distintas fuentes y de innumerables puntos de partida que cubren diversos temas, intereses, orientaciones o preferencias.

 

Tal vez una de las características más importantes de la televisión es su rostro amigable, su apariencia amena, su influencia cultural y su presencia inofensiva. El hecho de que la televisión aparentemente esté bajo nuestro control y presente puntos de vista poco críticos (por lo menos no tan explícitos), genera que no se le vea como un aparato amenazador, sino al contrario, debido al entretenimiento que ofrece, la diversión y el placer que se obtiene al mirarla hace que casi todas las familias en todo el mundo le abran la puerta de su casa.

 

Mucho se ha comentado si las imágenes y los mensajes que la televisión transmite causan algún efecto nocivo a la región que llega o si impactan la cultura de la audiencia que las consume modificando así sus actitudes o sus creencias. No es necesario que los mensajes sean resultado de campañas con fines determinados (Salzman, 1997, p. 328), o que se lancen comerciales persuasivos o violentos con el fin de cambiar cierta actitud del televidente, tan sólo pensemos, por ejemplo en las telenovelas que reflejan problemas cotidianos, pero que pueden convertirse en modelos para el cambio de distintos entornos culturales. De ahí que las series televisivas que expresan discursos o dinámicas de una sociedad determinada (la estadounidense por ejemplo), se conviertan en desafíos cuando se transmiten en otros contextos culturales completamente opuestos, como la cultura árabe.

 

La televisión es de occidente

 

En el contexto de la globalización los significados culturales de diferentes lugares geográficos, se pueden mezclar entre sí y yuxtaponerse de tal forma que los valores y sentidos que involucra la gente se extiendan más allá del espacio físico. Así la televisión “es un proyecto surgido en Occidente que sigue dominado por los poderes económicos de Estados Unidos” (Barker, 1999) y que también domina los flujos de las programaciones que se exportan hacia otras partes del mundo.

 

Sin embargo no es mi intención hablar de un imperialismo cultural ni poner en discusión el repetido debate sobre la homogeneización de la cultura, sino dejar en claro que más allá de un obvio imperialismo mediático, los significados que las audiencias sacan de la televisión son impredecibles, contradictorios y heterogéneos pues no sólo los mensajes audiovisuales extranjeros son polisémicos y hegemónicos sino que las producciones propias también lo son y los televidentes de pronto se acostumbran a leer entre líneas tanto el discurso local-propio como el global-ajeno.

 

Las tensiones entre lo global y lo local saltan a la vista en estos casos donde se le tienen que hacer varias adaptaciones a un producto cultural extranjero para que tenga éxito en otra cultura. Por un lado se tiene una enorme popularidad de telenovelas, noticieros, programas de concursos, deportivos o musicales, construidos con la fórmula hollywoodense, dirigidos a cierto público, tal es el caso de Dallas, The price is rigth, Sesame Street, Big Brother o Los Simpsons.

 

Pero por otro lado estas mismas series han fracasado al ser transmitidas en otra región, por ejemplo Dallas en Japón. Si bien es cierto que estamos experimentando la emergencia de un estilo internacional que vende ciertos valores, estereotipos y modos narrativos acelerados, también es cierto que en muchos casos se conservan las maneras de hablar regionales, los escenarios locales y los ritmos narrativos lentos, es decir, se tiene que dar (como si fuera una tendencia obligada por factores e intereses económicos de las industrias culturales) una glocalización para que el producto global pueda ser consumido y aceptado en la cultura local en la que se inserta.

 

Ver los Simpson en Arabia…

 

Entendiendo a la globalización como ese proceso rápido y complejo de interconexiones entre sociedades, culturas, instituciones e individuos en el mundo (Tomlinson, 1997) que nos hace ver planeta más pequeño, las distancias más cortas y el sentido de que los seres humanos estamos cada vez más cerca y, dentro de una revolución tecnológica centrada en los medios de información, podemos decir que la base material de la sociedad se ha ido modificando de manera acelerada. De ahí que se vea a la globalización como una modernidad que no imponga sino que acepte pluralmente tradiciones diversas (Canclini, 2003), pero más allá de la aceptación, no hay que olvidar que los nuevos recursos tecnológicos no son neutrales ni omnipotentes y la ya mencionada innovación implica también cambios culturales.

 

Podría decirse que existen antecedentes históricos, desde que empezaron los primeros intercambios entre sociedades de distintas culturas, en las cuales se insertaban elementos ajenos de una y otra para establecer relaciones económicas, culturales, sociales y por supuesto de poder para dominar/controlar en algunos aspectos (o en todos) a cierta sociedad y al mismo tiempo impactar en su identidad.

 

Pero entonces debemos reflexionar cómo es que un producto cultural ajeno a la sociedad árabe, como es el caso de Los Simpson, puede introducirse a cada hogar durante los días sagrados del Ramadán, cómo le hace la empresa Fox para vender un producto que parodia-critica a la sociedad estadounidense, que se burla de ella y resalta los defectos tanto de los individuos como de la colectividad norteamericana, qué es lo que se tiene que generar para que esta fórmula exitosa de entretenimiento occidental sea también aceptada, transmitida, apropiada, rentable, consumida y divertida en una cadena de televisión oriental que produce y reproduce segmentos de la realidad árabe al mismo tiempo que expone mensajes, imágenes y estereotipos de Estados Unidos quienes, paradójicamente, se han encargado de elaborar un discurso deliberado de la cultura oriental como el opuesto binario de los valores y los usos fundamentales de la sociedad estadounidense.

 

Es a partir de esto que se debe empezar a plantear el dilema entre lo que es local y lo que corresponde a lo externo o a el contexto mundial. Es como si se hiciera una distinción entre “lo propio y lo ajeno” de cada cultura, sin olvidar que la cultura no es fija sino dinámica, “esencialmente móvil más que estática” (Tomlinson, 2001). Así poco a poco se teje la red de los sistemas internacionales y las distribuciones del poder entre las naciones. Lo que sí es realmente importante es ver cómo los elementos globales luchan, vencen, se enajenan, se imponen para insertarse, hibridarse, salirse o asimilarse en el contexto local. Es ahí cuando se habla de una glocalización o tropicalización del producto.

 

Se observa que a partir de estas transformaciones tecnológicas, culturales, sociales, religiosas y económicas, lo medios de comunicación han atestiguado igualmente dichos cambios. La televisión ha seguido desdibujando los contornos de la vida pública y privada, los televidentes se convierten en espectadores de dramas de la vida real y los jóvenes son un foco de atención para los anunciantes (Robertson, 2003). Esto no quiere decir que dejemos de ver televisión porque es mala y sus mensajes sean consecuencia de un plan malévolo del Estado o que sus comedias, su frivolidad y sus bromas aunado a su efecto tranquilizante, “hipnotizador” causen un efecto adormecedor en los espectadores como si estuviéramos dirigidos por la vigilante pantalla del Gran Hermano que describe George Orwell en su novela 1984. No, no se trata de eso. Ya bien sabemos las polaridades, los desencuentros y las yuxtaposiciones culturales que causa la televisión globalizada: ganadores vs. perdedores, urbano vs. rural, la distribución de las personas en dominantes vs. marginados, metropolitanos y periféricos (Mattelart y Neveu, 2004).

 

De lo que se trata es de las percepciones en la experiencia humana, pues la globalización refleja también las consecuencias materiales de nuestros deseos de seguridad y bienestar. Lo que importa aquí es saber hasta qué punto la globalización permite una mejor comprensión de las fuerzas que nos rodean y si asegura que nuestras interacciones globales siguen siendo beneficiosas para unos y perjudiciales para otros.

 

Lo interesante es estar al tanto de en qué medida un producto cultural ajeno puede afectar la identidad, las costumbres, la percepción o las actitudes en la audiencia que lo consume, conocer si impacta en lo propio, pues finalmente a pesar de todas las modificaciones que sufra el producto para poder ser trasladado, traducido y vendido en un mercado prometedor, no deja de tener su sello original estadounidense y la garantía de que fue creado para entretener, distraer ya que su esencia es divertir a las masas.

 

Finalmente, me queda claro lo complejo que es analizar una serie televisiva animada, primero por la combinación de los géneros narrativos-audiovisuales que ésta contiene y segundo porque la televisión en la era globalizada, permite a todos conocer cosas de las vidas e identidades culturales de los demás sin salir de casa, pero al mismo tiempo se vuelve más complicado cuando se ha vivido en Tijuana, en la frontera a Estados Unidos y pude ver Los Simpsons en inglés en el canal Fox luego, gracias a la fácil movilidad que da la globalización, los veo doblados al español por televisión nacional en Monterrey y analizo sus transformaciones en Arabia.

 

Los Simpson siguen siendo los originales aunque se transmitan en diferentes idiomas en distintos países, aunque Homero ya no tome cerveza ni coma donas y hot-dogs, a pesar de que ahora se llame Omar, pues la relación entre el producto mediático y la cultura es una sutil combinación de mediaciones, es decir, la multiplicidad de significados que la audiencia haga está mediada por la experiencia vivida en lo cotidiano, en lo local.

 

Referencias bibliográficas.

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Barker, Ch. (2003). Televisión, Globalización e identidades culturales. Barcelona: Paidós Comunicación.

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García Canclini, N. (2003). Culturas Híbridas. México: Grijalbo.

Martín, J. (1987). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía, Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

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Tres olas de globalización: historia de una conciencia global,

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Páginas en internet

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Globalización y cultura

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Mario Margulis*

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cultura Global

 

 

*Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Subsidios UBACYT CS 022 y 007.

1. Dado que concebimos a la cultura como una dimensión de todos los fenómenos sociales -distinguible analíticamente pero no separable como proceso autónomo-, entendemos que el análisis de la globalización desde la dimensión cultural está íntimamente vinculado con el estudio de ese proceso en el plano histórico, económico, político y financiero.

 

La expansión internacional está implícita en la dinámica del capitalismo y acompaña su evolución histórica, incluyendo los procesos de acumulación que dieron lugar al desarrollo de este modo de producción. Entre las tendencias que el análisis del capitalismo pone de manifiesto se destacan aquellas ligadas con los impulsos hacia una productividad creciente, hacia el aumento en la composición orgánica y técnica del capital, los procesos de concentración y centralización y la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Estas tendencias complejas, que no operan de manera lineal y encuentran procesos que las contrarrestan, se han comprobado en el largo plazo y están presentes en las modalidades expansivas del capitalismo en su etapa actual y en las pujas por constituir y hegemonizar nuevos mercados.

 

Desde la conquista de América, fenómeno ligado con el desarrollo de las fuerzas productivas en la Europa de los siglos XV y XVI, que pone de manifiesto un estado de internacionalización de procesos económicos y políticos (el comienzo de la economía-mundo de la que habla Wallerstein), los aspectos culturales aparecen acompañando de manera manifiesta a los procesos políticos, económicos y militares. La conquista trasciende, por ejemplo en México, no tanto por el desplazamiento de la clase dominante indígena luego de la derrota militar, cosa que ya había ocurrido anteriormente, sino por la radical imposición de la otredad. Claro que esto incluye la otredad económica y tecnológica, pero lo que constituyó la transformación más radical, la verdadera ruptura, fue el ingreso y la implantación de la otredad cultural: una nueva manera de concebir y significar el mundo, de procesar el tiempo y el espacio, los valores y los alimentos, las relaciones humanas y las relaciones con los dioses.

 

La internacionalización de los fenómenos económicos ha ido avanzando, atravesando diferentes etapas históricas. Los cambios culturales han acompañado de manera compleja los episodios derivados del intercambio comercial y la intromisión política en todos los continentes. La reflexión sobre cultura y el intrincado itinerario semántico que atravesó este concepto, están profundamente vinculados con el desarrollo de la tecnología y con el avance colonial que puso a los europeos en contacto con costumbres diferentes y con extraños modos de vivir y de resolver los problemas de la existencia. En el siglo XIX los antropólogos acompañaron en sus viajes a los administradores de la aventura colonial, así como los misioneros acompañaban a los soldados en la conquista de América.

 

El tema que da lugar al concepto globalización es, pues, antiguo,1 sólo que ahora encuentra una palabra nueva, que algunos diferencian de conceptos afines (mundialización, internacionalización); acerca de estas diferencias y la incidencia ideológica del concepto dejaremos abierto un paréntesis considerando que requieren mayor reflexión. Sin embargo, es dable pensar que los procesos ocurridos en los siglos precedentes difieren profundamente de los fenómenos contemporáneos, aunque podrían encontrarse homologías relacionadas con los conflictivos procesos que han dado lugar a la constitución de hegemonías.

 

El eje central de las diferencias radica en el acelerado cambio tecnológico. El cambio en cuanto a la cantidad -por ejemplo, la velocidad- genera un cambio en la calidad de los fenómenos. En el plano de las comunicaciones y transportes, para ejemplificar con un caso concreto, no podemos comparar un sistema mundial cuyas comunicaciones estaban -en sus inicios- en el plano del Galeón de Acapulco, con los procesos de mundialización actuales, caracterizados por tremendos avances tecnológicos, el mundo de las computadoras, de la autopista informática, de la televisión satelital. En el primer caso, un intercambio de mensajes entre el Rey de España y el gobernador de Filipinas podría demorar bastante más de un año, en el segundo la comunicación es instantánea, en tiempo real, entre países distantes.

 

Para Renato Ortiz (1994:14) «internacionalización se refiere, simplemente, al aumento de la extensión geográfica de las actividades económicas más allá de las fronteras nacionales. No se trata, entonces, de un fenómeno nuevo. La globalización de la actividad económica es cualitativamente diferente. Es una forma más avanzada y compleja de internacionalización, implicando un cierto grado de integración funcional entre las actividades económicas dispersas. El concepto se aplica, por lo tanto, a la producción, distribución y consumo de bienes y servicios organizados a partir de una estrategia mundial y dirigidos hacia un mercado mundial. Esto corresponde a un nivel y a una complejidad de la historia económica en el cual las partes, antes internacionales se funden ahora en una nueva síntesis: el mercado mundial». R.Ortiz se apoya en el sociólogo brasileño Octavio Ianni, quien afirma que en los análisis sociológicos habituales, el individuo y la sociedad son considerados, implícitamente, en términos de relaciones, procesos o estructuras nacionales, en cambio, las dimensiones globales de la realidad social están aún poco presentes en tales análisis.

 

Hay sectores en los que se aprecia un mayor impacto de la innovación tecnológica y de la internacionalización de sus actividades. Tal el caso del mundo financiero, de los mercados de acciones y commodities, de los mercados monetarios, y también el campo de las comunicaciones: los massmedia, llevados a escala mundial a partir de los satélites comunicacionales. Es evidente, en estas temáticas y en otras vinculadas con la alta tecnología, la interconexión a escala mundial, la repercusión de acontecimientos locales en el conjunto (por ejemplo, el llamado «efecto tequila»), la trasmisión a otros continentes de los programas televisivos y, más aun, la trasmisión a nivel planetario de ciertos sucesos (Guerra del Golfo, juegos Olímpicos, mundial de fútbol). Existe el antecedente del cine, que familiarizó al mundo entero con el star system y los lenguajes y estética generados en Hollywood y otros centros de producción. Pero hay que tomar en cuenta antes de asumir acríticamente ciertos sentidos que parecen fluir de la palabra globalización, que no existe una distribución uniforme de actores económicos y sociales homogéneos esparcidos por el globo, desde los cuales se emiten y reciben mensajes, bienes y servicios, sino que en todos los órdenes y planos de la tal globalización predominan pluralidades y asimetrías vinculadas con la concentración desigual de la riqueza, de la tecnología y del poder, incluyendo la concentración de la capacidad de emisión y recepción de los mensajes, sean éstos de orden financiero, informático o relativos a las industrias massmediáticas.

 

Entendemos que hay que analizar y descifrar el contenido semántico de la palabra globalización -sobre todo en su referencia a lo cultural- y también poner de manifiesto sus posibles cargas ideológicas. Es necesario pensar en aplicar, desde la perspectiva de la economía y tecnología actuales, análisis que tomen en cuenta las desigualdades económicas y técnicas, las concentraciones de poder y de riqueza y la calidad y dirección de los flujos. Los mensajes, así como los nuevos códigos, ¿no tienen acaso que ver con el predominio de los centros dominantes en la innovación tecnológica y en el plano financiero? ¿No hay un paralelismo entre la globalización cultural, en cuanto a poder de institución en el plano de lo simbólico, con la hegemonía financiera, política, tecnológica y militar? ¿Existe una geografía de los flujos culturales desvinculada de los ejes territoriales de concentración del poder y la riqueza?

 

A título de ejemplificación cabe mencionar la concentración de funciones en el plano financiero, comunicacional, económico y político en algunas pocas ciudades: «cuanto mayor es la mundialización de la economía, mayor es la aglomeración de las funciones centrales en las ciudades globales» (Sassen, l992).2

 

2. Para que las avanzadas tecnologías actuantes en el plano de la informática y la comunicación, por ejemplo Internet, puedan funcionar, se precisa compartir no solamente competencias informáticas, se requiere previamente, y sobre todo, compartir redes significativas, códigos, valores, atribuciones de sentido, o sea, fenómenos de la esfera de lo cultural que hagan posible la comunicación entre actores diseminados en el mundo.

 

El intercambio de productos, la mundialización de algunos bienes o servicios, como la Coca-cola, el automóvil o los servicios bancarios, requieren también, previamente, sistemas de percepción y apreciación compartidos, códigos comunes, una cierta estandarización en los signos, valores y ritmos. El consumo avanza sobre la cultura, más aun, se inserta en ella. Cada nuevo producto coloniza un espacio semiológico, se legitima en un mundo de sentidos y de signos, arraiga en un humus cultural. Un ejemplo, acaso brutal, es la frase atribuida a un ejecutivo en ocasión del proyecto de instalación de McDonald’s en Moscú, cuando el sistema soviético estaba todavía en vigencia: «we are going to Mcdonaldize them», fue la sintética afirmación que llevaba implícita la decisión de instalar un ámbito de gustos, velocidades y valores, abrirse camino, no sólo en un contexto político-económico poco propicio, también en un antiguo espacio cultural cargado con tradiciones culinarias y estéticas.

 

3. La publicidad televisiva de una conocida tarjeta de crédito pone de manifiesto claramente la combinación de sistemas de signos globales con los códigos de la cultura local. La tarjeta de crédito, empleada en los más diferentes contextos sociales, culturales y geográficos, supone competencias, saberes compartidos, interpretaciones comunes, una fe impoluta en la omnipotencia y omnipresencia del dinero, aun en sus más extrañas rencarnaciones, en suma, un nicho cultural global que se inserta en el marco de las más variadas y aparentemente irreductibles manifestaciones de lo local.

 

Este ejemplo alude, tangencialmente, a uno de los grandes temas que plantea la globalización en el plano de la cultura: la intersección de lo global con lo local, el nivel de las identidades, su evolución y nuevas formas de emergencia, la hibridación.

Todo nuevo producto, y más un bien producido por una empresa mundial para su consumo en ámbitos diversos, coloniza un territorio cultural, influye sobre las costumbres, los hábitos, los gustos y valores, requiere un capital cultural para su uso y, con frecuencia, inicia una cadena de nuevos lenguajes.

 

Insistiremos en el tema del efecto cultural de los consumos, en los requisitos semiológicos vinculados con la incorporación de un nuevo producto -bien o servicio- en el proceso de colonización de mercados lejanos. Podría decirse que los nuevos héroes de la épica global trabajan hoy para los grandes conglomerados industriales o financieros: en el mundo actual Odiseo, Jasón o Eneas serían funcionarios de la IBM, Coca-cola, Sony, Disney o bien de los grandes bancos y agencias financieras.

 

También, es preciso tomar en cuenta la forma en que la cultura local incorpora la novedad, cómo la interpreta y le asigna un lugar en su trama de significados. Los consumos no son uniformes, el consumo de bienes, al igual que el consumo de mensajes, suele ser creativo: la gente decodifica productos y mensajes en el marco de su cultura local, sus condiciones de vida y de relación y su capital simbólico. Por lo tanto, si bien podemos afirmar la influencia cultural y las grandes transformaciones que la mundialización de bienes, servicios y mensajes ocasionan en el plano local, nada autoriza a presuponer una drástica uniformidad de las culturas locales, la convergencia -en un futuro próximo- en la «aldea global», con la consiguiente desaparición de las identidades particulares.

 

A título de hipótesis podríamos pensar que existen en cada sociedad códigos culturales superpuestos, tramas de sentido que tienen diferente alcance espacial: desde los códigos particulares que sólo afectan a pequeños grupos -tribus que comparten contraseñas identificatorias-, códigos más amplios que abarcan zonas urbanas o regiones que participan de un mismo lenguaje, memoria, costumbres, valores, creencias y tradiciones y, por último, ámbitos de lo cultural vinculados a la irrupción de la globalidad en el plano local, dentro de la esfera de los consumos de productos de todo orden -incluidos los massmediáticos- que requieren de competencias particulares y que originan formas locales de metabolismo y aplicación de los lenguajes, significados, valores y ritmos implícitos en los productos. Y estas tramas culturales superpuestas están en constante intercambio y transformación, sumidas en procesos de cambio y en luchas por la constitución e imposición de sentidos que, por supuesto, no están desvinculadas de las pujas y conflictos que arraigan en la dinámica social.

 

Los países latinoamericanos, entre ellos la Argentina, estuvieron incluidos desde un comienzo en un sistema mundial de relaciones económicas, políticas y culturales. En nuestro país el proceso es peculiar: en su consolidación como nación pesó la herencia del pasado, las tradiciones y formas culturales de la colonia, en especial el idioma, a lo que se incorporaron -por medio del intenso proceso migratorio y por las particularidades ideológicas del proceso de constitución nacional- una avalancha de gentes, de costumbres, de hábitos idiomáticos, amén de formas de organización de las instituciones, de la economía y de los territorios que poco tenían que ver con los aportes culturales de los inmigrantes.

 

La construcción de la nación, en un proyecto que apuntaba a imponer la modernidad europea, incorporó también un modelo cultural específico, o sea, los sistemas simbólicos que acompañaban a las instituciones y la importación de formas de organización, de aparatos legales y avances tecnológicos. Así se va constituyendo la identidad, con elementos que responden a universos simbólicos diferentes. Sobre la trama que queda del mundo colonial se van incorporando los rasgos locales que traen los migrantes: idiomas, hábitos, costumbres culinarias…, pero el conjunto es procesado por modelos culturales, económicos, legales e institucionales que provienen de Inglaterra, Francia y los Estados Unidos (países que poco aportaron en cuanto a inmigración), por formas de procesar el espacio y el tiempo derivados del desarrollo del ferrocarril, los procesos mercantiles y por los códigos jurídicos tomados de los países capitalistas más avanzados.

 

También incidieron en la conformación de nuestra cultura las modalidades de expansión de las ciudades modernas y los patrones vigentes de la modernidad se extendieron a los artículos de consumo, a las modas, a la educación, a los deportes.4 A estos procesos se agrega, a partir del auge de la prensa y de la radio, del cine y más recientemente, la televisión, una aceleración y una nueva modalidad de recepción de mensajes, que cambia en calidad y cantidad las formas de producción y difusión de los elementos que intervienen en la configuración y renovación de los códigos culturales.

 

Otro aspecto que se suele señalar en la literatura sobre el tema es la llamada desterritorialización. No sólo una porción significativa de los bienes que se consumen son producidos fuera de cada nación, con las consecuencias culturales implicadas en esta homogeneización de los productos, sobre todo en el plano de los procesos culturales involucrados en la tendencia hacia la uniformización de los consumos; también los mensajes que se consumen (medios de comunicación, publicidad) son en buena proporción elaborados fuera del país.

 

Asimismo, se suele destacar que el incremento de los procesos de migración internacional determina la continuidad de culturas nacionales localizadas fuera del territorio de origen. Lógicamente, estas poblaciones emigradas entran en un proceso de evolución diferente respecto de aquellas que permanecen localizadas en el territorio original. No está de más mencionar que los procesos de desregularización, recomendados por la avanzada neoliberal, suponen, entre otras cosas, eliminar trabas para la circulación de mercancías y capitales, pero no incluyen ni propician la equivalente libre circulación de personas en tanto portadores de fuerza de trabajo.

 

El tema tiene asimismo que ver con el auge de los medios de comunicación, la posesión desigual de los recursos comunicacionales y la dirección dominante de los flujos. Aspectos problemáticos ligados con la producción y dominio de las tecnologías, que configuran o confirman hegemonías constituidas en el plano del intercambio desigual tradicional, ahora se vuelven más complejos al afirmarse en las condiciones técnicas y económicas que son estratégicas para imponerse en el intercambio desigual de bienes y capitales culturales. Por otra parte, la tendencia a reducir el papel de los Estados nacionales en favor de las empresas transnacionales opera también en el terreno de la cultura.

 

Para que diferentes países y regiones puedan comunicarse, interactuar, generalizar sus transacciones entre regiones distantes, se producen modificaciones sustanciales sobre ejes centrales de la cultura: se transforman los códigos que organizan la percepción, vivencia y apreciación respecto del tiempo y del espacio. Con el desarrollo del capitalismo se tornó necesario avanzar sobre la separación entre tiempo y espacio. Pero con la globalización hay que ir más lejos, superar las versiones locales del tiempo para poder comunicarse, o sea, instalar la simultaneidad en tiempos culturales distintos, en horas diferentes del día y de la noche. Comunicaciones con, por ejemplo, el Japón o con otros sitios del planeta, necesarias en el plano de las transferencias financieras, requieren superar las diferencias horarias locales, crear un nuevo ritmo temporal, independiente de los meridianos, de la rotación de la Tierra, de la sucesión del día y la noche, para poder ejecutar transacciones o comunicaciones de todo tipo (la trasmisión de ciertos acontecimientos por la TV, como el caso del mundial de fútbol, implican complicadas operaciones para hallar la mejor combinación entre tiempo y espacio, entre tiempo local -en que se juega el partido- y tiempos a nivel global que conjuguen espacialmente las audiencias más remunerativas).

 

El dinero es quizás el principal producto, no sólo económico y financiero, también cultural, que instala en el mundo entero un marco de significaciones compartidas, de valoraciones, ritmos, competencias y legitimidades. Si hay una cultura mundial que requiere uniformidad, habitus compartidos, significaciones indiscutibles, ritos y liturgias, es la implantada en el marco de las finanzas, en el campo veloz e intangible del dinero electrónico, que fluye en las entrañas de las computadoras, partiendo de Nueva York o Zurich para aterrizar, casi instantáneamente en Tokio o Singapur.

 

El mundo de las finanzas, acaso dominante en la economía moderna, se construye sobre lenguajes y valores compartidos, sistemas de signos universales y también sobre un amplio campo de fe, un nuevo modo de religiosidad, cuyos pontífices ofician desde ciertos lugares de culto: Moody’s, Standard & Poor’s, Bundesbank, FMI, Merryl Lynch, Wall Street, Financial Times…

El dinero se vuelve cada vez más abstracto, menos ligado a su referente material. No es ya una mercancía privilegiada, la materialidad del oro que se almacena en Fort Knox o los míticos lingotes que obstruían el paso en nuestro Banco Central. El dinero es ahora, más que nunca, un símbolo, un hecho no sólo económico, cada vez más cultural, un signo alimentado por la fiabilidad de sus emisores, un acto de fe; y al mismo tiempo se torna más liviano, más ágil, más veloz. El dinero es el principal producto global, un producto virtual que, aligerado de materialidad, puede circular y reproducirse en la intimidad de las computadoras.

 

En su virtualidad va perdiendo relación con su antiguo referente, la riqueza. Como otros signos, ingresa en la hiperrealidad, ya no se sabe cuál es el signo y cuál es el referente. El mapa se confunde con el territorio.

 

5. La actividad financiera es tal vez el paradigma de la globalización. Exige borrar toda resistencia local, los mensajes financieros viajan por un mundo de signos compartidos, se ha borrado casi todo resabio local que pueda obstruir el fluir de los mensajes, el espacio ya no importa, subyugado por esta comunicación instantánea donde las transferencias de riqueza ya no requieren navíos fuertemente protegidos o cámaras blindadas. La liviandad del dinero es consistente con la abolición del espacio y la ligereza del tiempo. Los signos de las cosas se comunican entre sí, domestican los lenguajes, se imponen sobre todos los obstáculos. A esto se llama la voz de los mercados, que nunca duermen y velan por la racionalidad universal.

 

En síntesis, la mentada globalización no es un fenómeno nuevo; remite a procesos inherentes a la evolución del capitalismo y a sus contradicciones. Exhibe, en el período actual, una aceleración, un cambio en cantidad y cualidad vinculada con el desarrollo de las fuerzas productivas, con el avance de las políticas neoliberales y sus mensajes ideológicos y, en particular, con el sorprendente progreso tecnológico en el plano de la trasmisión de información. Tampoco son nuevas sus influencias culturales: hay un cambio en intensidad, relativa a la velocidad y eficacia con que se difunden los nuevos productos y los mensajes massmediáticos. Pero es aventurado sacar conclusiones fáciles acerca de las identidades y las culturas locales. La diversidad también cunde y se expande alimentada por el aumento de los contactos con lo diferente y por la mayor cantidad de ingredientes que la abundancia de información suministra.

 

La identidad social es un concepto que tiene un fuerte matiz relacional, se actualiza y se refuerza en el contacto, en la comunicación, en el intercambio con lo otro, con lo diferente. Entra en acción cuando los códigos propios hacen crisis, encuentran su límite en el intento de comunicación. En tal sentido, si bien las identidades pueden ser sigilosamente sometidas a un proceso de uniformización a través de la oferta universal de los mismos productos y los mismos mensajes, también se genera un movimiento contrario, una reacción afirmativa de la identidad local, vinculada con la mayor exposición a nuevos contactos. Sin embargo, es también posible que la reducción progresiva de los espacios de interacción, el auge de la comunicación sin copresencia -por medio de la moderna informática y los medios masivos- vaya operando en el sentido de uniformar los códigos simbólicos.

 

En las ciudades modernas coexisten las manifestaciones locales con la «explosión de una arquitectura financiera, informática y turística»6 cuya estética y funcionalidad se multiplica en edificios semejantes a lo largo del planeta. En el lenguaje local de las ciudades, en su discurso expresivo, que revela su cultura e historia, se inserta el discurso universal y uniformado de las autopistas, aeropuertos, bancos, shoppings, un lenguaje compartido, exultante de modernidad y poco propicio a la adherencia de identidades locales. Sin embargo la ciudad en su cotidianidad procesa el conjunto, que incluye estas manifestaciones de modernidad trasnacional y las prácticas que determinan, las que conviven con la ciudad local, tejida en su desenvolvimiento histórico y con la ciudad virtual, la ciudad massmediática, que fluye de las pantallas insertas en los hogares.

 

También deben tenerse en cuenta los crecientes procesos de exclusión, los nuevos grupos de excluidos cada vez más numerosos que, además de los efectos que deriven de su agrupamiento en torno a demandas sociales, desarrollan nuevas formas culturales y articulan las identidades necesarias para sobrevivir en condiciones de carencia, privación y desigualdad.

 

Los análisis sobre la llamada globalización, incluyendo los que se orientan hacia su dimensión cultural, tienden muchas veces a naturalizar el orden existente y, al mismo tiempo, a no destacar las desigualdades, particularmente en el plano del dominio de las tecnologías de punta, en el poder militar, en los mercados financieros, en el control hegemónico de los medios de comunicación y en las normativas que regulan el aprovechamiento de los recursos naturales del planeta.7

 

Es en el desarrollo actual de los mercados y de las nuevas tecnologías de comunicación donde la globalización halla su expresión más intensa y el análisis tiene oportunidad de poner de manifiesto las diversas contradicciones no resueltas en el mundo social, a las que la naturalización a la que aludíamos y su consiguiente universo ideológico contribuyen a encubrir.

 

Tales contradicciones son propias de un orden emergente, simbolizado por la caída del Muro de Berlín, que se caracteriza por una aceleración en la productividad económica, la implementación de nuevas tecnologías, la consiguiente necesidad de formación, ordenamiento y control de nuevos mercados, el auge de las ideas neoliberales y la progresiva aplicación de éstas en un número creciente de naciones, tal vez como mecanismo que haga posible, no tanto el crecimiento económico, ni una mayor racionalidad en este plano y, mucho menos, un aumento del bienestar, sino, fundamentalmente, la reproducción del capitalismo en su etapa actual.8 Las políticas neoliberales estimularon la instalación de un marco legal que favoreciera y garantizara la circulación sin trabas de bienes y de capitales y propiciaron, con éxito, el retroceso del Estado de bienestar y la privatización de los servicios públicos, impulsando el retiro del Estado en beneficio de las empresas trasnacionales.

 

Las contradicciones principales de esta etapa, expuestas en forma sintética, se refieren a procesos no resueltos que contienen un gran potencial de conflictividad y de transformación social:

 

a. Contradicción entre la continuidad del Estado-nación y la trasnacionalización, sea bajo la forma de bloques de naciones o, sobre todo, por el protagonismo creciente de gigantescas empresas trasnacionales.

 

b. Contradicción entre racionalidad de los mercados y racionalidades locales relativas a la reproducción de la vida. Las formas actuales de esta contradicción, inherente al capitalismo, aparecen sobre todo en forma dramática en el creciente desempleo, en la masiva exclusión que crece rápidamente y ya alcanza, también, a los países más ricos, y que se expresa en la carencia de las seguridades económicas y de la dignidad social que confiere la posesión de un empleo, en la expansión de la pobreza, en la supresión progresiva de garantías públicas ante la vejez, la enfermedad, el desamparo, en la erosión y derrota de los movimientos obreros, en la desmovilización social y en el descrédito de los proyectos emancipatorios.

 

c. Contradicciones entre bloques de naciones: luchas por los mercados, disputas relacionadas con el control monopólico de materias primas y recursos escasos, con la hegemonía militar y el deterioro del medio ambiente.

Entre los efectos producidos por estas contradicciones se impone en la vida cotidiana el avance del desempleo, la pobreza y la inestabilidad laboral. La actual etapa de acumulación capitalista, cuyas condiciones técnicas, financieras e ideológicas dan lugar a la aceleración de la globalización, acarrean, aun en los países más avanzados, una profunda crisis en el sector asalariado: aumento del desempleo, limitaciones en la seguridad social, avance en la desprotección, pobreza y exclusión.

 

La estabilidad laboral ha sido durante muchos años, en los países más industrializados, la base de la inserción social, el soporte de los lazos sociales y de un sistema de representaciones y de prácticas integrado en los códigos culturales que regían la vida cotidiana. La crisis en la estabilidad laboral, el desempleo o su amenaza, la creciente desprotección social, erosionan los modos en que millones de individuos se ubican e identifican dentro de su medio social. Tal crisis impacta profundamente en la cultura. Se está planteando como problema, en países europeos, la necesidad de restaurar formas de dignidad que estén desvinculadas de los lugares sociales relacionados con el trabajo y la profesión, que tradicionalmente formaron parte de una noción de estabilidad e inclusión que abarca a la vivienda, la familia, el trato con los vecinos, el espacio ocupado en la comunidad.9

 

Y qué decir de países que desde hace mucho cuentan con vastos sectores de la población que carecen de seguridad social y de toda garantía pública para su reproducción. Países de América latina, donde los empleos asalariados han sido siempre insuficientes, en los que una parte importante de la fuerza de trabajo ha debido encontrar formas de subsistencia y de reproducción en las márgenes de la modernidad económica. La pobreza, estructural, avanza y la progresiva adopción de recetas neoliberales ha aumentado la exclusión, acarreando nuevos pobres que se suman en las estadísticas a las vastas poblaciones que desde siempre habían articulado estrategias económicas y culturales para sobrevivir. Estos nuevos pobres están en cierto modo en desventaja: no cuentan con los recursos culturales -que los pobres estructurales han desarrollado- para sobrevivir en las condiciones vigentes de pobreza y de exclusión.10

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

GLOBALIZACIÓN, CULTURA Y COMPLEJIDAD:

MIRADAS DESDE UN NODO PERIFÉRICO.

Víctor Manuel Andrade Guevara (1)

Introducción

Un escrito sobre la globalización a estas alturas puede ser únicamente un ejercicio más de megalomanía ante el alud de artículos, libros y discursos que existen sobre el tema al que, no sin cierta razón, algunos conciben como un significante vacío.

No obstante esta variedad de textos y abordajes –nos referimos exclusivamente a aquellos que se ubican en el campo de las ciencias sociales– parece ser que la mayoría de autores y tendencias han insistido en la practica errónea de analizar el fenómeno desde una perspectiva unidisciplinar, ignorando o, en todo caso, articulando de manera acrítica e incoherente las elaboraciones en otros campos disciplinares o en otras escuelas o corrientes teóricas distintas a aquella a la que se inscribe el autor en cuestión.

Desde un punto de vista epistemológico este abordaje es equivocado ya que establece una asincronía peligrosa entre los cambios paradigmáticos que se están dando en el campo de las ciencias sociales y el surgimiento de ese nuevo objeto que algunos denominan globalización y otros mundialización.

En efecto, podemos decir que el objeto teórico «Globalización» es un objeto «complejo» cuya recursividad y autorreflexión están cargados históricamente, mostrándose como un momento más en el proceso de cambio de las diferentes formas de objetivación de la especie humana cuya conciencia genérica empieza a abrirse paso. Esto implica que la globalización tiene al mismo tiempo una dimensión económica, una dimensión política, geográfica y cultural, o como diría Wallerstein, citando a Bruno Latour es un hecho natural al mismo tiempo que histórico y narrativo.

Roland Robertson se acerca al problema cuando plantea que la globalización es un fenómeno multidimensional; sin embargo, a pesar de la agudeza de su enfoque, no acierta a integrar esa multidimensionalidad en una construcción holística. Su multidimensionalidad es más analítica que real. Desde el punto de vista de los sistemas complejos – que por definición incluyen una dimensión histórica y, por lo tanto, la autonomía de los actores, los sistemas complejos no pueden ser deconstruidos analíticamente. Por el contrario, cada una de las dimensiones está en las otras y viceversa.

Por ello, se requiere un mayor intercambio entre historiadores, economistas, sociólogos, geógrafos, teóricos de la cultura y antropólogos, para construir una explicación–comprensión del fenómeno de la globalización que procure ser completa, tratando de ser fiel al principio expuesto por Hegel cuando afirmaba: la verdad es lo completo.

Esperando contribuir de manera modesta a tan desmesurada tarea, a continuación trato de establecer algunas coordenadas que nos ubiquen acerca de la relación entre globalización –considerada desde una perspectiva social y económica – y la teoría de la cultura.* Se repasa entonces, de manera muy somera, a los autores más significativos acerca del tema de la globalización en el plano económico y societal junto con aquellos que tocan el tema en relación con el mundo de la significación y las prácticas simbólicas cotidianas; es decir, la cultura.

El objetivo de este ensayo consiste en mostrar las principales aportaciones de estos teóricos así como señalar los déficit en sus análisis para, a partir de ahí, sugerir algunos elementos teóricos acerca de las posibles direcciones que puede tomar el intentar construir una explicación acerca de la globalización apoyada en el paradigma de la complejidad desde una perspectiva espaciotemporal situada en la periferia latinoamericana.

Es decir, se pretenden establecer algunas coordenadas para observar las relaciones entre el funcionamiento del mercado global –tanto el mercado de mercancías físicas como el mercado de dinero y de capitales como el mercado de fuerza de trabajo que son los hombres y las mujeres, y cuyo proceso de reproducción está sometido a una lógica de extracción de plusvalor y de intercambio desigual- con los procesos de significación y generación del sentido y las maneras en que estos procesos, a su vez, inciden en las relaciones de poder a escala global y local.

La Emergencia del Paradigma de la Globalización

La presión exitosa de los capitales y las instituciones financieras internacionales para promover la apertura de los mercados nacionales, el derrumbe de las sociedades de Europa Oriental y del paradigma del socialismo autoritario, las políticas privatizadoras y, de manera simultanea, la revolución en las tecnologías comunicacionales e informáticas y en los sistemas productivos, junto con la modificación en los hábitos de consumo y formas de vida que esto trajo consigo hicieron que se empezara a hablar de la llegada de una nueva etapa denominada Globalización. En la mayoría de los casos dicho término asumió un uso que podemos llamar «comercial»; término del que no pretendemos dar cuenta en este escrito. Por desgracia, ese parece ser el concepto más utilizado en los discursos políticos y en las conversaciones cotidianas, es, como acertadamente lo califica Jhon Saxe Fernández(2000), el concepto pop de la globalización. Este uso del término es el derivado del lenguaje utilizado por los académicos –principalmente economistas- que conciben como normal una economía de mercado extendida a todo el planeta en el que es posible un intercambio de equivalentes que no debe ser distorsionado por externalidades como el estado o las barreras étnicas o comunitarias. En general, para este tipo de autores, no existe una diferenciación entre lo que es el mercado y lo que es el capitalismo como modo específico de producción, mucho menos consideran como parte de los costos del crecimiento económico y la obtención de utilidades la destrucción del hábitat por la energía degradada para sostener el ritmo de acumulación o los impactos que debieran tener en el análisis cuestiones como la cultura, las formas societales y políticas o la construcción de identidades.

En esta teoría, desprendida de las determinaciones externas al discurso económico, se ha utilizado el concepto de globalización desde una perspectiva más bien descriptiva que hace alusión principalmente al fenómeno creciente de la apertura comercial y la determinación de los factores externos para la formulación de las políticas económicas nacionales y, principalmente, la mundialización del mercado de capitales; en especial, el capital financiero que excede en proporciones estratosféricas el intercambio de mercancías y de capital productivo. Esta literatura económica elude la explicación teórica, compensando a menudo esta deficiencia con sofisticados instrumentos modélicos y cuantitativos (2)

De igual forma, en su análisis económico privilegia los momentos de la circulación y el intercambio, dejando en segundo lugar los aspectos productivos y de distribución de rentas.

Esta visión se manifiesta igualmente de manera significativa en el lenguaje de Kenichi Ohmae (1997) quien con la globalización, ve demasiado prematuramente el fin del Estado Nación. Esta concepción también se ve reflejada en el lenguaje tecnoempresarial (3) que trata de sacar -como era de esperarse– un uso estratégico para diseñar las nuevas fórmulas mercadotécnicas y organizacionales orientadas a la administración de las empresas globales. Semejante concepción de la globalización es en buena medida derivada de la idea que difundiera Francis Fukuyama acerca de que, con el derrumbe de los regímenes comunistas de Europa Oriental, se habría manifestado una victoria final de la forma económica capitalista y la democracia liberal como forma política llegando así al «final de la historia».

Hoy, con motivo de las transformaciones que está provocando la ingeniería genética y los nuevos productos farmacológicos capaces de eliminar la depresión y el sufrimiento, este autor nos habla de la llegada de una era «posthumana».

El discurso tecnoempresarial sobre la globalización se fue gestando al mismo tiempo que los políticos conservadores llegaron al poder en la década de los 80’s promoviendo privatizaciones y utilizando un discurso que insistía en la importancia de mercados abiertos como único principio regulador de la economía, generando con ello una discusión en el ámbito académico de las ciencias sociales.

Dada la evidencia de una tendencia simultánea a la integración económica regional en la comunidad europea, en América del Norte y en el Sudeste Asiático, junto con la exclusión de los intercambios sufrida por vastos segmentos de la geografía mundial, el concepto de la globalización fue inmediatamente cuestionado. En su lugar, se dice, lo que existe es una integración dividida en bloques regionales a lo sumo. Paul Hirst y Graham Thompson (4) han sido los autores más significativos de este cuestionamiento a la globalización. Se apoyan para ello en la presentación de una serie de datos como la evolución del comercio mundial, en la que se demuestra, por ejemplo, que el porcentaje del comercio exterior en 1900, en relación con el total de esa época, comparado con el porcentaje actual, es significativamente menor. Asimismo, se manifiesta el hecho de que la economía mundial estaba unificada en ese entonces por una red de comunicaciones como el telégrafo o las redes telefónicas. Lo que han ganado las actuales tecnologías de la comunicación en todo caso es una multiplicación asombrosa de la velocidad en la circulación y, con ello, como diría Marx, aumentos en la tasa de plusvalía debido a la mayor rotación del capital.

En ese mismo sentido, autores como Ricardo Pettrella (5) hablan más bien de una triadización en la que se excluyen del intercambio mundial de mercancías y capitales bastos segmentos poblacionales de África, América Latina y Asia.

El reiterado uso del concepto se convirtió pronto en un campo de batalla recuperado por los marxistas quienes adujeron en todo caso la paternidad de la explicación de dicho fenómeno y la confirmación de una tendencia que está registrada en el cuerpo teórico marxista.

Ciertamente, es Marx el que habla en «La Ideología Alemana» de la existencia empírica en un plano histórico universal de los hombres, orillada por el desarrollo de las fuerzas productivas, misma que tiende a superar su vida puramente local.

En la Ideología Alemana habla así de cómo el mercado mundial y sus vaivenes transforman el modo de vida de los hombres de acuerdo a la dinámica de los precios internacionales y la interconexión entre los diferentes sistemas productivos.

El Espíritu del Mundo –dice- se nos revela como mercado mundial.

Tanto la Teoría de la dependencia como la teoría del intercambio desigual intentaron explicar la dinámica de la lucha política en los países periféricos a partir del vínculo internacional entre Centro y Periferia.

Destacadamente, autores como Samir Amin(1976), o Arghiri Emmanuel(1972) utilizando la teoría marxista del valor, hablaban ya de la acumulación a escala mundial y de las diferencias en el desarrollo originadas por el pago desigual del trabajo y la transferencia de valor desde la periferia hacia el centro. En esa misma perspectiva, se ha analizado la globalización como una era en que el capitalismo mantiene una serie de monopolios en las sociedades centrales, a saber: el monopolio financiero, el monopolio científico y tecnológico, el monopolio militar, un monopolio sobre los recursos naturales junto con un mercado mundial trunco, que posibilita el intercambio global de mercancías y capitales pero no de la fuerza de trabajo (Amin 1997 y 1999).

Desde los años 70’s, utilizando una mezcla entre la teoría marxista y la teoría de la Historia de Fernand Braudel, Immanuel Wallerstein (1979) construye su teoría de los Sistemas Mundiales argumentando que la unidad de análisis que permite un estudio objetivo de los procesos históricos de la sociedad es el sistema mundial, dada la interconexión e influencias que reciben desde fuera unidades más pequeñas como las sociedades nacionales.

Así, para Wallerstein como para Marx, la lógica de acumulación del capital contiene una tendencia intrínseca a la ocupación espacialmente cada vez más extendida del mercado de fuerza de trabajo y los recursos naturales debido a que esta es la única manera de que se pueda reproducir, de manera expandida, la economía capitalista.

Asimismo, Wallerstein retoma la teoría de los ciclos de Kondratieff que sostiene la existencia de una tendencia del capitalismo a alternarse en fases depresivas y expansivas de 50 años aproximadamente. En esta lógica, es esta dinámica de la acumulación lo que determina en todo caso las formaciones de clase en los distintos Estados Nacionales y las formas estructurales que adoptan los aparatos estatales en cada una de las regiones y las naciones.

Una condición limitada de esta teoría de sistemas mundiales la constituye el hecho de que pone énfasis en la acumulación de capital en la perspectiva del trabajo industrial clásico sin analizar si existe una diferenciación sustantiva con respecto de la moderna producción basada en la informatización y el conocimiento.

Así las cosas, para los teóricos del sistema mundial el nuevo proceso de globalización no es un fenómeno novedoso sino la continuidad de una tendencia a la expansión continua que tiene el capitalismo histórico. Por ello, más que de globalización, tanto los marxistas más ortodoxos como los teóricos del sistema mundial prefieren hablar de Mundialización. (6)

Existe pues, un tratamiento prioritario por parte de los marxistas del aspecto económico para explicar el fenómeno de la globalización. Al mismo tiempo, algunos marxistas que sí se ocupan de analizar los aspectos culturales, subordinan la lógica de la producción y el intercambio cultural a la lógica de la autorreproducción expandida del proceso de valorización del capital concibiendo a esta como un mecanismo ideológico funcional que busca la reproducción del sistema. (7)

En el plano de la comunicación, neomarxistas como Armand Mattelart (1997) o Herbert Schiller(1995 y 1998) hablan de un mercado mundial de imágenes o de un «definitional control» que ejercen las agencias informativas norteamericanas como CNN en la percepción cotidiana de la realidad mundial. La comunicación, vista desde este enfoque, es analizada a partir de las determinaciones económicas que se dan en función de la lógica de acumulación del capital y la circulación de mercancías involucradas en la constitución de las corporaciones mediáticas antes que en el contenido semántico de las propias imágenes.

La otra vertiente que explica la globalización, si bien, la incluye como parte de esta tendencia económica del capitalismo a expandirse, considera otras dimensiones institucionales propias de la modernidad como las instituciones políticas y militares, el desarrollo científico y tecnológico que posibilita las transformaciones habidas en la tecnología de las comunicaciones, particularmente la tecnología satelital, el uso de la fibra óptica y el internet, que permiten veloces intercambios de mensajes y, sobre todo, de capitales y mercancías que ejercen efectos inmediatos en todo el planeta. (8)

Así, para autores como Beck (9) y Giddens(1994 y 2000), la globalización no sería el resultado de una tendencia de largo plazo que se inició desde los orígenes del capitalismo sino una etapa específica del momento actual que se caracteriza por la posibilidad de establecer comunicaciones e intercambios de capitales en tiempo real a escala planetaria. La tendencia de la modernidad a expandirse globalmente no opera pues, como un proceso de continuidad con etapas anteriores, como pensaría por ejemplo Roland Robertson, sino en una relación de discontinuidad.

Para estos autores es más bien el flujo comunicacional y la importancia que tiene la sociedad del conocimiento para la nueva configuración de los sistemas productivos y el entrelazamiento de las redes sociales, lo que define la globalización. En la versión de Giddens – sin duda la más acabada y completa en esta tendencia- la globalización implica un proceso no sólo de interdependencia global sino la penetración de estos procesos en los aspectos más íntimos de la individualidad; es decir, la transformación de la intimidad, que forma parte de la construcción permanente y reflexiva del yo.

Los sistemas expertos generados a partir de los grandes complejos científico-tecnológicos y las grandes estructuras de diferenciación social propician la posibilidad de los que Giddens y Beck llaman «modernización reflexiva»: una modernidad plástica que autorreproduce sus estructuras y responde a los problemas (riesgos) que se le van presentando, al tiempo que posibilita la expansión reflexiva del yo.

Si bien Beck y Giddens parten de reconocer la mundialización del riesgo; esto es, que vivimos en una sociedad donde ya no cabe la seguridad sino que el riesgo se manifiesta como una cualidad inmanente de la sociedad global contemporánea, centra su atención en los cambios que se han producido en las sociedades del norte sin reparar mucho en los cambios que ocurren en las llamadas sociedades periféricas ni en los efectos polarizantes que provoca la globalización.

Una postura muy interesante que retoma aspectos tanto de la visión marxista que pone énfasis en el sistema productivo y de intercambio mundial como de esta visión centrada en la planetarización por efectos de la tecnología comunicacional e informática es la que sostiene Manuel Castells(1999). En sus tres volúmenes de la «Era de la Información» Castells da cuenta de la estructura de la economía global, el papel que guarda la información y el conocimiento para la integración de las nuevas formas de producción e intercambio así como las modificaciones en la configuración del espacio-tiempo. La velocidad de las comunicaciones –incluida la transferencia de grandes masas de capital- da lugar a una configuración y una percepción distinta del espacio-tiempo que Castells llama el espacio de los flujos.

Lo central ya no son los lugares sino los puntos de inflexión espacio temporal en permanente movilidad. De forma simultánea, el tiempo cronológico es sustituido por una experiencia de la temporalidad-atemporal que elimina la continuidad de las duraciones. Frente a ello –dice Castells- la única alternativa para reencontrar la continuidad temporal -y por lo tanto, la posibilidad de darle sentido a proyectos colectivos- es pensar en el tiempo glacial; el tiempo de la muy larga duración que mencionaba Fernand Braudel, el tiempo en el cual piensan los movimientos ecologistas.

Castells usa todavía el lenguaje marxista -después de todo fue uno de los grandes teóricos del fenómeno urbano que se identificó con la tradición del marxismo estructuralista creada por Luis Althusser- para hablar del capitalismo como un modo de producción cuya etapa específica está definida por la constitución de un «Capitalismo Informacional» que depende en alto grado de la generación de información y conocimiento. Para ello, hace un minucioso análisis sobre las relaciones entre tecnología, capital y estado para determinar los niveles de productividad y la gestión de la reproducción económica.

Así, llega a la conclusión de que, por más que haya las condiciones para un avanzado cambio tecnológico, este no redundará en una mayor productividad – y por lo tanto, en una mayor rentabilidad necesaria para el capitalismo- si no existe una adecuada promoción y regulación por parte del estado para vincularla al sistema productivo. De lo anterior se desprende que se requiere aún del papel promotor y organizador de este último para la investigación y la aplicación tecnológica.

Llega a estas afirmaciones una vez que se ha puesto a analizar el proceso de surgimiento de la tecnología informática y su sincronización con la crisis de rentabilidad que tuvo el capitalismo de bienestar desde los años 70´s para dar lugar al proceso de acumulación llamado flexible.

Si bien Castells habla en el segundo volumen de un Estado cada vez más impotente, lejos está de suponer la pronta desaparición del Estado-Nación como forma fundamental de regulación política. Se ocupa en señalar, eso sí, que a diferencia de lo que planteaba Nicos Poulantzas en los tiempos en que el estructuralismo marxista era un discurso influyente, el estado ya no necesariamente ocupa un lugar central en la regulación de la vida de las gentes.

Castells satisface los requerimientos en información empírica e histórica para brindarnos una visión de conjunto del capitalismo informacional, si bien, se hecha de menos un modelo teórico explicativo más coherente que permitiría tener una idea más acabada de la sociedad global contemporánea. La descripción detallada de los procesos que ocurren en las diversas áreas del planeta –incluida la emergencia de los nacionalismos, el quiebre de los regímenes comunistas de Europa Oriental y los cambios en las estructuras familiares y los roles sexuales- no encuentra una forma teórica coherente ya que es más bien descriptiva.

El Enfoque Multidimensional.

En sentido estricto, uno de los pioneros en cuanto a trabajos sobre el tema de la globalización desde un enfoque nítidamente sociológico, ha sido Roland Robertson (1992 y 1998), quien cuenta ya con una larga bibliografía al respecto.

Utilizando una versión renovada de la teoría estructural funcionalista de Parsons, Robertson construye un enfoque multidimensional del proceso de globalización que incluye los aspectos económicos, culturales, políticos y de valores que permiten la integración de una sociedad que tiene como referencia espacial el planeta entero.

Como procedía Parsons para el caso de las sociedades nacionales, Robertson reconstruye la ligazón entre pautas culturales, dinámicas económicas y configuración de un orden político, incluyendo la extensión de un conjunto de valores que se universalizan, para explicar la globalización.

La globalización –dice Robertson- significa la particularización de lo universal y la universalización de lo particular.

Es esta sin duda, una caracterización muy aguda que recoge elementos que por igual se refieren tanto a los aspectos económicos como a los políticos y culturales. El comercio mundial y la división del trabajo se extienden por todo el planeta interconectando los procesos económicos locales; por otra parte, las decisiones políticas que ocurren en el seno de los Estados-Nación se ven cada vez más determinados por los procesos que ocurren en el exterior a la vez que se ejerce influencia de adentro hacia fuera. La dimensión cultural, relacionada siempre con un referente espacial –la localización- se ve sujeta también a un intercambio universal que hace que las representaciones simbólicas particulares cobren una importancia global y que las tendencias universalizantes –entre ellas los patrones de consumo generalizado que impone la cultura capitalista o las tendencias hacia una racionalización universal de la que hablaba Max Weber- se adapten a los usos particulares: Ugr. Los diferentes usos que le dan a la Coca Cola en Rusia, Chiapas o los Estados Unidos.

En esa perspectiva, Robertson pretende encontrar los orígenes de la globalización con el advenimiento de las religiones y los valores universalistas y defiende una visión del nacionalismo como una tendencia universalista, que no se orienta al aislamiento sino que contempla la apertura a los otros salvaguardando diferencias específicas que no excluyen el reconocimiento de una relación abierta universalmente, que reconoce los derechos y las pretensiones de otros nacionalismos que, sin embargo, comparten un proyecto de ciudadanía común.

El enfoque de Robertson es interesante porque analiza de manera conjunta -multidimensional, dentro de la teoría neoparsoniana- los procesos económicos, políticos y culturales, evitándole caer en un determinismo económico o cultural.

Sin embargo, este esquema no le ayuda a diferenciar mucho de manera regional el peso de cada uno de los factores, ni tampoco, como previenen con acertado énfasis los marxistas, los efectos polarizantes que genera la acumulación de capital en la esfera económica.

Capitalismo, Posmodernidad y Diferencia.

Una versión interesante de la globalización que reconstruye el esquema marxista reformulado tanto en términos del modo de producción como en sus aspectos culturales es el formulado por Fredric Jameson y David Harvey. Jameson, quien ha abordado el tema de la posmodernidad concibiéndola como el producto de la lógica cultural del capitalismo tardío (Jameson 1998), insiste en que la critica de los metarrelatos universalistas y el relativismo cultural, así como la constitución de una sociedad que virtualmente elimina la historia, que construye nuevas formas de ordenación espacial tanto en la configuración de las ciudades como en el diseño arquitectónico, y que reproduce estos cambios formales en las estética de las artes visuales, obedece a los cambios que se producen en el capitalismo multinacional.

Así, la expansión del consumo – incluyendo el consumo cultural de la tradición y la mercantilización de las artes – confiere a las mercancías de un sustrato sígnico que se aleja de los esquemas funcionales y de las estructuras lineales de relato. En su lugar surge la superposición de imágenes y épocas tanto en el video como el cine o la arquitectura regional que se alejan de los viejos cánones modernistas. De esta manera se amplía el viejo proceso de inversión que denunciara el viejo Marx, al aparecerse el inmenso arsenal de mercancías en su apariencia sígnica sin tomar en cuenta los procesos de producción ni la historia que esto conlleva.

Jameson cuestiona por lo tanto la parcialidad en que pueden incurrir los llamados «Estudios Culturales» surgidos en los últimos años como una tendencia metodológica y epistemológica dentro de las ciencias sociales que trata de rebasar las fronteras disciplinarias y las teorías de corte determinista al abordar los estudios de la constitución de problemáticas y sujetos, tales como las identidades de genero, de origen étnico o racial o de estilos de vida en ámbitos locales y particulares, poniendo por delante, además, la dimensión subjetiva de la constitución de los mismos, sin tomar en cuenta la articulación con el proceso de acumulación de capital que tiene lugar a escala global. Cuando se hace esto, se está cayendo en la trampa de buscar las diferencias en un mundo donde ya todo ha sido previamente homogeneizado a partir de la lógica del mercado capitalista.

Es necesario –dice Jameson (en Jameson y Zizek 1999)- nombrar el sistema. En esa perspectiva, la globalización –concebida filosóficamente– puede interpretarse como una totalidad destotalizandose (recurre aquí a la formulación similar que hiciera Sartre en «La Crítica de la Razón Dialéctica»). El proceso de globalización hace que se junten y se entrelazen contradictoriamente una serie de procesos opuestos: lo universal con lo particular, lo global y lo local, lo tradicional y lo moderno, las dimensiones macro y micro, que tienen como trasfondo un proceso de reproducción de las estructuras de acumulación. Vista así la globalización, seria esta una forma concreta en que se manifiesta el fenómeno de la posmodernidad, de la cual es, que duda cabe, el mejor desmontador de sus síntomas. (Jameson 2000).

Aplicando esta tentativa de explicación a uno de sus objetos preferidos de análisis como es la estética cinematográfica, Jameson hace un mapeo de la distribución geográfica de las construcciones sintagmáticas en el cine tanto del centro como de la periferia, para relacionarlas con los distintos usos del espacio determinados, no de manera mecánica sino transcodificada, con los movimientos que imprime la lógica de la acumulación del capital extendida globalmente. (Jameson 1997)

De la misma manera David Harvey, quien ve a la posmodernidad como producto del paso de un modo de regulación fordista a un modo de regulación flexible, establece la relación de los cambios en este nuevo modo de regulación con los procesos de percepción y uso del espacio que se reflejan también en las producciones estáticas de las artes plásticas y el diseño arquitectónico.

Teniendo como objeto fundamental de investigación los procesos de urbanización en relación con el proceso de acumulación de capital en un principio, Harvey ha hecho un uso interesante del lenguaje geográfico para analizar los cambios en la configuración urbana. De hecho, en anteriores obras hablaba de la necesidad de construir un materialismo histórico geográfico, debido a la novedad que imprime el capitalismo contemporáneo al hecho de que se relacionen de manera distinta el tiempo y el espacio. El espacio concebido como una relación entre un centro y sus periferias y su correspondiente estructuración jerárquica ha sido sustituido por una serie de relaciones cambiantes y acéntricas debido a la alta movilidad que le imprime a los intercambios y a las relaciones sociales un capitalismo flexible, que muda constantemente sus formas de producción y de organización espacial según la lógica de la rentabilidad y su necesidad incesante de explotar la naturaleza, la fuerza de trabajo y las propias representaciones simbólicas.

Esta nueva sensibilidad posmoderna se expresa en obras cinematográficas como las de Wim Wenders en «Las Alas del Deseo» o «París Texas» donde hay una serie de superposiciones de planos temporales que van desde el tiempo profano de las personas hasta el tiempo atemporal del ángel que puede traspasar diversas épocas y no entiende las modificaciones en el ritmo de vida y las prisas de los hombres comunes. (Harvey 1998)

La globalización entonces, trae consigo una serie de modificaciones en la percepción espacial tanto en el plano global como en las dimensiones corporales ya que el capitalismo global y flexible somete a las personas a ritmos cambiantes de vida según las relaciones espaciales y temporales que propicia la acumulación de capital por su alta movilidad. Esto se traduce en la desestructuración de las biografías, en la eliminación de rutinas fijas y en modalidades de uso del espacio y el cuerpo que, en gran medida, están sometidos a procesos de dominación anónima, motivados por lo que Harvey llama un desarrollo geográfico desigual. (Harvey 2000)

Un aspecto que se vuelve interesante en el trabajo de Harvey es que analiza las transformaciones del capitalismo tanto en el centro como en la periferia. En este tenor, destaca el señalamiento que hace acerca del surgimiento de nuevas formas de explotación del trabajo similares a las que había en la Europa precapitalista sobre todo en la periferia. El modo de regulación global y flexible implica un intenso intercambio de mercancías, una intensa movilidad de capitales y un flujo cada vez más elevado de mano de obra, así como una estructuración del uso de los cuerpos y extracción de recursos naturales y energía. Si bien, se echa de menos en Harvey, lo mismo que en Jameson, un tratamiento más profundo y desarrollado de los efectos del cambio tecnológico e informático en los sistemas de producción, junto con sus efectos políticos y sociales.

Globalización y Cultura.

En ese sentido, la obra de Scott Lash y Jhon Urry (1997) tiene el mérito de conjuntar en una perspectiva coherente las implicaciones culturales con los cambios ocurridos en los sistemas productivos a partir de la informatización.

En primer término Lash y Urry desembrollan el camino al proceder a una conceptualización más acabada de las relaciones entre economía y cultura. Así, Scott Lash en una obra anterior muy interesante (Lash 1997) establece el concepto de «régimen de Significación» como paralelo a un régimen de acumulación, tal y como lo entienden los teóricos de la escuela regulacionista, lo que le permite construir de manera más coherente una conceptualización de la cultura, un término que ha sido abordado desde las más variadas perspectivas.

Para Lash, el posmodernismo sería un régimen de significación, lo cual quiere decir que se manifiesta exclusivamente en el plano de los objetos culturales, mismo que pueden ser analizados a partir de dos planos, a saber:

1.- Una Economía cultural específica que incluye:

a.     Relaciones de producción de los objetos culturales

b.    Condiciones específicas de recepción de dichos objetos

c.     Un marco institucional que media entre producción y la recepción y:

2.- Un Modo específico de Significación que se refiere a las distintas modalidades en que pueden relacionarse lo significado, el significante y el referente.

Con base en ello, dice el autor citado, podemos establecer las diferencias sobre las relaciones entre cultura y sociedad que se han dado en las sociedades tradicionales, las sociedades modernas y las posmodernas.

En las sociedades tradicionales, la característica central es que existe una unidad indiferenciada entre los aspectos societales, utilitarios y simbólicos. La cultura va inextricablemente ligada a las otras dimensiones sin que se pueda establecer una separación analítica entre lo real y lo simbólico.

Los objetos están cargados al mismo tiempo de atributos utilitarios tanto como rituales o estéticos.

Por contraste, en la sociedad moderna se tiende a constituir una separación entre cultura y sociedad. La cultura es vista aquí desde una perspectiva representacional donde el sistema de signos y símbolos «representan» a las realidades materiales. Los signos y símbolos ya no estarían cargados de una sustancia propia sino que serían copias o desdoblamientos de los aspectos significados.

Esto se traduce en el arte al asumir la estética vanguardista el papel de un arte representacional. Los cambios formales y estilísticos serían distintas maneras de percibir y expresar una realidad. Se establece por lo tanto, una diferencia entre el plano cognitivo y expresivo. El conocimiento adecuado de un objeto o proceso, depende de una correcta representación y una adecuada relación epistémica entre sujeto y objeto. En el plano de lo real estético -dice Lash- existe una separación entre estética y teoría.

Con la llegada de la posmodernidad en cambio, se vuelve a retornar a la antigua desdiferenciación entre cultura y sociedad, entre el aspecto utilitario y la representación simbólica de los objetos y los procesos sociales. En otras palabras, en las sociedades del capitalismo desorganizado, las mercancías son al mismo tiempo signos, lo mismo que los objetos o tradiciones culturales se trocan en mercancías. Esto es posible, entre otras cosas, por las nuevas tecnologías comunicativas que privilegian la comunicación por imágenes antes que por textos escritos. La comunicación figural privilegia la dimensión emotiva y expresiva, estética, por encima de la comunicación cognitiva o reflexiva. De ahí la inviabilidad de las teorías positivistas o dialécticas que implican criterios epistemológicos ya sea correspondentistas o universalistas; los llamados metarrelatos por los teóricos posmodernos como Lyotard (1994) o Vattimo (1992).

Es en este plano donde Lash y Urry, si bien comparten la idea de una modernización reflexiva de Giddens y Beck, se despegan al argumentar que estos últimos privilegian la reflexividad cognitiva, eludiendo la reflexividad estética, que, debido al consumo extendido mediante la publicidad que se promueve en torno a los productos, se ha generalizado modificando considerablemente las formas de vida.

Otro argumento que diferencia a Lash y Urry de Beck y Giddens es el señalamiento de que en las sociedades del capitalismo desorganizado ocurre también otro tipo de reflexividad; aquella que se da a partir de la comunicación entre diferentes comunidades que se forman de manera superpuesta a los actos comunicativos dados mediante mecanismos sistémicos de coordinación de las acciones. Llama a este tipo de reflexividad, la reflexividad hermenéutica, tomada por supuesto, de los planteamientos de los teóricos comunitaristas como Charles Taylor (2001) y Michael Walter(1994).

Esta idea de fusión entre los aspectos sígnicos y los aspectos materiales se expresa en el plano estético con el alejamiento del arte representacional. Las construcciones artísticas se funden con la realidad conformando una unidad. En el teatro, por ejemplo, el público puede formar parte del propio escenario, en la literatura, como procede Jostein Gaarder al escribir «El Libro de Sofía» o el italiano Italo Calvino cuando presenta su novela «Si una noche de Invierno un Viajero», los planos de la realidad y la ficción son confundidos.

Pero para Lash y Urry, esta confusión entre realidad y ficción, entre sustancia y representación no ocurre solamente en el plano discursivo y filosófico sino que opera también en la vida cotidiana.

Al estar dotado de un sustrato sígnico, inseparable analíticamente, las mercancías pasan a engrosar la esfera de la industria cultural. Así, en el capitalismo posmoderno o desorganizado los grandes eventos culturales, como una bienal de arte expresionista en Nueva York, son convertidos en un acto económico por excelencia. De igual forma, la edición e impresión de libros, la producción de discos compactos y de las grandes películas en la industria Hollywoodense, configuran procesos económicos de alta complejidad lo mismo que los complejos turísticos que utilizan la historia y la tradición como patrimonios culturales que se ofrecen como mercancía y sirven para la inversión y la acumulación de capital.

Por otra parte, la acumulación flexible trajo consigo el desplazamiento en la centralidad de la producción de la antigua clase obrera industrial cuyo trabajo era más bien manual y requería pocos conocimientos y trajo en cambio los sistemas de producción de aparatos y bienes de alta tecnología que concentran su principal carga de valor en el diseño y elaboración apoyados en el uso de altos niveles de conocimiento -configurando así el modelo llamado I+D-, es decir, investigación más desarrollo.

Esta nueva organización del trabajo trae consigo un desplazamiento de la vieja clase obrera concentrada en actividades manuales por la nueva fuerza de trabajo dotada de altos niveles de información y conocimiento. Con ello tiene lugar una reconfiguración del uso del espacio en las ciudades al constituirse una nueva división del trabajo y una nueva hegemonía de los sectores empresariales de las industrias de punta que, en su ubicación y relocalización, arrastran tras de sí el porvenir de los diversos suburbios y barrios. Antiguos centros comerciales de alta dinámica comercial se ven convertidos de la noche a la mañana en zonas abandonadas y marginales. Particularmente se ven afectados por esta dinámica en los Estados Unidos los trabajadores negros que, con el viejo modo de regulación fordista centrado en la fábrica de línea de montaje y un Estado benefactor, habían logrado en la generación anterior un ascenso social. Surge así lo que Lash y Urry denominan la «infraclase»: el nuevo sector de trabajadores desplazados que no cuentan con el capital cultural suficiente para integrarse a las nuevas modalidades de la producción y que ya no cuentan con los antiguos centros fabriles o comerciales que, en no pocas ocasiones, han emigrado a la periferia.

Este proceso se da de manera concomitante a una reconfiguración del espacio urbano y el entorno arquitectónico que implica una nueva sensibilidad en la percepción del espacio. La alta movilidad a la que se ve sometido el diseño urbano debido a los cambios en la inversión inmobiliaria y el flujo de capitales, colonizan, por así decirlo, la configuración y percepción del espacio y el modo de vida de la gente.

La deficiencia que se observa en Lash y Urry es la falta de atención que dedica a los cambios económicos y culturales que ocurren en la periferia donde son muy pocos los lugares en los que se puede hablar de la existencia de un sector de la economía donde exista el modelo I más D. Por otra parte, el fenómeno a explicar es el hecho de que un mismo régimen de acumulación extendido a escala global sea compatible con varios regímenes de significación tanto en el centro como la periferia donde aún subsisten comunidades con patrones culturales tradicionales.

En buena medida, recuperando este planteamiento de la modernización reflexiva, Jhon Tomlinson nos presenta un impecable panorama acerca de las relaciones entre globalización y cultura, poniendo el acento sobre todo en el segundo elemento del binomio. A Tomlison le interesa analizar «como la globalización transforma el contexto de la construcción de los significados y el sentido de identidad de las personas» (10)

Tomlison recupera la idea de Giddens sobre la globalización como una «conectividad compleja» que posibilita proximidad espacial, una compresión espacio temporal y una proximidad funcional. Para Tomlinson, el concepto de cultura debe entenderse como «El orden de vida en que los seres humanos conferimos significados a través de la representación simbólica» (11). Esto nos remite a los modos de vida ordinarios en que los hombres reproducen existencialmente los significados «Todas esas prácticas comunes que enriquecen el anecdotario de vida», «las historias por las que interpretamos cronológicamente nuestra existencia en,lo que Heidegger llama: la proyección de la situación humana». (12)

Al repasar algunas concepciones sobre esta relación, Tomlison previene acerca de los determinismos reduccionistas; por ejemplo el de Malcom Waters (13) quien, efectivamente, piensa que la globalización tiene mayores posibilidades de concretarse en el plano cultural debido a que los bienes culturales tendrían más capacidad de circular en relación con los bienes materiales. Otro tanto sucede con algunos teóricos marxistas de la cultura que hablan de los peligros de la homogeneización promovida por los media o, en una posición distinta, a Ulf Hannerz quien afirma que existe una globalización de la cultura pero no un solo sistema de significados. Coincidente con esta postura es el planteamiento de Mike Featherstone (14) quien se encarga de estudiar los efectos de la cultura del consumo en los hábitos cotidianos de las personas y la variedad de usos y recepciones que se hacen de las mercancías uniformizantes en un sentido muy distinto del de Ritzer (5) que ve quizá con demasiada alarma la macdonalización del mundo.

Al final, Tomlison lo que propone es la necesidad de observar y reflexionar sobre la nueva confluencia entre la identidad local, la identidad nacional y una emergente identidad cosmopolita que surge a partir de la conciencia de que compartimos todos los habitantes del planeta los mismos riesgos y posibilidades.

Una vez revisados los conceptos de globalización y cultura, podemos plantear una serie de problemáticas que están en el centro de la discusión académica al respecto, entre las que destacan las siguientes:

a.     Las nuevas tecnologías comunicativas extendidas a escala global permiten el intercambio entre las más diversas expresiones culturales, no obstante, el predominio económico de algunos países y compañías coloca el dilema entre el monoculturalismo que aparentemente tiende a imponerse por la multiplicación del consumo de objetos materiales y sígnicos estandarizados y el multiculturalismo que se hace posible a partir de que las redes comunicativas permiten precisamente la puesta en escena de culturas subalternas que antes permanecían anónimas, dándose así, en el plano global, las luchas por la hegemonía que para el plano nacional planteaba Antonio Gramsci (1967).

b.    La reconstrucción de las relaciones entre la cultura nacional, las culturas locales y regionales y la cultura global, ya se trate de la conservación y cambio de los idiomas o de los aspectos identitarios en general.

A pesar de las restricciones existentes en la economía global al libre flujo de la fuerza de trabajo, las elevadas tasas de migración están modificando los perfiles culturales de las naciones y regiones; por un lado, generando encuentros y sincretismos culturales como el fenómeno del Spanglish en la frontera México-Estados Unidos, por el otro, una consecuencia por demás relevante: la separación entre lugar y cultura.

Los territorios han dejado de ser referentes culturales o depositarios de tradiciones e identidades ya que en un mismo espacio como Nueva York o Los Ángeles coexisten una multitud de culturas y razas (16). Además de lo anterior, la tendencia omniabarcante de los «media» hace posible que en una habitación se concentren expresiones objetuales de las más diversas culturas, trayendo la globalización al propio espacio de la intimidad.

Ese mismo fenómeno da lugar a las múltiples identidades que puede asumir un mismo sujeto debido a la flexibilidad laboral y a las facilidades para la migración como lo estudia Michael Kearney (1997) en el caso de los indígenas zapotecos de Oaxaca que migran por temporadas hacia Los Ángeles y otras partes de Estados Unidos.

Por otra parte, los modernos medios de transporte, cada vez más veloces, han llevado a considerar la importancia de los «No Lugares» como se refiere Marc Augé al momento de analizar las implicaciones del viaje por carretera o las sendas turísticas. Asimismo, la tecnología del internet hace posible lo que Paul Virilio llama » La Deslocalización del Arte»(1994) y, en otro lugar, el fin de la geografía(1997)

c.     Esta relación intensificada entre economía y cultura hace que ambos términos se fundan el uno al otro. Así, la memoria y la tradición histórica objetualizada en museos, centros históricos y patrimonios arquitectónicos, se convierte en mercancía a través de la industria del turismo. Ello hace que aparezca también la llamada sociedad postradicional, en la que el pasado lejos de ser un conjunto de hechos objetivos es una invención(Giddens 1997).

d.    Con ello surge también en el ámbito de la política, el concepto de ciudadanía flexible, ilustrado por autores como Aiwa Ohng (1999), al llevar a cabo un análisis de la convergencia ocurrida en China entre una economía capitalista de estado, una tradición confuciana y el intento por hacerlas compatibles con la idea de derechos humanos propios de occidente, en un espacio donde convergen altos centros financieros y comerciales como Shangai y Hong Kong con la tradición campesina y la producción intensiva con una fuerza de trabajo súper explotada.

e.     Todo lo anterior plantea para la Antropología, como lo hace ver García Canclini (2000), la necesidad de reflexionar acerca de los criterios metodológicos que representa la globalización para el estudio de la cultura. De la misma manera que Benedict Anderson sostiene que las naciones son comunidades imaginadas, la mejor manera acercarnos a la globalización es recogiendo las narraciones y las vivencias de los sujetos que la gozan y la padecen, en un trabajo etnográfico e interpretativo exhaustivo y agobiante que tiene que establecer criterios para comprender la variedad de esas narraciones y su interrelación.

Pero este trabajo etnográfico, nos previene Marc Augé (1998), debe hacerse tomando en cuenta el efecto de ficción que puede encontrarse en los distintos relatos de los otros y, sobre todo, en los efectos de ficcionalización que generan los propios medios de comunicación. El ejercicio hermenéutico de interpretación de los relatos de los otros, debe llevarse a cabo considerando el contexto en que se generan esos efectos de ficcionalización que son capaces de presentar objetos virtuales como si fueran reales.

f.     A partir de los supuestos anteriores es como se puede comprender la compleja relación entre el surgimiento de una tendencia expansiva de la globalización económica y su embate cultural, con el resurgimiento de los movimientos nacionalistas y los integrismos en una actitud más bien regresiva que orientada hacia el futuro. Se puede comprender también la defensa y protección de los diversos idiomas ante la expansión del inglés como idioma universal y el futuro de idiomas como el chino que, siendo el que más gente habla, no cuenta con el número de publicaciones que corresponderían a esa proporción, siendo ampliamente superados por el inglés.

Hecho este seguimiento sobre la literatura acerca de las relaciones entre globalización y cultura, pasaremos ahora a establecer algunas conclusiones provisionales a guisa de resumen y a relacionarlas con las implicaciones epistemológicas que esto tiene en relación con el pensamiento complejo.

CONCLUSIONES PROVISIONALES.

1.- Es necesaria la construcción en ciencias sociales de un paradigma explicativo del concepto de globalización que se apoye en una perspectiva multidimensional como lo ha planteado Robertson.

Desde este punto de vista, la globalización debe analizarse con el enfoque del pensamiento complejo y de una ciencia posnormal que ya no admite la tradicional división entre las disciplinas de las ciencias sociales: economía, sociología y antropología, demografía e historia, deben constituir un corpus unificado para el estudio de los procesos globales. Asimismo, este enfoque implica alejarse de los determinismos unilaterales ya sea economicistas o culturalistas, así como de los relativismos estériles. Existe, dice Edgar Morín (1994), una complejidad empírica y una complejidad epistemológica. La primera tiene que ver con la diversidad de aspectos y elementos que entran en la conformación de un fenómeno; la segunda con las relaciones que se establecen entre un sujeto cognoscente que no está fuera de lo que se conoce y de la diversidad de objetos que no son una realidad exterior al sujeto de conocimiento. Su perspectiva va más allá del constructivismo sistémico sostenido por Maturana, por Heinz Von Foerster y Niklass Luhmann (1997), en la medida en que establece la necesidad de conjuntar los conocimientos de las distintas ciencias, tanto sociales como naturales, y definir los objetos a partir de sus determinaciones múltiples.

2.-Es importante la contribución de los teóricos de la llamada modernización reflexiva (Beck, Giddens) en la medida en que han contribuido significativamente a analizar las transformaciones del capitalismo en las sociedades centrales fundamentalmente. Fenómenos como las nuevas formas de construcción del yo reflexivo, el papel de la confianza en los sistemas expertos creados por los aparatos científico-tecnológicos, la mundialización del riesgo y la aparición de fenómenos como lo que Ulrich Beck llama «subpolítica», debido al nuevo papel que juegan los factores técnicos apoyados en los conocimientos científicos para la toma de decisiones. Sin embargo, como acertadamente critica Lash a estos dos autores, no toman en cuenta la reflexividad estética y hermenéutica posibilitada por las nuevas formas de comunicación con predominio de lo figural ni la reflexividad hermenéutica que surge a partir de la interrelación entre diferentes comunidades. Otro elemento que no toman en consideración los teóricos de la modernización reflexiva, – incluido Lash- es la forma en que se expresa el proceso de globalización en las sociedades periféricas. De hecho, no admiten como válida esa división que utilizan los teóricos del sistema mundial, ni la polarización económica que tiene lugar, debido a efectos sistémicos propios del mecanismo de acumulación.

3.- Esta misma característica atraviesa la obra de Robertson quien, si bien construye un enfoque mulltidimensional, evitando construir una visión determinista, comete el mismo error que se le atribuyera a Parsons cuando construyó su paradigma del «sistema social», a saber: el poner demasiado énfasis en los aspectos integrativos (culturales y de valor) y menos atención a los aspectos de la asignación (la economía y el poder). Empero, su formulación acerca de la universalización de lo particular y la particularización de lo universal como señal característica de la globalización contribuye de manera importante a esclarecer el debate teórico y filosófico, entre valores universales y particulares.

4.- Desde mi perspectiva, es acertado el señalamiento que hacen los teóricos de sistemas mundiales al afirmar que la globalización, al estar subordinada al proceso sistémico de acumulación de capital, conlleva un proceso polarizante entre países o regiones pobres y ricas y a diferencias de clase. Sin embargo, su concepción sobre las relaciones entre la economía global y la cultura, parece bastante mecánico y determinista. También se hecha de menos en este enfoque una orientación mas antropológica, que tome en cuenta las diferencias culturales y las identidades, al mismo tiempo que valora las identidades de clase producto de la acumulación de capital, así como una reflexión sobre los impactos en la estructura de clases que generan las nuevas formas de producción apoyadas en el conocimiento.

5.- Esto es lo que se perfila en la obra de los neomarxistas Fredic Jameson y David Harvey quienes, articulando de manera adecuada economía y cultura –particularmente el ámbito estético– y las consecuencias en la percepción espaciotemporal y el diseño y uso del espacio, orientan sobre una nueva forma de abordar tanto los aspectos económicos como los culturales. Particularmente ha sido Harvey el que, en una de sus últimas obras, ha analizado con más detalle las formas de funcionamiento del capitalismo y el modo de regulación global en relación con el uso del espacio y las nuevas posibilidades de construir un sujeto que, articulando los diferentes niveles entre diferencias de clase, género e identidades culturales, se convierta en un motor impulsor de la transformación del capitalismo.

Lo mismo hace Jameson al enriquecer su deslumbrante análisis de la estética posmoderna con el análisis de la globalización hecho por Giovanni Arrighi (1996), quien a su vez, articula espléndidamente el análisis de Braudel sobre la larga duración con el planteamiento marxista, ubicando la fase actual de la financierización como la última de un ciclo sistémico de acumulación cuyas tendencias se bifurcaran en una dirección de alta incertidumbre.

Al hacerlo, Jameson sigue recuperando el concepto marxista de totalidad y la filosofía de Hegel al manifestar que la globalización permite que se expresen fenómenos a escala global con tendencias contradictorias donde se enfrentan lo local y lo global, lo particular y lo universal, la diferencia y la identidad.

En una línea parecida trabaja Scott Lash quien tiene además el mérito de hacer un penetrante análisis sobre las implicaciones de la llamada «Economía del Conocimiento» y la doble cara de las mercancías en su función instrumental y sígnica propia del capitalismo desorganizado o global. Este análisis lo complementa con su seguimiento de lo que podríamos llamar industria cultural global. Solamente que su análisis no combina la reflexión sobre las relaciones entre economía y cultura que se dan tanto en las sociedades centrales como en las periféricas.

Ahora bien, lo que vuelve bastante penetrante y completa la visión de Lash es la inclusión de lo que, siguiendo a Giddens, llama reflexividad estética y hermenéutica.

Esto podemos explicarlo así: El predominio de la comunicación mediante imágenes favorece la dimensión emotiva y afectiva antes que la cognitiva,

-utilizada sobre todo en la publicidad comercial– dando lugar a lo que concibe como una «esfera pública figural» que altera las presuposiciones de Habermas (1998) sobre dicho concepto ya que este basa su idea de la esfera pública a partir del predominio de lo argumental y, por lo tanto, por lo cognitivo antes que por lo mimético-figural.

6.- Se puede sostener la tentativa de explicar las relaciones entre Globalización y Cultura como producto del ensanchamiento de la lógica de la acumulación del capital en su etapa financiera en conjunción con el encuentro de múltiples racionalidades y culturas.

En esa perspectiva, la prospectiva realizada por Marx se habría mostrado superior a la de Weber ya que, mientras la lógica de la acumulación se ha extendido globalmente, el racionalismo occidental y la ética protestante se ven acotadas o fundidas con el confucianismo, el islam o el shintoismo, religiones todas ellas compatibles con el capitalismo que las subordina a su lógica.

Utilizando los conceptos de Habermas presentados en su teoría de la Acción Comunicativa(1987), podemos decir que el sistema económico globalizado ha impuesto su dinámica inclusive al sistema político en la medida que el medio dinero (que aquí seguimos utilizando como una expresión del funcionamiento de la ley del valor) (17) opera de manera mucho más abstracta y veloz, convirtiéndose así en el medio que impone el ritmo de las transformaciones en las relaciones espacio temporales. La capacidad que posee el dinero como medio abstracto, universalizante y homogeneizante de atravesar espacios y culturas le hace superar las capacidades del medio poder ya que este, por definición, debe quedar anclado en espacios localizados que, cuando trascienden el estado-nación, constituyen a lo más imperios apoyados en el control militar que pueden ser utilizados excepcionalmente pero que de ninguna manera pueden constituir una matriz hegemónica de dominación global.

De esta manera el sistema económico global coloniza la pluralidad de los mundos de vida y se superpone a la acción comunicativa emprendida lingüísticamente o, por los medios electrónicos conectados también globalmente, debido a que impone su dinámica aún a los subsistemas que debieran ser más autónomos como el propio subsistema científico.

La reflexividad hermenéutica de que acertadamente habla Scott Lash referida al intercambio comunicativo entre diversas comunidades sólo podría poner freno a los imperativos del mercado y la acumulación si a su vez se apoya en una reflexividad cognitiva capaz de develar esta colonización de la cultura y los mundos de la vida por el sistema económico.

Esto implica operar –como sugiere Jameson– una transcodificación en la que los códigos estéticos y culturales puedan ser interpretados en relación con el código que rige al capitalismo en la era del modo de regulación global valiéndose para ello ya sea de las cartografías cognitivas que propone Jameson o de un materialismo histórico geográfico de acuerdo con Harvey. En el lenguaje de Lash y Urry, se tendrían que analizar las correspondencias y diferencias entre el régimen de acumulación y los regímenes de significación que son variados, incluyendo las diferencias entre las sociedades posmodernas y las tradicionales.

A este fenómeno holístico complejo e histórico que es el capitalismo global sólo puede hacer frente una pluralidad de sujetos que articulen las demandas por más bienestar, recuperación de la biodiversidad, equidad de género y democracia política en una estrategia unitaria cuyo diseño, por supuesto, requerirá de un gran derroche de energía y tolerancia para construir un nuevo modelo de configuración del orden mundial.

Un modelo explicativo que recurra al paradigma del pensamiento complejo para explicar y comprender la globalización podría integrar de manera coherente la idea de sistemas históricos que articulan en un todo complejo estructurado distintas temporalidades (la larga duración, la corta duración y el acontecimiento) con la idea de sistemas desarrollada por el pensamiento complejo donde los actores, a través de múltiples formas de significación y la construcción de mundos de vida, pueden desconectar la colonización del mundo de vida por los sistemas, retomando la idea de «conciencia genérica» de Lucaks (1978) como conciencia de la especie que puede abrir paso a nuevas creaciones y a la objetivación de nuevos imaginarios sociales.

Es decir, se requiere recuperar la constitución ontológica de la sociedad como un espacio donde cabe la creación, la constitución de nuevos mundos ya que la sociedad no es únicamente un sistema que se autorreproduce maquínicamente, para usar un término construido por Felix Guattari (1994), sino un lugar en el que hay capacidad de objetivar nuevas formas societales, nuevas redes de sentido, nuevas ontologías y cosmologías, cuyo espacio de definición es el sentido y la política. En este esquema, cabe también el planteamiento que hiciera Cornelius Castoriadis acerca de la sociedad como producto de la praxis instituyente que, a través de la creación de significaciones imaginario-sociales, genera un orden instituido ontológicamente, haciendo posible así la superación de la lógica conjuntista-identitaria propia de la matemática contemporánea que se extiende al campo de todas las prácticas científicas.

Esta tentativa remite por supuesto a un basto Programa de Investigación que articule diversas tradiciones teóricas y una inmensa masa de investigación empírica, base sin la cual, difícilmente puede ser abordado un estudio desde el paradigma de los sistemas complejos e históricos.

Asimismo se requiere situar este programa de investigación colectiva reconstruyendo las mejores tradiciones teóricas del occidente desarrollado moderno y posmoderno para insertarlas en un proyecto civilizatorio democrático, dialógico e igualitario que recoja las mejores tradiciones comunitarias, de amor por la naturaleza y solidarias que se han dado en América Latina y otras partes del planeta.

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Notas

1) Sociólogo. Profesor de la Facultad de Sociología en la Universidad Veracruzana.
2) Vease Por ejemplo, entre algunos de los estudios más serios sobre las implicaciones monetarias y financieras de la globalización el de Erik Swingedow. Producing Futures. Global Finance as a Geographical Project. en: William Leecer And Peter Daniels. The Global Economy in Transition. Edit.Longman. Edinburgh. 1996. pp. También, Andrew Leyshon. Dissolving Difference: Money Dissembeding. And the Creatión of Global Finance Space. En Ibid. Pp. 61-133
3) Desde la perspectiva del discurso de la Administración de las Empresas Globales vease Peter. F. Drucker. La Sociedad Post Capitalista. Edit. Diana. 1996.
4) Paul Hirst y Graham Thompson. Globalization In Question. Polity Press. Cambridge. 1996
5) Ricardo Petrella. «La Mundialisation et le Technologie et de Léconomie. Revista Futuribles. No. 135. pp. 35-48
6) Para una diferencia teórica sobre los conceptos de Mundialización y Globalización ver: Chesnais. (1996. Pp. 233-270). Este autor establece una continuidad teórica con la obra de Christian Palloix quien anteriormente había trabajado sobre «La Internacionalización del Capital.» En ibid.1977.Edit. Siglo XXI. Vease Tambien: John Borrego. (1998). Tambien . Zaki Laidi: (1997) Según Borrego: «El próximo paradigma de Hegemonía estará compuesto por formas sociales globales integradas con un sistema altamente disperso y cernido de sistemas regionales y locales de producción que alimentarán el mercado global. Esta formación es la esencia de la forma global que sustituye las formas nacionales hegemónicas».
7) En esta perspectiva se inscribe la obra de Herbert Schiller.The Global Information Highway.: Project for an Ingobernable World. En Brook y Boal (Comps). Resisting the Virtual Life. 1995. Pp. 17-33 Edward Said: (1994).
8) Existen interpretaciones del fenómeno de la globalización que tratan de explicarlo como producto de los cambios tecnológicos. Vease: Michael Talalay, Chris Farrands y Roger Tooze. (1997)
9) Véase Ulrich Beck. (1999 y 2000)
10) Jhon Tomlison. Globalización Y Cultura. Oxford University Press. Londres. 2001
11) Ibid. Pp. 22
12) Ibid Pp. 23.
13) Malcom Waters. (1995)
14) Mike Featherstone. (2001)
15) Georges Ritzer. (1996)
16) Vease. Renato Rosaldo. Ciudadanía Cultural en san José California. Incluido en: De lo Local a lo Global. Perspectivas desde la Antropología. Ed. U.A. M. 1994. Pp. 103-126
17) El mantenimiento de la utilidad de La ley del Valor aún en una economía con trabajo plenamente automatizado lo argumenta de manera interesante Amin en (1998)

 

 

 

 

 

 

Campañas sociales

¿Qué es la Mercadotecnia Social?

Describir el uso de los principios y técnicas de la comercialización encaminadas al apoyo de una causa, idea o conducta sociales.
Una campaña de cambio social es “un esfuerzo organizado, dirigido por un grupo (agente de cambio), que intenta persuadir a otros (adoptantes objetivo) de que acepten, modifiquen o abandonen ciertas ideas, actitudes, prácticas y conductas” (Kotler y Roberto, 1992: 7)

Qué es la publicidad social

Pretende que los productos-ideas preserven o mejoren los intereses de la sociedad a largo plazo, no es una mera forma de comunicación, es una filosofía de acción que tiene implicaciones de facto, es un acto de responsabilidad social que persigue objetivos bien definidos en torno a la mejora o preservación del orden social.
Los objetivos se dirigen por lo regular a públicos masivos, diversos y diferenciados

¿QUE ES UNA CAMPAÑA SOCIAL?

1) Esfuerzo organizado conducido por un grupo [agente de cambio]
2) Objetivos, convencer a los destinatarios, para que acepten, modifiquen, o abandonen determinadas ideas, actitudes, prácticas y conductas.
OBJETIVO: Definir (variables demográficas) y describir (variables sociográficas) el segmento de mercado partiendo de la propuesta

¿Cuál es la meta de la mercadotecnia social?
Cambio de conducta
¿Quién es el Productor?
Manifestante de la idea
¿Quién es el Destinatario?
Mercado meta y potencial a quién va dirigida la campaña de mercadotecnia social.

¿Para qué se dice que las campañas sociales son de amplio consenso?
– Salud familiar y bienestar físico
– Prevenir las adicciones
– Rescatar a los adictos de las drogas
– Integrar a la familia

¿Por qué fracasan las campañas de cambio social?
1) Existe un núcleo de ignorantes crónicos al que no pueden llegar las campañas de información.
2) El escaso interés de los individuos a una campaña será la consecuencia de la pobreza con que está desarrollada una campaña.
3) La gente evita información desagradable.
4) La gente asimilará la información de acuerdo a sus creencias y valores. La gente responde de diversas formas a un estímulo determinado.

¿Cuáles son los factores que diluyen el impacto de los medios masivos?
1) Los destinatarios muestran: apatía, actitudes defensivas, incapacidad de aprendizaje.
2) Falta de motivación en el mensaje.
3) Vehículos inadecuados [medios].
4) No proporcionar la manera fácil y conveniente para responder a los objetivos de la campaña.

¿Cuándo se dice que una campaña de tipo social ha sido eficiente?
Cuando los anuncios en contenido y en exposición son eficientes, es decir informan, motivan, modifican o mantienen una determinada conducta en el individuo se dice que son eficientes.

¿Por qué hay que casi igualar una campaña de tipo social con una campaña de productos comerciales?
Cuanto más se parece una campaña de cambio social a una campaña de productos comerciales, tanto más éxito probable que se tenga -WIEBE-

¿De qué depende que «una campaña de cambio social sea exitosa?

FACTORES: Intensidad de la motivación; Presencia del medio / cumplir objetivos; eficacia; cambio de conducta.
Es más difícil vender objetivos de cambio social que vender productos comerciales.

«Cuanto más bajo sea el compromiso de los destinatarios con el asunto que se propone y cuanto más baja sea la razón beneficio / personal / costo, tanto mejor será el impacto de la campaña de comunicación masiva».

Los elementos centrales de una campaña de cambio social.

Creencia, Actitud, Valor, Practica social, Objeto tangible

¿Cuáles son las tres probabilidades de producto que se asume en la mercadotecnia social?

IDEA
Creencia (fumar es peligroso para la salud)
Actitud (los niños planeados son mejor atendidos)
Valor (derechos humanos)

PRÁCTICA SOCIAL
Acto (vacunas)
Conducta (acudir a votar)

OBJETO TANGIBLE
Píldora, preservativo, cinturón de seguridad

¿Qué se debe de entender por Creencia, Actitud y Valor?
CREENCIA: es una percepción que sostiene sobre un asunto de hecho y no supone evaluación alguna.
ACTITUD: son evaluaciones positivas o negativas en torno a personas, objetivos, ideas o eventos.
VALOR: son ideas generales de lo que es justo o injusto.

Un proceso de mercadotecnia social consiste en ¿Cuantas etapas?
– Analizar el medio ambiente
– Investigar la población de destinatarios
– Definir el problema o la oportunidad de Mercadotecnia Social

Comunicación

La comunicación (del Lat. communicatio = participación, participado, acción de hacer conocer) es un fenómeno inherente a la relación grupal de los seres vivos por medio del cual éstos obtienen información acerca de su entorno y de otros entornos y son capaces de compartirla haciendo partícipes a otros de esa información.

La comunicación es un proceso de interacción entre 2 entes(o más) en donde se transmite una información desde un emisor que es capaz de codificarla en un código definido hasta un receptor el cual decodifica la información recibida, todo eso en un medio físico por el cual se logra transmitir, con un código en convención entre emisor y receptor, y en un contexto determinado.

Información

En sentido general, la información es un conjunto organizado de datos, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno. De esta manera, si por ejemplo organizamos datos sobre un país (número de habitantes, densidad de población, nombre del presidente, etc.) y escribimos por ejemplo, el capítulo de un libro, podemos decir que ese capítulo constituye información sobre ese país. Cuando tenemos que resolver un determinado problema o tenemos que tomar una decisión, empleamos diversas fuentes de información (como podría ser el capítulo mencionado de este imaginario libro), y construimos lo que en general se denomina conocimiento o información organizada que permite la resolución de problemas o la toma de decisiones.

ORGANIZACIÓN

«Una organización es la coordinación de diferentes actividades de participantes individuales con la finalidad de efectuar transacciones planeadas con el ambiente». Las contribuciones de cada participante varían en función del sistema de recompensas y contribuciones para la organización.

Toda organización actúa en determinado ambiente y su existencia y supervivencia dependen de como se relacione con ese medio. Por tanto debe ser estructurada y dinamizada en función de las condiciones y circunstancias en que opera.

TIPOS DE COMUNICACIÓN
La comunicación se puede clasificar de diversas maneras, siendo la siguiente la más popular:
• Comunicación humana, se da entre seres humanos. Se puede clasificar también en comunicación verbal y no verbal:
• Comunicación verbal, es aquella en la que se usa alguna lengua, que tiene estructura sintáctica y gramatical completa:
o comunicación directa oral: Cuando el lenguaje se expresa mediante una lengua natural oral.
o comunicación directa gestual: Cuando el lenguaje se expresa mediante una lengua natural signada.
o Comunicación escrita: Cuando el lenguaje se expresa de manera escrita.
• Comunicación no verbal: Es aquella que no se da directamente a través de la voz y el lenguaje.
• Comunicación no humana, La comunicación se da también en todos los seres vivos.
o Comunicación virtual: son las tendencias comunicativas que adoptan los usuarios que interactúan hoy mediante las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC); tecnologías éstas que reclaman un lenguaje propio para que los mensajes cumplan a cabalidad el propósito comunicativo esperado, al tiempo que suscite y motive la interacción.

COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

Redding y Sanborn.- es el hecho de enviar y recibir información dentro de un marco de una compleja organización. Incluye a las comunicaciones internas, las relaciones humanas, las relaciones gerencia-sindicatos, las comunicaciones ascendentes, descendentes y horizontales, las habilidades de comunicación y los programas de evaluación

FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES

Según Abraham Nosnik, para que la función sea efectiva dentro y fuera de la organización esta debe ser:

ABIERTA: Tiene como objetivo el comunicarse con el exterior; ésta hace referencia al medio más usado por la organización para enviar mensajes tanto al público interno como externo.

EVOLUTIVA: Hace énfasis a la comunicación imprevista que se genera dentro de una organización.

FLEXIBLE: Permite una comunicación oportuna entre lo formal e informal.

MULTIDIRECCIONAL: Esta maneja la comunicación de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, transversal, interna, externa entre otras.

INSTRUMENTADA: Utiliza herramientas, soportes, dispositivos; porque hoy en día muchas organizaciones están funcionando mal, debido a que las informaciones que circulan dentro de ella no llegan en el momento adecuado ni utilizan las estructuras apropiadas para que la comunicación sea efectiva.

Organización Formal

La organización formal se considera como la estructura intencional de papeles en una empresa formalmente organizada. Esta organización descrita como formal no implica una inflexibilidad inherente, por el contrario debe ser flexible para aprovechar los talentos creativos y reconocer las preferencias y capacidades individuales.

Organización Informal

Según Chester Barnard, considera como organización informal cualquier actividad personal conjunta sin un propósito colectivo consciente, aunque contribuya a resultados colectivos. Keith Davis, describe a la organización informal como «una red de relaciones personales y sociales no establecidas ni requeridas por la organización formal pero que se producen espontáneamente a medida que las personas se asocian entre si¨ .

COMUNICACIÓN INFORMAL

El rumor es una idea no comprobada que circula en una organización o en el entorno de la misma. Es un poderoso medio de comunicación que utiliza todos los canales establecidos y se clasifica en cuatro:

1. Ilusiones o deseos: Son los más positivos y sirven para estimular la creatividad de otras personas.

2. “Metemiedos»: Obedece a los temores y ansiedades de los empleados, provocando una incomodidad general entre los trabajadores

3. Cicatero: Es el más agresivo y perjudicial, ya que divide a los grupos y acaban con cualquier sentimiento de lealtad.

4. Estimulante: Son los que tratan adelantarse a los hechos y suelen darse cundo los empleados llevan mucho tiempo esperando alguna noticia.

REDES

DESCENDENTE
• Instrucciones Laborales
• Exposición razonada de los trabajos
• Procedimientos y prácticas
• Feed back
• Adoctrinamiento de objetivos

Problemas que afectan a los mensajes:
• Confiar en los métodos de difusión y harware
• Sobrecarga de mensajes
• Momento oportuno
• Filtración

COMUNICACIÓN ASCENDENTE

Razones para valorar las comunicaciones ascendentes:
• Indican la receptabilidad de los mensajes.
• Facilitan la aceptación de las decisiones tomadas
• Proporcionan Feedback
• Animan a la presentación de ideas valiosas

COMUNICACIÓN HORIZONTAL

Propósitos de las comunicaciones Horizontales:
• Coordinación de la tarea.
• Resolución de problemas
• Participación en la información
• Resolución de conflictos

COFIPE

CODIGO FEDERAL DE INSTITUCIONES

Y PROCEDIMIENTOS ELECTORALES

Artículo 2

2. Durante el tiempo que comprendan las campañas electorales federales y hasta la conclusión de la jornada comicial, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental, tanto de los poderes federales y estatales, como de los municipios, órganos de gobierno del Distrito Federal, sus delegaciones y cualquier otro ente público. Las únicas excepciones a lo anterior serán las campañas de información de las autoridades electorales, las relativas a servicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia.

Artículo 19

1. Las elecciones ordinarias deberán celebrarse el primer domingo de julio del año que corresponda, para elegir:

a) Diputados federales, cada tres años;

b) Senadores, cada seis años; y

c) Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, cada seis años.

Título tercero Del acceso a la radio y televisión, el financiamiento y otras prerrogativas de los partidos políticos

[Artículo 48]

Artículo 48

1. Son prerrogativas de los partidos políticos nacionales:

a) Tener acceso a la radio y televisión en los términos de la Constitución y este Código;

b) Participar, en los términos de este Código, del financiamiento público correspondiente para sus actividades.

c) Gozar del régimen fiscal que se establece en este Código y en las leyes de la materia; y

d) Usar las franquicias postales y telegráficas que sean necesarias para el cumplimiento de sus funciones.

Artículo 49

1. Los partidos políticos tienen derecho al uso de manera permanente de los medios de comunicación social.

2. Los partidos políticos, precandidatos y candidatos a cargos de elección popular, accederán a la radio y la televisión a través del tiempo que la Constitución otorga como prerrogativa a los primeros, en la forma y términos establecidos por el presente capítulo.

3. Los partidos políticos, precandidatos y candidatos a cargos de elección popular, en ningún momento podrán contratar o adquirir, por sí o por terceras personas, tiempos en cualquier modalidad de radio y televisión. Tampoco podrán contratar los dirigentes y afiliados a un partido político, o cualquier ciudadano, para su promoción personal con fines electorales. La violación a esta norma será sancionada en los términos dispuestos en el Libro Séptimo de este Código.

4. Ninguna persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, ni a favor o en contra de partidos políticos o de candidatos a cargos de elección popular. Queda prohibida la transmisión en territorio nacional de este tipo de propaganda contratada en el extranjero. Las infracciones a lo establecido en este párrafo serán sancionadas en los términos dispuestos en el Libro Séptimo de este Código.

5. El Instituto Federal Electoral es la autoridad única para la administración del tiempo que corresponda al Estado en radio y televisión destinado a los fines propios del Instituto y a los de otras autoridades electorales, así como al ejercicio de las prerrogativas que la Constitución y este Código otorgan a los partidos políticos en esta materia.

6. El Instituto garantizará a los partidos políticos el uso de sus prerrogativas constitucionales en radio y televisión; establecerá las pautas para la asignación de los mensajes y programas que tengan derecho a difundir, tanto durante los periodos que comprendan los procesos electorales, como fuera de ellos; atenderá las quejas y denuncias por la violación a las normas aplicables y determinará, en su caso, las sanciones.

7. El Consejo General se reunirá a más tardar el 20 de septiembre del año anterior al de la elección con las organizaciones que agrupen a los concesionarios y permisionarios de radio y televisión, para presentar las sugerencias de lineamientos generales aplicables a los noticieros respecto de la información o difusión de las actividades de precampaña y campaña de los partidos políticos. En su caso, los acuerdos a que se llegue serán formalizados por las partes y se harán del conocimiento público.

Artículo 50

1. El Instituto Federal Electoral y las autoridades electorales de las entidades federativas, para la difusión de sus respectivos mensajes de comunicación social, accederán a la radio y televisión a través del tiempo de que el primero dispone en dichos medios.

Artículo 52

1. El Consejo General, a propuesta motivada y fundada de la Comisión de Quejas y Denuncias, podrá ordenar la suspensión inmediata de cualquier propaganda política o electoral en radio o televisión que resulte violatoria de este Código; lo anterior, sin perjuicio de las demás sanciones que deban aplicarse a los infractores. En estos casos el Consejo General deberá cumplir los requisitos y observar los procedimientos establecidos en el capítulo cuarto, titulo primero, del Libro Séptimo de este Código.

Artículo 54

1. Las autoridades administrativas electorales de las entidades federativas deberán solicitar al Instituto el tiempo de radio y televisión que requieran para el cumplimiento de sus fines. El Instituto resolverá lo conducente.

Artículo 55

1. Dentro de los procesos electorales federales, a partir del inicio de las precampañas y hasta el día de la jornada electoral, el Instituto Federal Electoral tendrá a su disposición cuarenta y ocho minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión.

2. Las transmisiones de mensajes en cada estación de radio y canal de televisión se distribuirán dentro del horario de programación comprendido entre las seis y las veinticuatro horas de cada día. En los casos en que una estación o canal transmita menos horas de las comprendidas en el horario antes indicado, se utilizarán tres minutos por cada hora de transmisión.

3. El tiempo a que se refiere el párrafo 1 de este artículo será distribuido en dos y hasta tres minutos por cada hora de transmisión en cada estación de radio y canal de televisión. En los horarios comprendidos entre las seis y las doce horas y entre las dieciocho y las veinticuatro horas se utilizarán tres minutos por cada hora; en el horario comprendido después de las doce y hasta antes de las dieciocho horas se utilizarán dos minutos por cada hora. (DR)IJ

Artículo 56.

1. Durante las precampañas y campañas electorales federales, el tiempo en radio y televisión, convertido a número de mensajes, asignable a los partidos políticos, se distribuirá entre ellos conforme al siguiente criterio: treinta por ciento del total en forma igualitaria y el setenta por ciento restante en proporción al porcentaje de votos obtenido por cada partido político en la elección para diputados federales inmediata anterior. Tratándose de coaliciones, lo anterior se aplicará observando las disposiciones que resulten aplicables del capítulo segundo, título cuarto, del presente Libro.

2. Tratándose de precampañas y campañas en elecciones locales, la base para la distribución del setenta por ciento del tiempo asignado a los partidos políticos será el porcentaje de votación obtenido por cada uno de ellos en la elección para diputados locales inmediata anterior, en la entidad federativa de que se trate.

3. Los partidos políticos de nuevo registro, tanto nacionales como locales, según sea el caso, participarán solamente en la distribución del treinta por ciento del tiempo a que se refiere el párrafo 1 de este artículo.

4. Para la determinación del número de mensajes a distribuir entre los partidos políticos, las unidades de medida son: treinta segundos, uno y dos minutos, sin fracciones; el reglamento determinará lo conducente.

5. El tiempo que corresponda a cada partido será utilizado exclusivamente para la difusión de mensajes cuya duración será la establecida en el presente capítulo. Las pautas serán elaboradas considerando los mensajes totales y su distribución entre los partidos políticos.

Artículo 57

1. A partir del día en que, conforme a este Código y a la resolución que expida el Consejo General, den inicio las precampañas federales y hasta la conclusión de las mismas, el Instituto pondrá a disposición de los partidos políticos nacionales, en conjunto, dieciocho minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión.

2. Para los efectos del párrafo anterior la precampaña de un partido concluye, a más tardar, un día antes de que realice su elección interna o tenga lugar la asamblea nacional electoral, o equivalente, o la sesión del órgano de dirección que resuelva al respecto, conforme a los estatutos de cada partido.

3. Los mensajes de precampaña de los partidos políticos serán transmitidos de acuerdo a la pauta que apruebe el Comité de Radio y Televisión del Instituto.

4. Cada partido decidirá libremente la asignación, por tipo de precampaña, de los mensajes que le correspondan, incluyendo su uso para precampañas locales en las entidades federativas con proceso electoral concurrente con el federal. Los partidos deberán informar oportunamente al Instituto sus decisiones al respecto, a fin de que este disponga lo conducente.

5. El tiempo restante, descontado el referido en el párrafo 1 de este artículo quedará a disposición del Instituto para sus fines propios o los de otras autoridades electorales. En todo caso, los concesionarios de radio y televisión se abstendrán de comercializar el tiempo no asignado por el Instituto; lo anterior será aplicable, en lo conducente a los permisionarios.

EQUIPO NO. 1

Artículo 58

1. Del tiempo total disponible a que se refiere el párrafo 1 del artículo 55 de este Código, durante las campañas electorales federales, el Instituto destinará a los partidos políticos, en conjunto, cuarenta y un minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión.

2. Los siete minutos restantes serán utilizados para los fines propios del Instituto y de otras autoridades electorales.

Artículo 59

1. El tiempo a que se refiere el párrafo 1 del artículo anterior será distribuido entre los partidos políticos, según sea el caso, conforme a lo establecido en los párrafos 1 y 2 del artículo 56 de este Código.

2. Los mensajes de campaña de los partidos políticos serán transmitidos de acuerdo a la pauta que apruebe el Comité de Radio y Televisión del Instituto.

3. En las entidades federativas con elección local cuya jornada comicial sea coincidente con la federal, el Instituto realizará los ajustes necesarios a lo establecido en el párrafo anterior, considerando el tiempo disponible una vez descontado el que se asignará para las campañas locales en esas entidades.

Artículo 60

1. Cada partido decidirá libremente la asignación por tipo de campaña federal de los mensajes de propaganda electoral a que tenga derecho, salvo lo siguiente: en el proceso electoral en que se renueven el Poder Ejecutivo de la Unión y las dos Cámaras de Congreso, cada partido deberá destinar, al menos, un treinta por ciento de los mensajes a la campaña de uno de los poderes, considerando las de senadores y diputados como una misma.

Artículo 61

1. Cada partido político determinará, para cada entidad federativa, la distribución de los mensajes a que tenga derecho entre las campañas federales de diputados y senadores.

Artículo 62.

1. En las entidades federativas con procesos electorales locales con jornadas comiciales coincidentes con la federal, del tiempo total establecido en el párrafo 1 del artículo 58 de este Código, el Instituto Federal Electoral, por conducto de las autoridades electorales administrativas correspondientes, destinará para las campañas locales de los partidos políticos quince minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión de cobertura en la entidad federativa de que se trate.

2. El tiempo a que se refiere el párrafo 1 anterior será utilizado para la difusión de mensajes de acuerdo a la pauta que apruebe, a propuesta de la autoridad electoral local competente, el Comité de Radio y Televisión del Instituto.

3. Para la distribución entre los partidos políticos del tiempo establecido en el párrafo 1 de este artículo, convertido a número de mensajes, las autoridades electorales locales aplicarán, en lo conducente, las reglas establecidas en el artículo 56 de este Código.

4. Para los efectos de este capítulo se entiende por cobertura de los canales de televisión y estaciones de radio toda área geográfica en donde la señal de dichos medios sea escuchada o vista.

5. El Comité de Radio y Televisión, con la coadyuvancia de las autoridades federales en la materia elaborará el catálogo y mapa de coberturas de todas las estaciones de radio y canales de televisión, así como su alcance efectivo. Deberá también incorporar la información relativa a la población total comprendida por la cobertura correspondiente en cada entidad.

6. Con base en dicho catálogo, el Consejo General hará del conocimiento público las estaciones de radio y canales de televisión que participarán en la cobertura de las elecciones locales a que hace referencia el artículo 64 de este Código. (DR)IJ

Artículo 63.

1. Cada partido decidirá la asignación, entre las campañas que comprenda cada proceso electoral local, de los mensajes de propaganda en radio y televisión a que tenga derecho.

Artículo 64

1. Para fines electorales en las entidades federativas cuya jornada comicial tenga lugar en mes o año distinto al que corresponde a los procesos electorales federales, el Instituto Federal Electoral administrará los tiempos que correspondan al Estado en radio y televisión en las estaciones y canales de cobertura en la entidad de que se trate. Los cuarenta y ocho minutos de que dispondrá el Instituto se utilizarán desde el inicio de la precampaña local hasta el término de la jornada electoral respectiva.

Artículo 65.

1. Para su asignación entre los partidos políticos, durante el periodo de precampañas locales, del tiempo a que se refiere el artículo anterior, el Instituto pondrá a disposición de la autoridad electoral administrativa, en la entidad de que se trate, doce minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión.

2. Las autoridades antes señaladas asignarán entre los partidos políticos el tiempo a que se refiere el párrafo anterior aplicando, en lo conducente, las reglas establecidas en el artículo 56 de este Código, conforme a los procedimientos que determine la legislación local aplicable.

3. Los mensajes de precampaña de los partidos políticos serán transmitidos de acuerdo a la pauta que apruebe, a propuesta de la autoridad electoral local competente, el Comité de Radio y Televisión del Instituto.

Artículo 66

1. Con motivo de las campañas electorales locales en las entidades federativas a que se refiere el artículo 64 anterior, el Instituto asignará como prerrogativa para los partidos políticos, a través de las correspondientes autoridades electorales competentes, dieciocho minutos diarios en cada estación de radio y canal de televisión de cobertura en la entidad de que se trate; en caso de insuficiencia, la autoridad electoral podrá cubrir la misma del tiempo disponible que corresponda al Estado. El tiempo restante quedará a disposición del Instituto para sus propios fines o los de otras autoridades electorales. En todo caso, los concesionarios de radio y televisión se abstendrán de comercializar el tiempo no asignado por el Instituto; lo anterior será aplicable, en lo conducente, a los permisionarios.

2. Son aplicables en las entidades federativas y procesos electorales locales a que se refiere el párrafo anterior, las normas establecidas en los párrafos 2 y 3 del artículo 62, en el artículo 63, y las demás contenidas en este Código que resulten aplicables.

Artículo 67

1. Los partidos con registro local vigente, previo a la elección de que se trate, participarán en la distribución de los tiempos asignados para las campañas locales de la entidad federativa correspondiente, de acuerdo al porcentaje de votos que hayan obtenido en la elección local inmediata anterior para diputados locales, o en su caso en la más reciente en que hayan participado.

2. Los partidos políticos nacionales que, en la entidad de que se trate, no hubiesen obtenido, en la elección para diputados locales inmediata anterior, el porcentaje mínimo de votos para tener derecho a prerrogativas, o los partidos con registro local obtenido para la elección de que se trate, tendrán derecho a la prerrogativa de radio y televisión para campañas locales solamente en la parte que deba distribuirse en forma igualitaria.

Artículo 69

2. Los gastos de producción de los mensajes para radio y televisión de los partidos políticos serán sufragados con sus propios recursos. (DR)IJ

Artículo 70

1. Con motivo de las campañas para Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el Instituto coordinará la realización de dos debates entre los candidatos registrados a dicho cargo, conforme a lo que determine el Consejo General.

2. Los debates serán realizados en el día y hora que determine el Consejo General, escuchando previamente la opinión de los partidos políticos. En todo caso, el primer debate tendrá lugar en la primera semana de mayo, y el segundo a más tardar en la segunda semana de junio del año de la elección; cada debate tendrá la duración que acuerde el Consejo General.

3. Los debates serán transmitidos, en vivo por las estaciones de radio y canales de televisión de permisionarios públicos, incluyendo las de señal restringida. El Instituto dispondrá lo necesario para la producción técnica y difusión de los debates. Las señales de radio y televisión que el Instituto genere para este fin podrán ser utilizadas, en vivo, en forma gratuita, por los demás concesionarios y permisionarios de radio y televisión. El Instituto realizará las gestiones necesarias a fin de propiciar la transmisión de los debates en el mayor número posible de estaciones y canales.

4. Las estaciones y canales que decidan transmitir, en vivo, los debates a que se refiere el presente artículo, quedan autorizadas a suspender, durante el tiempo correspondiente, la transmisión de los mensajes que correspondan a los partidos políticos y a las autoridades electorales.

5. Las reglas para los debates serán determinados por el Consejo General, escuchando previamente las propuestas de los partidos políticos.

6. El Instituto informará, en el tiempo de radio y televisión que para sus fines tiene asignado, la realización de los debates a que se refiere el presente artículo.

Artículo 74

1. El tiempo en radio y televisión que determinen las pautas respectivas no es acumulable; tampoco podrá transferirse tiempo entre estaciones de radio o canales de televisión, ni entre entidades federativas. La asignación de tiempo entre las campañas electorales se ajustará estrictamente a lo dispuesto en este capítulo, a lo que, conforme al mismo, establezca el reglamento en la materia, y a lo que determine el Comité de Radio y Televisión del Instituto.

2. Las pautas que determine el Comité establecerán, para cada mensaje, la estación o canal, así como el día y hora en que deban trasmitirse; el reglamento establecerá lo conducente respecto de plazos de entrega, sustitución de materiales y características técnicas de los mismos.

3. Los concesionarios y permisionarios de radio y televisión no podrán alterar las pautas ni exigir requisitos técnicos adicionales a los aprobados por el Comité; la violación a esta disposición será sancionada en los términos establecidos en el Libro Séptimo de este Código;

4. En elecciones extraordinarias el Consejo General determinará la cobertura territorial y el tiempo que se destinará a los partidos políticos en radio y televisión atendiendo a los criterios establecidos en este capítulo.

Artículo 75

1. Las señales radiodifundidas que se incluyan en los servicios de televisión restringida, deberán incluir, sin alteración alguna, los mensajes de los partidos políticos y las autoridades electorales a que se refiere el presente capítulo.

2. Las transmisiones en los servicios de televisión restringida a que se refiere el párrafo anterior deberán suprimir, durante los periodos de campaña, tanto federal como locales, los mensajes de propaganda gubernamental.

Artículo 212

1. Se entiende por precampaña electoral el conjunto de actos que realizan los partidos políticos, sus militantes y los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular debidamente registrados por cada partido.

2. Se entiende por actos de precampaña electoral las reuniones públicas, asambleas, marchas y en general aquellos en que los precandidatos a una candidatura se dirigen a los afiliados, simpatizantes o al electorado en general, con el objetivo de obtener su respaldo para ser postulado como candidato a un cargo de elección popular.

3. Se entiende por propaganda de precampaña el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante el periodo establecido por este Código y el que señale la convocatoria respectiva difunden los precandidatos a candidaturas a cargos de elección popular con el propósito de dar a conocer sus propuestas.

EQUIPO NO. 2

Capítulo tercero De las campañas electorales

Artículo 228

1. La campaña electoral, para los efectos de este Código, es el conjunto de actividades llevadas a cabo por los partidos políticos nacionales, las coaliciones y los candidatos registrados para la obtención del voto.

2. Se entiende por actos de campaña las reuniones públicas, asambleas, marchas y en general aquellos en que los candidatos o voceros de los partidos políticos se dirigen al electorado para promover sus candidaturas.

3. Se entiende por propaganda electoral el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante la campaña electoral producen y difunden los partidos políticos, los candidatos registrados y sus simpatizantes, con el propósito de presentar ante la ciudadanía las candidaturas registradas.

4. Tanto la propaganda electoral como las actividades de campaña a que se refiere el presente artículo, deberán propiciar la exposición, desarrollo y discusión ante el electorado de los programas y acciones fijados por los partidos políticos en sus documentos básicos y, particularmente, en la plataforma electoral que para la elección en cuestión hubieren registrado.

5. Para los efectos de lo dispuesto por el párrafo séptimo del artículo 134 de la Constitución, el informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral.

Artículo 229

1. Los gastos que realicen los partidos políticos, las coaliciones y sus candidatos, en la propaganda electoral y las actividades de campaña, no podrán rebasar los topes que para cada elección acuerde el Consejo General.

2. Para los efectos de este artículo quedarán comprendidos dentro de los topes de gasto los siguientes conceptos:

a) Gastos de propaganda:

I. Comprenden los realizados en bardas, mantas, volantes, pancartas, equipos de sonido, eventos políticos realizados en lugares alquilados, propaganda utilitaria y otros similares.

b) Gastos operativos de la campaña:

I. Comprenden los sueldos y salarios del personal eventual, arrendamiento eventual de bienes muebles e inmuebles, gastos de transporte de material y personal, viáticos y otros similares.

c) Gastos de propaganda en diarios, revistas y otros medios impresos:

I. Comprenden los realizados en cualquiera de esos medios, tales como inserciones pagadas, anuncios publicitarios y sus similares, tendentes a la obtención del voto. En todo caso, tanto el partido y candidato contratante, como el medio impreso, deberán identificar con toda claridad que se trata de propaganda o inserción pagada.

d) Gastos de producción de los mensajes para radio y televisión:

I. Comprenden los realizados para el pago de servicios profesionales; uso de equipo técnico, locaciones o estudios de grabación y producción, así como los demás inherentes al mismo objetivo.

3. No se considerarán dentro de los topes de campaña los gastos que realicen los partidos para su operación ordinaria y para el sostenimiento de sus órganos directivos y de sus organizaciones.

4. El Consejo General, en la determinación de los topes de gastos de campaña, aplicará las siguientes reglas:

a) Para la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a más tardar el día último de noviembre del año anterior al de la elección, procederá en los siguientes términos:

I. El tope máximo de gastos de campaña será equivalente al veinte por ciento del financiamiento público de campaña establecido para todos los partidos en el año de la elección presidencial.

b) Para la elección de diputados y senadores, a más tardar el día último de enero del año de la elección, procederá en los siguientes términos:

I. El tope máximo de gastos de campaña para la elección de diputados por el principio de mayoría relativa será la cantidad que resulte de dividir el tope de gasto de campaña establecido para la elección presidencial entre trescientos. Para el año en que solamente se renueve la Cámara de Diputados, la cantidad a que se refiere esta fracción será actualizada con el índice de crecimiento del salario mínimo diario en el Distrito Federal; y

II. Para cada fórmula en la elección de senadores por el principio de mayoría relativa, el tope máximo para gastos de campaña será la cantidad que resulte de multiplicar la suma del tope de gasto de campaña para la elección de diputados por el número de distritos que comprenda la entidad de que se trate. En ningún caso el número de distritos que se considerará será mayor de veinte.

Artículo 230

1. Las reuniones públicas realizadas por los partidos políticos y los candidatos registrados se regirán por lo dispuesto en el artículo 9o. De la Constitución y no tendrán más límite que el respeto a los derechos de terceros, en particular los de otros partidos y candidatos, así como las disposiciones que para el ejercicio de la garantía de reunión y la preservación del orden público dicte la autoridad administrativa competente.

2. En aquellos casos en los que las autoridades concedan gratuitamente a los partidos políticos o candidatos el uso de locales cerrados de propiedad pública, se estará a lo siguiente:

a) Las autoridades federales, estatales y municipales deberán dar un trato equitativo en el uso de los locales públicos a todos los partidos políticos que participan en la elección; y

b) Los partidos políticos deberán solicitar el uso de los locales con suficiente antelación, señalando la naturaleza del acto a realizar, el número de ciudadanos que se estima habrán de concurrir, las horas necesarias para la preparación y realización del evento, los requerimientos en materia de iluminación y sonido, y el nombre del ciudadano autorizado por el partido político o el candidato en cuestión que se responsabilice del buen uso del local y sus instalaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

EQUIPO NO. 3

Artículo 231

1. Los partidos políticos o candidatos que decidan dentro de la campaña electoral realizar marchas o reuniones que impliquen una interrupción temporal de la vialidad, deberán hacer conocer a la autoridad competente su itinerario, a fin de que ésta provea lo necesario para modificar la circulación vehicular y garantizar el libre desarrollo de la marcha o reunión.

Artículo 232

1. La propaganda impresa que los candidatos utilicen durante la campaña electoral deberá contener, en todo caso, una identificación precisa del partido político o coalición que ha registrado al candidato.

2. La propaganda que en el curso de una campaña difundan por medios gráficos los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos, no tendrán más límite, en los términos del artículo 7o. De la Constitución, que el respeto a la vida privada de candidatos, autoridades, terceros y a las instituciones y valores democráticos.

Artículo 233

1. La propaganda y mensajes que en el curso de las precampañas y campañas electorales difundan los partidos políticos se ajustarán a lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 6o. De la Constitución.

2. En la propaganda política o electoral que realicen los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos, deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas. El Consejo General del Instituto está facultado para ordenar, una vez satisfechos los procedimientos establecidos en este Código, la suspensión inmediata de los mensajes en radio o televisión contrarios a esta norma, así como el retiro de cualquier otra propaganda.

3. Los partidos políticos, los precandidatos y candidatos podrán ejercer el derecho de réplica que establece el primer párrafo del artículo 6o. De la Constitución respecto de la información que presenten los medios de comunicación, cuando consideren que la misma ha deformado hechos o situaciones referentes a sus actividades. Este derecho se ejercitará sin perjuicio de aquellos correspondientes a las responsabilidades o al daño moral que se ocasionen en términos de la ley que regule la materia de imprenta y de las disposiciones civiles y penales aplicables.

4. El derecho a que se refiere el párrafo anterior se ejercerá en la forma y términos que determine la ley de la materia.

 

 

Artículo 234

1. La propaganda que los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos realicen en la vía pública a través de grabaciones y, en general, por cualquier otro medio, se sujetará a lo previsto por el artículo anterior, así como a las disposiciones legales y administrativas expedidas en materia de protección del medio ambiente y de prevención de la contaminación por ruido.

Artículo 235

1. En las oficinas, edificios y locales ocupados por la administración y los poderes públicos no podrá fijarse ni distribuirse propaganda electoral de ningún tipo, salvo cuando se trate de los locales a que se refiere el párrafo 2 del artículo 230 de este Código y exclusivamente por el tiempo de duración del acto de campaña de que se trate.

Artículo 236

1. En la colocación de propaganda electoral los partidos y candidatos observarán las reglas siguientes:

a) No podrá colgarse en elementos del equipamiento urbano, ni obstaculizar en forma alguna la visibilidad de los señalamientos que permiten a las personas transitar y orientarse dentro de los centros de población. Las autoridades electorales competentes ordenarán el retiro de la propaganda electoral contraria a esta norma;

b) Podrá colgarse o fijarse en inmuebles de propiedad privada, siempre que medie permiso escrito del propietario;

c) Podrá colgarse o fijarse en los bastidores y mamparas de uso común que determinen las Juntas Locales y Distritales Ejecutivas del Instituto, previo acuerdo con las autoridades correspondientes;

d) No podrá fijarse o pintarse en elementos del equipamiento urbano, carretero o ferroviario, ni en accidentes geográficos cualquiera que sea su régimen jurídico; y

e) No podrá colgarse, fijarse o pintarse en monumentos ni en edificios públicos.

2. Los partidos, coaliciones y candidatos deberán utilizar en su propaganda impresa y demás elementos promocionales materiales que no dañen el medio ambiente, preferentemente reciclables y de fácil degradación natural. Sólo podrá usarse material plástico reciclable en la propaganda electoral impresa.

3. Los bastidores y mamparas de uso común serán repartidos por sorteo en forma equitativa de conformidad a lo que corresponda a los partidos políticos registrados, conforme al procedimiento acordado en la sesión del Consejo respectivo, que celebre en enero del año de la elección.

4. Los Consejos Locales y Distritales, dentro del ámbito de su competencia harán cumplir estas disposiciones y adoptarán las medidas a que hubiere lugar con el fin de asegurar a partidos y candidatos el pleno ejercicio de sus derechos y garantizar el cumplimiento de sus obligaciones en la materia.

5. Las quejas motivadas por la propaganda impresa de los partidos políticos y candidatos serán presentadas al vocal secretario de la Junta Distrital que corresponda al ámbito territorial en que se presente

el hecho que motiva la queja. El mencionado vocal ordenará la verificación de los hechos, integrará el expediente y someterá a la aprobación del Consejo Distrital el proyecto de resolución. Contra la resolución del Consejo Distrital procede el recurso de revisión que resolverá el Consejo Local que corresponda.

Artículo 237

1. Las campañas electorales para Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados, en el año que corresponda, tendrán una duración de noventa días;

2. Las campañas electorales para Diputados, en el año en que solamente se renueve la Cámara respectiva, tendrán una duración de sesenta días.

3. Las campañas electorales de los partidos políticos se iniciarán a partir del día siguiente al de la sesión de registro de candidaturas para la elección respectiva, debiendo concluir tres días antes de celebrarse la jornada electoral.

4. El día de la jornada electoral y durante los tres días anteriores, no se permitirá la celebración ni la difusión de reuniones o actos públicos de campaña, de propaganda o de proselitismo electorales.

5. Quien solicite u ordene la publicación de cualquier encuesta o sondeo de opinión sobre asuntos electorales, que se realice desde el inicio del proceso electoral hasta el cierre oficial de las casillas el día de la elección, deberá entregar copia del estudio completo al secretario ejecutivo del Instituto, si la encuesta o sondeo se difunde por cualquier medio. En todo caso, la difusión de los resultados de cualquier encuesta o sondeo de opinión estará sujeta a lo dispuesto en el párrafo siguiente.

6. Durante los tres días previos a la elección y hasta la hora del cierre oficial de las casillas que se encuentren en las zonas de husos horarios más occidentales del territorio nacional, queda prohibido publicar o difundir por cualquier medio, los resultados de encuestas o sondeos de opinión que tengan por objeto dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos, quedando sujetos quienes lo hicieren, a las penas aplicables a aquellos que incurran en alguno de los tipos previstos y sancionados en el artículo 403 del Código Penal Federal.

7. Las personas físicas o morales que pretendan llevar a cabo encuestas por muestreo para dar a conocer las preferencias electorales de los ciudadanos o las tendencias de las votaciones, adoptarán los criterios generales de carácter científico, que para tal efecto emita el Consejo General, previa consulta con los profesionales del ramo o las organizaciones en que se agrupen. (DR)IJ

EQUIPO NO. 4

 

FUENTE: Instituto de Investigaciones Jurídicas, (vigencia al 01 de septiembre de 2008)

http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/tcfed/4.htm?s=

LICENCIATURA / LX / Comunicación
ACADEMIA / COLEGIO Ciencias Sociales
ASIGNATURA Problemas y Proyectos de Comunicación
SERIACIÓN Ninguna.
SEMESTRE: EN QUE SE IMPARTE Quinto
FECHA DE REALIZACIÓN Agosto 2010.
NOMBRE DEL DOCENTE L.C.C. Ricardo Ramírez Nieto

 

OBJETIVO GENERAL
El estudiante aplicará diferentes perspectivas metodológicas así como las líneas directrices para la formulación de problemas específicos de comunicación, esquematizados en proyectos de investigación.

 

No. Unidad 1 Problemas actuales en comunicación
OBJETIVO ESPECÍFICO POR UNIDAD: El estudiante identificará las problemáticas existentes en las diferentes ramas de la comunicación desde una perspectiva teórico-metodológica, a fin de diseñar propuestas de solución. HORAS:

9

 

FECHA HORAS DE LA SESIÓN DESGLOSE DE

TEMAS Y SUBTEMAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

 

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

INDEPENDIENTE

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

 

23/08/010

25/08/010

30/08/010

01/09/010

06/09/010

08/09/010

1.5

3

3

1.5

Presentación del curso.

1.1 Comunicación Política: Las Campañas Electorales

1.2 Comunicación Organizacional

1.3 Comunicación Social: Campañas Sociales

 

Organizador avanzado refiriendo la vinculación existente entre la comunicación política y una campaña electoral.

Estudio de caso donde el alumno ubique los problemas dentro de una organización pública, privada o social.

ABP, en donde deberán ubicar los principales problemas que enfrenta una campaña social.

Material impreso y electrónico.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios.

Material impreso y electrónico.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios

 

Lecturas comentadas (DD, DI)

Discusiones grupales (DI).

Presentación de conclusiones yo/o argumentos sobre una situación en particular. (EL).

Presentación de analogías entre  dos o más situaciones por analizar. (DC)

Realización de trabajo en equipo donde den a conocer conclusiones o soluciones a problemas.(MI, VG )

Revisión grupal de tareas para aclarar dudas y verificar  avances. (VG)

 

Autoevaluación: Identificación de ideas básicas.

Hetero-evaluación: identificación de posibles mejoras

 

No. Unidad 2 Metodología para el planteamiento de la de investigación (Del protocolo al Proyecto) 
OBJETIVO ESPECÍFICO O POR UNIDAD:

El estudiante analizará diversos paradigmas de comunicación con el fin de plantear un caso–problema que examine el contexto

HORAS:

13.5

 

FECHA HORAS DE LA SESIÓN DESGLOSE DE

TEMAS Y SUBTEMAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

 

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

INDEPENDIENTE

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

 

13/09/010

15/09/010

20/09/010

22/09/010

27/09/010

29/09/010

04/10/010

06/10/010

3

1.5

1.5

3

1.5

1.5

1.5

2.1 Tipos de investigación.

2.1.1 Documental.

2.1.2 En laboratorio.

2.1.3 De campo.

2.1.4 Cuantitativa.

2.1.5 Cualitativa.

2.2 Las etapas del proceso de investigación.

2.2.1 Formulación del problema.

2.2.2 Delimitación del objeto de estudio.

2.2.3 Objetivos de la investigación.

2.2.4 Preguntas de investigación/Hipótesis.

2.2.5 Marco teórico.

2.2.6 Diseño de investigación.

2.2.7 Gráfica de Gantt

ASESORÍA GRUPAL

 

 

PRIMER PARCIAL

Mapa conceptual representando tipos de investigación

Organizador avanzado refiriendo lo que es la investigación cuantitativa y cualitativa

Lectura comentada de documentos diversos sobre la elección del tema de investigación y su delimitación.

Trabajo en equipo para la elaboración del borrador de tema, objetivos y pregunta de investigación/hipótesis

Retroalimentación sobre los avances del trabajo de investigación.

Material impreso y electrónico

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios

Lecturas comentadas (DD, DI)

Discusiones grupales (DI)

Presentación de conclusiones yo/o argumentos sobre una situación en particular. (EL)

Presentación de analogías entre  dos o más situaciones por analizar. (DC)

Realización de trabajo en equipo donde se den a conocer las primeras parte del trabajo de investigación.

Revisión grupal de tareas para aclarar dudas y verificar  avances. (VG)

Autoevaluación: Identificación de ideas básicas.

hetero-evaluación: identificación de posibles mejoras

 

No. Unidad 1-A Problemas actuales en comunicación (Continuación)
OBJETIVO ESPECÍFICO POR UNIDAD: El estudiante identificará las problemáticas existentes en las diferentes ramas de la comunicación desde una perspectiva teórico-metodológica, a fin de diseñar propuestas de solución. HORAS:

9

 

FECHA HORAS DE LA SESIÓN DESGLOSE DE

TEMAS Y SUBTEMAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

 

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

INDEPENDIENTE

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

 

11/10/010

13/10/010

3 1.4 Comunicación y Medios Informativos

1.4.1 La Televisión

1.4.2 La Prensa

1.4.2 La Radio

1.4.3 La Internet

Lectura comentada de aportaciones teóricas sobre las problemáticas que están padeciendo los medios infamativos.

Análisis de caso, a través del cual puedan identificarse algunas problemáticas de los medios en referencia

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Autoevaluación: Identificación de los principios básicos.

hetero-evaluación:

análisis de información

identificar posibles mejoras

Control de investigación Presentación de registro de investigación.
18/10/010

20/10/010

3 1.5 Comunicación, Publicidad y Mercadotecnia Lectura comentada de aportaciones teóricas sobre las problemáticas que están padeciendo los medios infamativos.

Análisis de caso, a través del cual puedan identificarse algunas problemáticas de los medios en referencia

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios autoevaluación: Identificación de los principios básicos.

hetero-evaluación:

análisis de información

identificar posibles mejoras

Control de investigación Presentación de registro de investigación.
25/10/010

27/10/010

3 ASESORÍAS POR EQUIPO Retroalimentación sobre los avances del trabajo de investigación.      

 

No. Unidad 2-A Metodología para el planteamiento de la de investigación (Del protocolo al Proyecto) Continuación
OBJETIVO ESPECÍFICO O POR UNIDAD:

El estudiante analizará diversos paradigmas de comunicación con el fin de plantear un caso–problema que examine el contexto

HORAS:

6

 

FECHA HORAS DE LA SESIÓN DESGLOSE DE

TEMAS Y SUBTEMAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

 

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

INDEPENDIENTE

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

 

01/11/010 1.5 2.5 Elaboración del marco teórico.

2.7 Diseño de la muestra.

 

Organizador avanzado definiendo cómo se elabora el marco teórico y cómo se saca una muestra

Lectura comentada de documentos diversos sobre el tema.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Identificación de los principios básicos.

hetero-evaluación:

análisis de información, identificar posibles mejoras

Control de investigación Presentación de registro de investigación.
03/11/010 1.5 2.8 Construcción del instrumento.

2.9 Aplicación del instrumento.

 

Lectura comentada de documentos diversos sobre el tema.

Análisis de caso, a través del cual puedan elaborar su instrumento de medición, y definir dónde se va a aplicar y a quiénes.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Investigación de campo, para ir conformando el trabajo de investigación; aplicar la teoría en la práctica Control de investigación Presentación de registro de investigación.
08/11/010 1.5 2.10 Codificación y Análisis.

2.11 Resultados.

 

Lectura comentada de documentos diversos sobre el tema.

Ejercicios vivenciales sobre el tema de investigación que eligieron, su cuestionario que elaboraron y aplicaron, así como los resultados que están obteniendo.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Investigación de campo, para ir conformando el trabajo de investigación; aplicar la teoría en la práctica Control de investigación Presentación de registro de investigación.
10/11/010 1.5 SEGUNDO PARCIAL        

 

No. Unidad   3 La presentación del Proyecto
OBJETIVO ESPECÍFICO O POR UNIDAD:

El estudiante dará aplicará los elementos para la presentación del trabajo escrito, para darle formato a su investigación

HORAS:

12

 

FECHA HORAS DE LA SESIÓN DESGLOSE DE

TEMAS Y SUBTEMAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA MATERIAL DE APOYO DIDÁCTICO

 

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

INDEPENDIENTE

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN

 

15/11/010

 

 

1.5

 

3.1 El Método Harvard

 

Ejercicios prácticos para aprender el manejo del método Harvard

ABP, en donde identifique los errores comunes que se cometen en la colocación de citas textuales y las repercusiones de un posible plagio por su no observancia.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Investigación documental y electrónica, para ir conformando el trabajo de investigación.

 

Auto-evaluación:

claridad en la presentación de las ideas.

hetero-evaluación:.

17/11/010 1.5 3.2 Presentación del Trabajo escrito

3.2.1 Carátula

3.2.2 Dedicatorias

3.2.3 Índice

3.2.4 Introducción

3.2.5 Cuerpo de la obra (Marco Teórico, Referencial y Metodológico)

Mapa conceptual representando las partes del trabajo de investigación (escrito).

.

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Conformación en archivo electrónico de los avances de la investigación; teniendo especial cuidado de que en trabajo en referencia esté bien elaborado en su fondo y forma. Control de investigación Presentación de registro de investigación.
22/11/010 1.5 3.2.6 Conclusiones

3.2.7 Bibliografía/

Mesografía

3.2.8 Anexos

ABP, en donde deberán plantearse diferentes opciones de solución a problemas para la elaboración de las conclusiones de un trabajo.

Elaboración de ejercicios prácticos de su trabajo

Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Registro y análisis de información confrontada durante la resolución de los problemas planeados. Presentación de 3 casos de organizaciones investigadas, identificando en cada una de ellas, su funcionamiento organizacional
24/11/010 3 3.3 Presentación del Trabajo en público Análisis de ejemplos y técnicas para la presentación de un trabajo de investigación ante un público.. Cañón, acetatos, pintarrón, hojas para rotafolios Registro y análisis de información confrontada durante los ejercicios. Presentación y confrontación adecuada de las ideas principales
29/11/010

01/12/010

3 ASESORÍAS POR EQUIPO        
06/12/010 1.5 TERCER PARCIAL        

FORMA DE EVALUACIÓN DEL CURSO

PRIMER PARCIAL SEGUNDO PARCIAL TERCER PARCIAL
 

Examen escrito                      60%

Avance de trabajo                  20%

Tareas                                    20%

 

Examen escrito                      60%

Avance de trabajo                  30%

Tareas                                    10%

 

Examen escrito                      50%

Trabajo                                   50%

 

Componentes a entregar para el primer parcial Componentes a entregar para el segundo parcial Entrega final para el tercer parcial
  1. Tema
  2. Justificación
  3. Objetivos
  4. Delimitación
  5. Hipótesis/Pregunta de Inv.
  6. Gráfica de Gantt
  7. Planteamiento del problema

 

06 de Octubre

  1. Esquema (índice tentativo)
  2. Marco Teórico

10. Marco Metodológico

11. Bibliografía/Mesografía

12. Avance de Capítulos I y II

13. Diseño de Instrumento (encuesta u otro)

10 de noviembre

a) Carátula

b) Dedicatorias

c) Índice

d) Introducción

e) Cuerpo de la obra (capítulos- incluye marco metodológico)

f) Conclusiones

g) Bibliografía/Mesografía

h) Anexos

06 de Diciembre

 

NOTA: LOS TRABAJOS SE REALIZARÁN EN EQUIPOS DE TRES INTEGRANTES

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

 

1      Ai Camp, Roderck , “Encuestas y democracia: opinión pública y apertura política en México”. Seminario internacional de marketing político, Universidad Iberoamericana, México 2003

2      Alonso, Antonio. (1986). Metodología. México. Edicol.

3      Alvarez Juan Luis y Gayou Jugerson,. (2003). Cómo hacer una investigación cualitativa. México: Paidós.

4      Ander Egg, Ezequiel. (1989). Introducción a las técnicas de investigación social. Argentina: Humánitas.

5      BARTOLLI, Anie. Comunicación y organización: la organización comunicante y la comunicación organizada. Paidos. Barcelona. 1991.

6      Berrocal, Salomé y Otros. Comunicación política en televisión y nuevos medios. Barcelona. Ed. Ariel. 2003

7      Blaxter, L. y otros. (2000). Cómo se hace una investigación. España: Gedisa.

8      Bohmann, Karin. Medios de comunicación y sistemas informativos en México. México. Alianza Editorial1994.

9      Bretton, Phillippe. En Gauthier, Gilles y otros. Comunicación política. Barcelona. Ed. Gedisa. 1998

10    Bunge, Mario. (2004) La ciencia, su método y su filosofía. México: Nueva Imagen.

11    Canel, Enrique. Comunicación política y organizacional. Madrid. 1999

12    Canel, Maria José. Comunicación política. Técnicas y estrategias para la sociedad de la información. Madrid.  Tecnos. 1999

13    Cariño Preciado, Susana. (2003) Métodos de investigación I. México: Limusa.

14    Castañeda, Juan. (1995). Métodos de la investigación I. México: Mc. Graw Hill.

15    De Moragas, M. Sociología de la comunicación de masas. Barcelona. Ed. Gustavo Gili. 1989

16    GOLDHABER, Gerald. Comunicación organizacional. Diana. México. 2003.  ISBN 9991113150.

17    Hernández Sampieri, Roberto y otros.(2006). Metodología de la investigación. México: Mc Graw Hill.

18    Herrera Vázquez, Mariana Adriana. (2004). Métodos de investigación 2: Un enfoque dinámico. México: Esfinge.

19    Kinnear, T.C. Investigación de mercados. Bogotá. McGraw-Hill Latinoamericana. 1989

20    Kotler. Mercadotecnia aplicada. México, Interamericana. 1973

21    Labarriére Jean-Louis y Christian Lazzeri. Et. Al. Teoría política y comunicación. México, Gedisa

22    Lambin, J.J. Márketing estratégico. Madrid. McGraw-Hill. 1991

23    Laraña Rodríguez-Cabello, E. “Comunicación y política en la sociedad industrial avanzada. Los medios de comunicación colectiva y las campañas electorales” en Revista de Estudios Políticos (nueva época) No. 29, septiembre/octubre. 1982

24    Luque, Teodoro. Márketing político. Un análisis del intercambio político. Madrid.

25    Maarek Philippe. Márketing político y comunicación. Claves para una buena información política. Barcelona. Paidos.

26    Martín Armario, E. La gestión publicitaria. Madrid. Editorial Pirámide. 1980

27    Martín Salgado, Lourdes. Márketing político. Arte y ciencia de la persuasión en democracia. Barcelona. Piados. 2002

28    MARTÍNEZ de Velazco, Alberto. Comunicación organizacional. Trillas. México.1995. ISBN 9682426006.

29    Monzón, Cándido (2006) Opinión Pública, Comunicación y Política. España, Tecnos.

30    Moreno-Hernández, Gicela.  (1997). Cómo investigar: Técnicas Documental y de campo. México: Édere.

31    Muñoz – Alonso, Alejandro y Juan Ignacio Rospir (editor). Democracia mediática y campañas electorales. Madrid. Ariel. 1999

32    Offe, C. Partidos políticos y nuevos movimientos sociales. Madrid. Sistema. 1988

33    Ortiz Cabeza, F. Guía de márketing político. Cómo actuar para llegar a mantenerse líder. Madrid. Esic. 1983.

34    Resenos, Edmundo. (2000). Guía para elaborar protocolos de investigación. México: IPN

35    Rodríguez, g., Gil, J. y GARCÍA, E. (1996). Metodología de la investigación cualitativa. España: Aljibe Ediciones.

36    Rojas Soriano, Raúl. (1997). Investigación social: teoría y praxis. México: Plaza y Valdés.

37    Sartori, Giovanni. Homo Videns y la sociedad teledirigida. España, ed. Taurus, pag. 99-116.

38    Sartori, Giovanni. Partidos y sistemas de partidos. España, Alianza Editorial 2ª. Edición 1997

39    Schmelkes, C. (2004). Manual para la presentación de anteproyectos e informes de investigación. (tesis). México: Oxford University Press

40    Tamayo y Tamayo, Mario. (1997). El proceso de la investigación científica. México, Limusa.

41    TEJADA, PALACIOS Luis. Gestión de la Imagen Corporativa. Diana. México 1992

42    Wolton, Dominique. “La comunicación política: construcción de un modelo”, en Ferry, Jean-Marc, Dominique Wolton et.al. El nuevo espacio público. Barcelona. Gedisa. 1998

43    Zorrilla Arena, Santiago. (1999). Introducción a la Metodología de la investigación. México. Aguilar León y Cal Editores.

 

 

 

 

 

L.C.C. RICARDO RAMÍREZ NIETO

 

 

L.C. JOSÉ REYNALDO CABRERA REBOLLO AGOSTO DE 2010
NOMBRE Y FIRMA DEL DOCENTE NOMBRE Y FIRMA DEL DIRECTOR ACADÉMICO FECHA DE REVISIÓN

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